¿Puedo Amarte? {Freddy Leyva y tu} (EDITANDO)

Capítulo 5

Mi hermano que estaba igual de enfadado que yo, acelero el auto y se marchó, no me importaba que se fuera así de enojado, era algo bastante normal, somos hermanos, todos hemos tenido alguna pelea alguna vez. Lo que me preocupaba era, porque se enojaba tanto si le hablaba de Freddy, y porque no quería que yo me acercara a el. Y lo otro que me intrigaba era, que le había pasado a Freddy para que fuera una persona tan antisocial.

 ¿Cuál era el motivo? Como sea ahora dudaba en lo que le había dicho a mi hermano, ¿de verdad yo iba a acercarme a él? ¿Cambiarlo y volverlo una persona más sociable? ¿Para qué? Ni siquiera era de mi incumbencia si el tenía amigos o no, o si se comporta groseramente o no, ¿O...si?. Había algo en mi que me decía que su forma de ser era solo una mascara para ocultar quien de verdad es, y que tal vez lo único que necesitaba era ayuda, pero ¿por qué yo tenía que darle esa ayuda?. Esta ultima pregunta me hizo recordar algo, algo que no había olvidado pero que simplemente no era que viviera pensando en eso.

FLASHBACK 
Hace dos años...
Era la segunda vez que había ido al colegio donde mi hermano asistía, la primera había sido para inscribirme, y ahora iba para ver como era el club de teatro en el cual quizás me iba a inscribir. Eran aproximadamente las nueve de la noche, y allí seguían ensayando ya que les faltaba unos dos o tres días para el estreno de la obra. Comencé a aburrirme así que definitivamente el club de teatro no era para mi, salí del salón, el colegio era enorme y estaba vació ya que las únicas personas allí eran las del club y el conserje, caminé por los pasillos era algo aterrador estar ahí casi sola, entonces llegue a un pasillo que tenía ventanas que daban al patio y también podías ver otras zonas del colegio, como por ejemplo, la cancha, lugar que me llamo la atención, no podía ver muy bien debido a que estaba lloviendo, pero me pareció divisar a una persona allí, pateando pelotas hacia un arco, ¿qué se supone que hace alguien a esa hora y con la terrible lluvia que había, jugando en la cancha?. Por algún motivo y no se cual, pensé que tenía que ir a ver, y no estaba tan equivocada. Después de cruzar el enorme patio, llegue a la cancha, atravesé los pasillos que daban a las tribunas, y me paré sobre un banco para mirar. Tal como lo había visto desde la ventana, había una persona que por su físico supuse que era un chico, ademas de la fuerza con la que pateaba las pelotas. Tenía una campera negra y un pantalón beige, en los pies calzaba unos converse que se supone eran blancos y digo supone porque por la lluvia, el pasto y el barro ya estaban casi negros, tenía una bufanda puesta y ademas un gorro de la lana en la cabeza que hacia que solo se le viera parte de la nariz y sus ojos, me pareció irónico, si estaba tratando de evitar no enfermarse, con estar abrigado no alcanzaba porque la lluvia no ayudaba mucho.

-Hey! –grité para llamar su atención, pero me ignoró y siguió tirando al arco. Entonces vi que la portera que impide pasar a la cancha estaba abierta, así que entré, otra vez intenté llamar su atención pero nada. Me  di  cuenta  de  que no estaba practicando sino que se estaba descargando, se notaba la furia que llevaba enésima y tal vez haciendo esos tiros se sentía un poco mejor, una de las pelotas cayó en mis pies por lo que yo le di un golpe para alcanzársela - Estas bien? –pregunté, y que pregunta mas estúpida era. Entonces se me ocurrió una idea, corrí y me paré en el medio del arco.
-que haces? –me gritó ya que estábamos algo lejos-

-No se que es lo que te tiene mal, pero imagínate que soy yo, que soy la causa por lo que estas tan enojado y tira la pelota.

-estas loca?

-Patear al arco no te esta sirviendo mucho, pero si piensas que aquí esta el motivo que te hace enojar quizás sirva – abrí mis brazos y quedé plantada – anda tira.