—Porque creo recordar que ya te dije que soy gay y eso significa que no me gustan las mujeres.

Eijirou se avergonzó un poco por tener celos de unas chicas que jamás iban a tener una oportunidad con su novio.

—Lo siento, yo...Me puse celoso, no me agrada la idea de que alguien más se enamore de ti.

—Lo entiendo pero, sabes que a mí sólo me gustas tú, bobo.—Dijo para después darle un capón.

—Auch, ¡me voy a caer!

Y estuvo a punto de no ser porque Katsuki le agarró  de las manos.

—G-gracias.

—No es nada.—Dijo para después continuar patinando junto a Eijirou.—Voy a enseñarte a patinar cómo es debido.

—¡Vale!

La pareja permaneció en la pista un rato más hasta que sus amigos les llamaron debido a que querían irse a otro lugar.

Ellos no tardaron en acudir y devolvieron los patines.

—Y ahora, ¿adónde vamos?—Cuestionó Tetsutetsu.

—Umm...¿Tenéis hambre?—Preguntó Hanta.

Todos respondieron afirmativamente.

—Yo quiero pizza, ¿alguien más?—Preguntó el de cabellos azabaches.

—¡Yo!—Respondieron todos.

—¡Genial! Vayamos a la pizzería de mi primo, él las hace buenísimas.—Dijo Hanta.

Sus amigos estuvieron de acuerdo y se dirigieron hacia el establecimiento.

Kirishima iba pendiente de su móvil cuando le llegó un mensaje de Tamaki, en el que se podía leer lo siguiente:

Lo siento, Kirishima. Pero no vas a poder quedarte en mi casa 😔_Tamaki

Eijirou se quedó helado.

—¿Te pasa algo, Kirishima?—Le preguntó Katsuki.

—N-no, no es nada.—Respondió con la  voz entrecortada.

—Dime la verdad, estás a punto de llorar.

—Verás, Bakugou; yo...

El pelirrojo le contó, en voz baja; sobre su situación y, cuando acabó, éste le dijo:

—Quédate en mi casa.

—¿En serio? ¿Habrá sitio para mí?

—Claro, podemos compartir mi armario y...la cama.

Eijirou se ruborizó.

—P-pero, tus padres nos podrían oír cuando hagamos "eso". Además, ¿no seré una molestia?

—Si no gemimos demasiado alto, no habrá problema. Y no, no eres ni serás una molestia. No te preocupes.

—En ese caso... Muchas gracias, Katsuki.

—No me agradezcas ahora, mejor luego. Cuando estemos a solas.

Las mejillas de Kirishima volvieron a tornarse rojas.

"Realmente es un calenturiento, aunque no puedo decir que eso me desagrade."

Sin embargo no contaban con que, a pesar de que ambos hablan en voz baja, sus amigos notaron que algo se traían entre manos.

—Kirishima, Bakugou, ¿de qué hablais con tanto secretismo?—Les preguntó Tetsutetsu.

—Kirishima me estaba contando un problema que tenía, ¿no es así?

—¡Sí! ¡Eso es! Y os voy a contar ahora mismo de qué se trata.

Mientras caminaban, el pelirrojo les contaba a sus amigos sobre el problema que le afligía.

—Le había hablado a mi amigo Tamaki sobre ello y entonces justo hace unos minutos él me contestó que no podía quedarme en su casa y, como Bakugou estaba a mi lado; se ha dado cuenta de que yo no estaba bien. Para no preocuparos, no quise decirlo en voz alta. Lo lamento si que  os lo habéis tomado a mal.

—Puedes estar tranquilo, Kirishima. Nosotros te comprendemos pero no nos ocultes estás cosas. Somos tus amigos y sabes que podemos ayudarte.—Dijo Sero.

Eijirou sonrío de manera sincera.

—¡Muchas gracias, chicos! ¡Sois los mejores!

—¡No es nada, hombre! ¡Para eso están los amigos, Bro!—Dijo Denki

El ambiente era ahora más relajado, así que cambiaron de tema y continuaron charlando amigablemente hasta que llegaron a la pizzería.

—¡Llegamos!—Exclamó Hanta.—Ya veréis, ¡os van a encantar!

Los jóvenes entraron al local y buscaron una mesa libre en la que cenar.

Aquella sería sin duda una noche agradable.

***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!


Sexo sin compromiso [Kiribaku]Where stories live. Discover now