Capítulo XL.

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***
Touya acabó siendo encarcelado por el secuestro y violación de Bakugou, estaría por quince años en prisión y además no podría acercarse al rubio cenizo nunca más pues la orden de alejamiento era de tres mil metros.

Esto aliviaba a Katsuki, ya que no tendría que volver a lidiar con su exnovio. A pesar de esto, él había decidido entrenar junto a su novio para que algo así no volviera a sucederle; para ello, además de ejercitarse para aumentar su masa muscular, decidió también aprender técnicas con las que defenderse.

—Uff...Estoy agotado...¿Terminamos por hoy?—Le preguntó Eijirou, quien estaba sudoroso y tumbado el suelo tras haber estado haciendo pesas.

—Sí, vámonos.

Aprovechando que estaban en el gimnasio, se ducharon antes de irse. Al principio estaban los dos solos y estuvieron coqueteando pero no llegó a más debido a que llegaron más hombres allí. A Bakugou le hubiera gustado hacerlo con su novio, mas no pudo. Así que decidió esperar a llegar a casa.

—Tchs, qué fastidio.—Dijo al salir del gimnasio.

—¿Umm? ¿Por qué?

—Porque no hemos podido follar por culpa de esos malditos extras del gimnasio.

—No te preocupes por eso, Katsu.—En cuanto lleguemos a casa lo haremos tanto como podamos.—Susurró en su oído.

—Eso espero, idiota.—Hace mucho que no lo hacemos y ya tengo ganas de que seas duro conmigo.

—Así que quieres que sea duro, ¿eh?—No te preocupes, no tendré piedad~

***

Llegaron a la casa de Bakugou, ésta se encontraba vacía ya que sus padres iban a volver más tarde de lo habitual.

—Vamos arriba, no hay tiempo que perder.—Dijo Katsuki.

Kirishima sonrió y tomó a su novio para cargarlo al estilo princesa.

Cuando ya estuvieron en el cuarto, se empezaron a besar con muchas ganas. Como si no se hubieran visto en meses.

—Mngh... Eijirou...—Gimió Bakugou cuando se separaron del beso.

—Katsuki... Quiero hacértelo ya, estoy en mi límite.

—Yo igual, házmelo.

Se desnudaron con una rapidez asombrosa y se colocaron sobre la cama. Eijirou agarró las piernas de su amado y lo elevó de tal manera que tan sólo media espalda estaba apoyada en el colchón. Bakugou estaba amando aquella posición.

—Aah...¡Ah! Eijirou... Más... Más...

El pelirrojo no dudó ni por un segundo en penetrarle con mayor ahínco.

—Ah... Katsuki...

El sonido de sus pieles chocando entre sí se intensificaba cada vez más, esto daba como resultado más jadeos y gemidos por parte de ambos.

—Ah, ah, ah...Sigue, Ei... Más...

—Kat-Katsuki...Cambiemos de posición...

El rubio cenizo no puso pega alguna y cambiaron de posición. Ahora Eijirou se hallaba sentado con las piernas cruzadas mientras que Katsuki tenía las suyas cruzadas por detrás de la espalda de Kirishima.

—¡Aah...! ¡Ei...!

Bakugou convulsionaba de placer al sentir en su interior la virilidad de su amado; mientras era observado por Kirishima.

—Katsu...—Jadeó moviendo sus caderas, deleitándose con la erótica vista que le ofrecía su amado.

El pasivo se abrazaba todo lo que podía al activo, sintiendo todavía más la piel tersa y suave de éste.

—Ah...Ah...Más rápido...

Eijirou no dudó en complacerlo y aumentó el ritmo de sus caderas, lo cual dio lugar a que ambos gimieran y jadeasen más, incrementándose el calor corporal de los dos amantes.

—Katsuki...Bésame...

El aludido no puso pega alguna, pues adoraba besarlo.

—Mngh~

Continuaron un rato más, hasta que estuvieron a punto de alcanzar el clímax.

—¡Ah! ¡Eijirou...Me voy a venir!

El pelirrojo no vaciló a la hora de agarrar con mayor firmeza las caderas de su novio.

—¡Ah, Katsuki!

—Mnm...¡Eijirou...!

Finalmente alcanzaron el orgasmo. Kirishima depositó a su novio en la cama con delicadeza y salió de su interior para después tumbarse a su lado a descansar.

—Eijirou...Te quiero.—Afirmó acariciando su rostro.

—Y yo a ti.

Se dieron un tierno beso y descansaron hasta que fueron capaces de levantarse y asearse para aparentar la mayor normalidad posible ante los padres de Bakugou.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Sexo sin compromiso [Kiribaku]Where stories live. Discover now