Capítulo LXXXVI.

720 103 21
                                    

***

Por fin era viernes, el día anterior Katsuki le había avisado que tomaría el tren de las cinco y cuarto y que estaría allí en una hora, aproximadamente.

Eijirou estaba muy contento por ello y sus compañeros y amigos, pues había hecho varios ya, lo notaban.

—Hoy pareces feliz, Kirishima.—Comentó Shōto.

—Sí, es que hoy viene Mi Katsuki.

—Vaya, me gustaría saludarle aunque fuera por un momento.

—Puedes acompañarme a la estación si quieres, él llegará sobre la seis y cuarto.

—Vale, iré contigo entonces.—Lo malo es que no podré quedar con vosotros para dar una vuelta porque más tarde mi madre vendrá para llevarme con ella de viaje.

—No te preocupes, ya habrá otra ocasión.

El pelirrojo no lo mostró abiertamente mas agradecía que el bicolor tuviera planes para ese fin de semana, pues ahora quería concentrarse en su novio para arreglar las cosas entre ellos.

"Voy a aprovechar al máximo para estar con Katsuki."

***
Llegó la hora en la que ambos debían encontrarse en la estación, Kirishima ya estaba allí junto a Todoroki esperando a Bakugou.

Una voz enlatada anunciaba la llegada de un tren, justo el que traía al rubio cenizo.

"¡Menos mal!"—Pensó muy contento.

—Es el tren de Bakugou, ¿No?

—Sí.

El tren paró y comenzó a salir bastante gente. Cuando vieron al novio de Eijirou salir, fueron a saludarlo.

—¡Katsuki!—Exclamó el de dientes afilados corriendo hacia él para darle un abrazo y un beso.—¡Me alegro tanto de verte!

—Yo también, Ei.—Dijo habiendo correspondido al abrazo y al beso.

En cuanto los dos se hubieron mostrado todo el cariño que se tenían, Shōto se acercó a saludar.

—¡Hola, Bakugou!

Al reconocer la voz, Katsuki volteó su rostro y dijo:

—¡¿Y este qué hace aquí?!

—¡No te enfades! ¡Él ha venido expresamente para saludarte!

El de ojos desiguales, al ver a Katsuki molesto, dijo:

—Lo siento, Bakugou.—Tal vez no debí haber venido, será mejor que me vaya...

Katsuki se sintió un poco mal al ver así a Todoroki y le contestó:

—Tchs, no seas tan dramático, helado de fresa.

El aludido lo miró con cierta esperanza y preguntó:

—¿Eso quiere decir que puedo pasar el rato con mis dos amigos?

—Sí, pero no soy tu amigo.

—Sí lo eres, porque sino no me habrías frenado cuando estaba por irme.

—¡Eso fue sólo porque...!

—Katsuki.—Le habló Kirishima a modo de advertencia.

Con el tono de su novio, comprendió que no debía decir nada más y se resignó.

—Chs, está bien.—Ahora vámonos, tengo que llevar esta maleta a tu cuarto, Ei.

—Sí, vamos.

Segundos después caminaron hacia la salida y conversaron entre los tres sobre su día.

***

Más tarde se separaron de Shōto y se dirigieron hacia la habitación de la residencia en la que estaba Eijirou para dejar la maleta de Katsuki.

—Parece bastante ordenada, ¿Siempre la tienes así o sólo porque venía yo?

—¡Qué va!—Estoy siendo muy ordenado.

Bakugou no le creía del todo pero decidió no insistir.

—Fingiré que te creo.—Dijo dejando su maleta en un lugar de la habitación en el que no molestase. Una vez que la colocó, se sentó en la cama del pelirrojo.—Dime, Ei. ¿Qué planes tienes? ¿Cómo se supone que me vas a demostrar lo mucho que te gusto?

El mencionado sonrió y dijo:

—He pensado que sería buena idea salir a dar una vuelta y tener una cita normal de novios.—Luego acabar la noche dándote todo el amor que no he podido en tu ausencia; ¿Qué te parece?

—Bien pero falta algo...

El pelirrojo, que estaba de pie; se acercó a su amado y se inclinó hacia él:

—¿No me digas?—Dijo acercándose más al rubio.

—Sí, hay algo que necesito de ti ahora y que no me has dado apropiadamente porque estaba ese maldito helado de fresa presente.

—Tienes razón, pero no te preocupes. Lo solucionaré ahora mismo.

Seguidamente juntaron sus bocas y se empezaron a besar. Teniendo Bakugou el impulso de tirar a su novio hacia él, quedando sobre la cama con el de dientes afilados encima. Éste no se quejó y adoptó una posición mejor para besarse de una forma más cómoda. Acariciándose y entrelazando sus lenguas en aquel acto placentero a la par que romántico. Aunque para mala suerte tuvieron que separarse por la falta de aire.

—Katsu...—Susurró cuando se separaron tras el beso.—Vámonos o sino no podré controlarme y tendremos que hacerlo durante horas.

—Sí, siempre hay que dejar lo mejor para el final~

—Obvio~

Ambos volvieron a besarse, siendo en esta ocasión algo menos intenso. Cuando acabaron de mostrarse cariño, se arreglaron las ropas y tomaron lo que iban a necesitar aquella tarde para después salir del dormitorio tomados de la mano. Importándoles poco que algunos los mirasen con asco o de que cualquier otra manera.

"Cuánto imbécil en esta facultad."—Pensó Katsuki desafiando con la mirada a algunos mientras se alejaban.

—Oye, Ei. ¿Toda la gente que está en esta residencia estudia lo mismo que tú?

—Muchos de ellos sí, pero realmente no sé si todos.—¿Por qué lo preguntas?

—Porque he notado a unos cuantos que nos han mirado con asco.

—Ah, sí. Hay varios idiotas aquí, sólo ignóralos.

—Sí, no te preocupes. A mí no me importan los extras que hay aquí, sólo tú.

—Aww... ¡Tan tierno Mi Katsuki!

El pelirrojo no pudo evitar darle un beso a su amado, sin mirar quienes pudieran estar por allí.

"Vaya, creo que será difícil conseguir ese trío con Kirishima."—Pensó Monoma fotografiando con su móvil a la pareja desde una distancia prudente para luego enviarle la imagen a Awase.

***

Notas finales : ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!



Sexo sin compromiso [Kiribaku]Where stories live. Discover now