Capítulo IX.

3.6K 386 143
                                    

***

Eijirou llegó al aula junto a Nejire, allí se encontraron con Tamaki.

—Hey, Tamaki.—Saludó Kirishima.

El cabello oscuro se volteó y le devolvió el saludo.

—Oye, Tamaki; ¿han dicho ya las notas de alguno de los tres?

—No, todavía, no.

El profesor fue diciendo notas hasta que llegó el turno de que Kirishima supiera su nota.

—Eijirou Kirishima.

—¡Aquí!—Exclamó.

El adulto le miró y le dijo:

—Has sacado un 75, enhorabuena.—Le felicitó.

—¡Bien!—Exclamó.

Sus amigos también le felicitaron y, a pesar de que podía irse, el pelirrojo se esperó para saber las notas de sus amigos.

Así se enteró de que Nejire había obtenido un 95 y Tamaki un 90.

Sorprendentemente pocas personas habían suspendido el examen.

—Estoy muy contento con las calificaciones, espero que aquellos que hayáis sacado buenas notas sigáis así. Sin embargo, a los suspensos les pido que se esfuercen más. Ahora podéis idos.

Los alumnos se retiraron y se fueron hacia otros lugares.

—¿Nos vamos a la cafetería?—Propuso Hado.

—Sí, vale. ¿Te apuntas, Kirishima?

—¡Sí, claro!

Los tres fueron a la cafetería, pidieron sus almuerzos y se sentaron en una de las mesas. Pasaron un buen rato charlando entre ellos pero una nueva vibración en el pantalón de Kirishima, sacó a éste de aquella entrañable atmósfera.

"¿Será más publicidad?"—Pensó sacando el móvil de su pantalón.

No tenía esperanza ninguna pero esta vez sí fue la persona que más ganas tenía de que le llamase.

"Bakugou..."—Pensó emocionado al saber que ese apuesto muchacho le estaba llamando.

Nejire lo miró con preocupación.

—¿Pasa algo, Kirishima?—Cuestionó su amiga.

—Eh... No, no, sólo me tengo que ir. Debo atender una llamada, enseguida vuelvo.

—Ah, vale. ¡Te esperamos!

Eijirou aceptó la llamada y salió de la cafetería.

—¡Hola, Bakugou!

>Al fin respondes, ¿por qué has tardado tanto?

—Lo lamento, es que estaba en la cafetería del instituto.

>Ya veo.

Seguidamente hizo una breve pausa antes de volver a hablar.

>Kirishima, tengo que hablar contigo.

Tengo que hablar contigo...

Esa frase era el equivalente a "tenemos que hablar", lo cual no significaba nada bueno.

—¿Sobre qué? ¿Hice algo malo?—Preguntó nervioso.

>No, no es eso. Solamente quería preguntarte si podríamos vernos hoy.

—¿Hoy? No sé si podré...¿Por qué lo dices?

>Porque, si no podemos quedar hoy, tendremos que posponer nuestros encuentros al otro fin de semana debido a que este no voy a poder verte.

—Ah, ya veo.

>Pero si no puedes, no pasa nada. Hasta otra.

—¡No, espera!

Katsuki había estado a punto de colgar, sin embargo, al escuchar a Eijirou desesperado; no lo había hecho.

>¿Qué pasa?

—Quería decirte que sí quiero quedar contigo hoy. Pero tendrá que ser a partir de las siete, no puedo antes.

>Está bien, ¿nos vemos a las siete y cuarto en la calle Dango?

—Sí, vale. Allí estaré.

>De acuerdo, adiós.

—Adiós.

Tras la conversación con Bakugou, se sentía más animado, así que volvió con sus amigos y pasó un rato con ellos hasta que finalizó el recreo y tuvieron que volver a clase.

***

El día pasó muy rápido y llegó el momento de verse. Eijirou ya estaba llegando al lugar acordado cuando vio que Katsuki también acababa de aparecer por allí. Entonces no perdió el tiempo y se acercó a él.

—¡Bakugou!

El rubio cenizo alzó su mirada y se acercó al muchacho.

—Hola, Kirishima.

Se acercaron el un al otro y Kirishima comenzó a hablar.

—¿Y hacia dónde se supone que vamos, Bakugou?

—A mi casa, ¿eso es un inconveniente para ti?

—No, está bien para mí.

—Pues vayámonos entonces.

Ambos iniciaron su camino hacia la casa de Katsuki, durante éste; Eijirou le hizo preguntas a Bakugou para saber más acerca de él.

—¿Y qué tal los estudios? ¿Te van bien?

—Sí, lo cierto es que soy el tercer mejor alumno de mi clase. ¿Y tú?

—Wow, pues yo...No soy de los mejores pero me esfuerzo je, je, je. De hecho hoy me han dicho la nota de un examen de historia y saqué un setenta y cinco.

—Vaya, nada mal. Enhorabuena.

—¡Gracias! La verdad es que estoy muy contento, creí que suspendería.

—¿Te cuesta estudiar?

—Sí, la verdad. Aunque hay asignaturas que me cuestan más que otras.

—Yo puedo ayudarte en las que quieras.

—¿En serio? ¿No sería una molestia para ti?

—No, está  bien si eres tú. Así puedo pedirte el pago al terminar de estudiar.

Eijirou se ruborizó pues entendía el doble sentido que Katsuki le había dado a la palabra pago.

—¿Qué me dices? ¿Aceptas?

—¡S-sí!

Ganaron sus alborotadas hormonas adolescentes.

Bakugou sonrió sin que el otro se diera cuenta.

"Jodidamente tierno."

Continuaron hablando animadamente, no sólo hablaron de estudios, sino que también sobre sus familias. Y así ambos supieron que eran hijos únicos, que kirishima tenía una buena relación con sus padres pero la de Bakugou con los suyos no tanto, aunque no era algo preocupante.

Cuando llegaron a la casa del rubio y éste cerró la puerta tras ellos, no dudó en iniciar un apasionado beso con Kirishima.

—Bakugou...—Susurró cuando separaron sus labios.

—Ven a mi habitación, necesito que lo hagamos ya. Hoy estás más lindo de lo normal.—Dijo agarrando la mano del contrario para arrastarlo hacia su dormitorio.

Eijirou, por su parte no fue capaz de pronunciar palabra pues no terminaba de procesar lo que su "amigo", le acababa de decir.

"¿M-más lindo de lo normal? ¿Le parezco lindo?"—Pensó sintiendo su alborotado corazón.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Sexo sin compromiso [Kiribaku]Where stories live. Discover now