Capítulo LXXVIII.

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***

Finalmente llegó el día en el que ambos debían separarse pues Bakugou asistiría a la Universidad de Tokio y Kirishima a la Universidad Internacional de Akita.

Ambos se levantaron temprano aquella mañana, pues debían llegar puntuales a la estación de trenes. Aunque cada uno iría en uno distinto.

—Ei, bésame.—Le dijo Katsuki estando a solas en cuarto.

El susodicho no se negó e inició un beso apasionado.

"Echaré mucho de menos los besos de Katsuki."—Pensó mientras se dejaba llevar por las sensaciones que el beso le transmitía.

—Mm~—Gimió el pelirrojo al sentir una mano de su novio en su zona íntima.

Entonces llamaron a la puerta.

>¡Chicos! ¡¿Estáis ya preparados?!

Al oír la voz de Mitsuki tuvieron que separarse y responder rápidamente.

—¡Sí, vieja bruja!

>De acuerdo, bajad en diez minutos.

—Vale.—Contestaron ambos.

La madre de Bakugou se alejó y Katsuki propuso lo siguiente:

—Eijirou, estoy caliente. ¿Y tú?

—Yo también pero si empezamos a hacer el amor se nos va a hacer tarde.

—Podemos hacernos una paja conjunta, ¿quieres?

—Sí.

Entonces Katsuki puso la alarma de en su móvil para que sonase en diez minutos y después se quitaron sus pantalones y ropa interior para luego sentarse en la cama de tal manera que apenas existiera distancia entre ellos para poder juntar sus erecciones.

Una vez que estuvieron acomodados, cada uno puso una mano para rodear ambos miembros e iniciar la masturbación.

—Aah... Ah... Katsuki...

—Mnh... Eijirou...

Se miraron y pudieron observar el sonrojado rostro del contrario.

"Se ve tan hermoso..."—Pensaron los dos del contrario acercándose mutuamente para besarse.

Durante el beso aumentaron el ritmo de la masturbación, dando como resultado gemidos ahogados.

—Mmm...

—Mng~

No aguantaron mucho más y se vinieron. Los novios se habían sentido mucho mejor tras haberse aliviado y, aprovechando que les sobraban tres minutos, se limpiaron en el baño y, seguidamente, se pusieron de nuevo sus pantalones y ropa interior.

Entonces, temiendo ya las maletas en mano; bajaron sin mayor demora antes de ser llamados.

—Me alegra no haber tenido que llamaros, ahora meted el equipaje en el maletero y subid al coche.—Dijo la rubia.

Por fin subieron al auto y fueron llevados a la estación tomados de la mano durante todo el trayecto.

***
Minutos más tarde, ya se encontraban en la estación de trenes.

Todavía les sobraba algo de tiempo mientras esperaban, así que decidieron ir a algunas tiendas pero sin la compañía de los padres de Bakugou, quienes decidieron que se quedarían para avisarles de sus trenes.

—Creo que me compraré estas chocolatinas.—Dijo Eijirou tomando varias.—¿Tú no te comprarás nada?

—No, los dulces no me agradan demasiado. Ya lo sabes.

—Es cierto pero tal vez pueda haber lago que te agrade, vamos a mirar.—Dijo tomándolo de la mano para llevárselo junto a él.

Katsuki no tenía mucho interés mas no se negó por el simple hecho de querer pasar el mayor tiempo posible junto con su novio.

—¿Qué te parece esta piruleta?—Preguntó Kirishima.

El rubio cenizo la agarró y la observó.

—No me gustan las piruletas.

—Lo sé pero esa es de fresa picante.

Comprobó que así era, sin embargo, no le acababa de interesar.

—Es igual, no la quiero.

—Vale, miremos más cosas.

El de dientes afilados le mostró varios dulces que pudieran interesarle a su novio pero no logró que quiera comprarse uno.

—Vaya. Yo quería comprarte algo...

—No hace falta, Eijirou.—Yo no necesito nada, me basta y me sobra con tu compañía.

El nombrado se sonrojó.

—Katsuki...

Kirishima sintió tal ternura que le dio un beso a su amado.

—Te amo, Katsu.

—Y yo a ti.

Se dieron otro beso y entonces una voz enlatada anunció lo siguiente:

>Atención pasajeros de la línea 6, vayan a su vía.

—¡Oh, esa es la mía!—Exclamó Eijirou.

—Te acompaño.

Eijirou, junto a su novio y los padres de éste; se dirigieron a la vía en cuestión y poco después llegó su tren.

—Señores Bakugou, les agradezco mucho su hospitalidad.—Mi estadía en su casa ha sido genial y divertida. Muchas gracias por todo.

Los dos adultos sonrieron.

—No es necesario que nos agradezcas, ha sido agradable convivir contigo.—Dijo Masaru.—Cuídate mucho.

—Lo haré.—Dijo sonriendo ampliamente.

Entones Mitsuki hizo el siguiente comentario:

—Sí, además has conseguido que nuestro mocoso esté más calmado y feliz. Ya no es tan gremlin como antes.

—¡¿Ah?! ¡¿Qué dices vieja bruja?!

Los dos iniciaron una discusión que fue frenada por sus respectivas parejas.

—Katsuki, te echaré mucho de menos.—Pero prometo que contactaré contigo a diario o casi a diario, no quiero que nuestra relación de enfríe y rompamos.

—Yo tampoco quiero eso, así que hablemos siempre que podamos.

—¡Claro!

Se dieron un último beso de despedida y el pelirrojo subió a su tren. 

"Ei..."—Pensó triste mientras veía el tren alejarse.

Bakugou tuvo que esperar un rato más antes de tener que subir a su tren, despidiéndose antes de sus padres.

"Bueno, al menos estará el cara plana para hacerme compañía."—Pensó mirando por la ventana del vagón en el que estaba.

Ambos se habían separado y estarían en sus respectivos destinos en cuestión de una hora y media. Iniciando así una nueva etapa en sus vidas.

***

Sexo sin compromiso [Kiribaku]Where stories live. Discover now