Sexo sin compromiso [Kiribaku]

Capítulo LXXV.

***
Estando ya en la calle, Kirishima quiso preguntarle a su amado qué rumbo tomarían.

—¿Adónde vamos, Katsuki?

—He pensado que podríamos ir a la feria que hay en la antigua zona industrial.

—De acuerdo, ¿está muy lejos?

—Un poco, ¿eso supone un problema para ti?

—No, claro que no.—Solamente tenía curiosidad.—Aseguró sonriendo.

El rubio cenizo le sonrió también y tomó la mano del pelirrojo.

—Busquemos una parada de autobús.

Su novio asintió y continuaron su camino hasta que hallaron una parada. Miraron los autobuses y las paradas que harían. Finalmente, Bakugou ya sabía en qué autobús debían subirse.

—Entonces es el autobús A... Voy a ver cuánto le falta para llegar.—Dijo Eijirou.

El de dientes afilados se fijó en un poste que tenía una pantalla, la cual mostraba el tiempo que iba a tardar cada autobús en llegar.

—Al autobús A le quedan diez minutos para llegar.

—Bien, en ese caso, vamos a sentarnos.—Dijo Katsuki.

Se sentaron y esperaron pacientemente. Estuvieron unos minutos en silencio hasta que el más alto habló.

—Ojalá este verano no terminase, detesto la idea de separarme de ti.

—Yo también pero también creo que, aunque se nos haga difícil no poder vernos tanto; considero que esta podría ser una ocasión para comprobar qué tan fuerte es nuestra relación.

—¿Tienes dudas de que lo sea?

—No, yo pienso que lo es.—Lo único que me preocupa son las personas que quieran coquetear contigo.

—¿Por qué?—Yo sólo tengo ojos para tí y te veo como el hombre más sexy que podría desear.—Nadie me ha calentado nunca como tú lo haces.

—¿D-de verdad?

—Sí, además, siento que esta vez estoy enamorado de verdad.—Mis sentimientos por ti no son un simple capricho y creo que lo he demostrado con creces, ¿o no es así?

—Claro que sí, igual que yo también te he demostrado que soy alguien leal a tí y con principios.—Es simplemente mi inseguridad: Tengo pavor de que te enamores de alguien más.

—¿Crees que eres el único con ese miedo?—Yo también tengo ese pensamiento a veces, temo perderte.

Kirishima se sorprendió, pues siempre había visto a Bakugou como alguien seguro de sí mismo.

—Katsuki... Pero... ¿Por qué piensas eso?—Lo digo porque dudo que existan muchos  hombres que vayan a ser más guapos que tú.

—Es posible, sin embargo, ¿te has mirado a un puto espejo, Eijirou?—Eres muy sexy pero no eres consciente de ello y eso es peligroso.

El pelirrojo se sonrojó.

—E-exageras...

—No lo hago, siempre tengo que estar mirando mal a chicas para intimidarlas porque quieren llamar tu atención.

—¿Qué?—No creo que sea mi atención lo que quieren, tal vez sea la tuya la que desean.

—Sí que es a ti, las he podido ver mirándote con deseo y haciendo est—Dijo con tono de desagrado.

"Está celoso, debo calmarle."

Así que lo abrazó y le dio un beso.

—No tienes que ponerte celoso por ellas, sabes que soy gay y que no me atrae nadie más que tú.