Capítulo CV.

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***
Por fin llegó el fin de semana, momento en el que Eijirou iría a visitar a Katsuki.

Cuando Kirishima estuvo de camino hacia la estación, el rubio cenizo lo llamó.

>¿A qué hora llegarás?

—A las cinco y media pero no hace falta que vengas a buscarme. Iré yo a tu piso.

>¿Seguro que no te perderás?

—No, yo me oriento bien.

>De acuerdo. Te paso la ubicación y el número del piso.

—Vale. Gracias, cariño.

>No es nada. Nos vemos luego.

—Sí, hasta luego~

Terminaron la llamada y el pelirrojo siguió andando hasta la estación, en la que tuvo que esperar veinte minutos hasta que el tren llegó.

"Ya quiero ver a mi Katsuki."—Pensó imaginando cómo sería el recibimiento que su novio le daría.

***
Entre tanto, Katsuki se preparaba para arreglarse y estar así presentable para Kirishima.

—Esta ropa no es suficiente.—Dijo apartándolo a un lado.

Después buscó otras prendas para ponerse y tardó bastante en encontrar algo que al de dientes afilados le pudiera agradar.

—Este sí le gustará.—Dijo mirándose al espejo, viendo así su ropa. La cual consistía en una camisa roja, sin los primeros botones desabrochados, un pantalón vaquero que resaltaba su trasero y unas zapatillas grises.

Estando ya listo, salió de su cuarto para ir al salón. Donde se encontró a Hanta besando a Mina.

—Eh, cara plana. Ni se te ocurra follar aquí.

En ese instante, la pareja se separó y el de cabellos azabaches respondió:

—¡O-oye! ¡Yo nunca haría algo así aquí!

—Más te vale.—Dijo para luego sentarse en otro sofá.

Ashido notó que su amigo iba bastante arreglado, así que le preguntó:

—¿Por qué tan arreglado, Bakugou? ¿Acaso vendrá Kirishima~?

El susodicho se sonrojó como un tomate.

—¡E-eso no es asunto tuyo!

La de cabello rosado sonrió de manera traviesa y le contestó:

—Oh~ eso es que sí~

Su comentario hizo que Bakugou se avergonzase más, ya que había dado en el clavo.

—¡N-no es eso!

—Sí lo es. Me dijiste que vendría.—Dijo Sero.

—Vaya, vaya, así que yo estaba en lo cierto~—Dijo la novia de su amigo.

—Sí, amor~

Se dieron un beso y Katsuki se levantó, no sin antes soltar una serie de improperios que sus dos amigos no se tomaron en serio.

"¡Idiotas!"—Pensó volviendo a su habitación esperando la llegada de su novio.

***
Eijirou había llegado a la hora prevista y salió de la estación. Frente a ésta había dos taxis.

—Buenas tardes, necesito que me lleve a un sitio.

La taxista lo miró y le respondió:

—Suba, por favor.—Yo subiré su macuto al maletero.

Sexo sin compromiso [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora