Capítulo XLI.

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***
Ambos continuaron con sus vidas como buenamente podían, Katsuki iba tres veces por semana a terapia y lo cierto es que le estaba ayudando mucho. A veces su novio lo acompañaba, pues el terapeuta se lo pedía en ocasiones para algún ejercicio.

Sin embargo, esta vez era una de aquellas veces en las que la presencia de Kirishima no era requerida. Así que se quedó en casa y decidió hacer una videollamada con sus padres.

>Hola, hijo. ¿Qué tal estás?

—Muy bien, papá. ¿Y vosotros?

>El trabajo nos va muy bien y estamos bien de salud pero te echamos mucho de menos, hijo mío.

—Yo también a vosotros, mamá.—Por cierto, van a llegar las vacaciones de primavera, ¿vais a venir?

>Tenemos pensado ir, estamos esperando a que nuestros jefes nos den el visto bueno.

—¿Y cuándo lo sabréis?

>Mañana nos lo van a confirmar, pero lo más seguro es que no haya problema. Así que, en cuanto nos lo digan, reservaremos los billetes e intentaremos que sean para el día siguiente.

Eijirou se puso feliz al saberlo pues estaba deseando ver y abrazar a sus padres.

—Estoy emocionado con poder veros, ¿cuántos días os vais a quedar?

>Cinco días, no podemos quedarnos la semana entera.

—Oh, vaya. ¿Os quedaréis en un hotel o iréis a casa?

>Preferimos nuestra casa, así tenemos más libertad y comodidad que en un hotel. Por cierto, ¿qué tal en la casa de los Bakugou? ¿Estás a gusto allí?

—Sí, mucho. Ellos son muy agradables.

>Me alegro, ¿qué tal con tu amigo Bakugou?

El pelirrojo se sonrojó y se puso un poco nervioso.

—Bi-bien, nos llevamos bastante bien.

Entonces su padre le hizo una pregunta:

>¿Tienes novia, Eijirou?

Ahí estaba, la pregunta más incómoda para él.

—P-pues...No, no tengo.

>¿No? ¿Por qué? ¿Están ciegas o es que ninguna llama tu atención?

La situación era incómoda, sin embargo Kirishima quiso sincerarse.

—En realidad...Tengo novio.

Se hizo un silencio largo y tenso, con una expresión de sorpresa por parte del padre pero con una neutra por parte de su madre, pues ésta sabía que su hijo era gay y prácticamente se imaginaba quien sería el novio.

Su marido se dio cuenta de ello y le preguntó a su esposa:

>¿Tú sabías algo de esto?

>No realmente pero ya lo sospechaba, ¿tú no?

>No, siempre pensé que nuestro hijo era heterosexual.

Eijirou los observaba sin decir nada y es que no terminaba de atreverse a preguntarle a su padre qué le parecía.

"Me da miedo pero tengo que saberlo."

—Papá, ¿te parece mal que sea gay?

>No, hijo; claro que no. Sólo me sorprende, es todo.

En ese instante, Kirishima sintió un gran alivio.

>De todos modos, tengo curiosidad, ¿quién es?

—No te lo digo, prefiero que os enteréis en persona. Pienso presentároslo.

>Está bien, como quieras. ¿Qué tal los estudios?

—Voy muy bien, he subido mis notas gracias a Katsuki.

>Sabía que ese chico era una buena influencia para ti, me alegra que lo tengas a tu lado. Consérvalo, parece un buen muchacho.

—Sí que lo es, papá. Él es genial.—Dijo sonrojándose levemente.

La llamada continuó un rato más, su madre le aseguró que le avisarían de la hora y día en que llegarían. Después finalizaron llamada.

***

Eijirou les contó más tarde a los Bakugou, mientras cenaban; que sus padres vendrían a pasar unos días de vacaciones de primavera.

—¿Ellos se quedarán en tu antigua casa o en un hotel?—Preguntó Mitsuki.

—En nuestra anterior casa, se quedarán cinco días.

—¿Y tú te quedarás con ellos?—Cuestionó Masaru.

—No, prefiero ir a verlos simplemente, sería un poco fastidioso trasladas mis cosas allí y luego volver a traerlas.

La respuesta le gustó a Katsuki pues él se había acostumbrado tanto a la presencia diaria de su novio que se sentiría triste si éste se ausentase, aunque tampoco se lo hubiera impedido si su novio hubiese querido.

—Cuando los veas, podrías decirles que vengan aquí algún día para conocerlos.—Propuso la rubia.

—Eh...Les preguntaré.

—Está bien, ya nos dirás si aceptan la invitación.

Dejaron el tema a un lado y siguieron cenando y hablando de otras cosas.

***

Finalmente había llegado el día, sus padres ya estaban en la ciudad. Kirishima estuvo chateando con ellos por whatApp, éstos le dijeron que no hacía falta que les esperase en el aeropuerto y que fuera directamente  a la casa a las doce en punto; momento en el calcularon que estarían allí.

En cuanto llegó a su casa, sus padres le esperaban en la puerta, puesto que ellos no tenían las llaves, sino él. Ambos se alegraron tanto de verlo, que dejaron las maletas en la puerta y corrieron a abrazarlo. 

Los tres lloraron de emoción al verse.

—Hola, hijo mío.—¡Qué guapo estás!—Exclamó su madre.

El pelirrojo se avergonzó por el halago de su madre.

—¡Qué exagerada, mamá!

—No lo soy, cielo.—Estás más guapo que nunca.—Dijo para después colmarlo de besos.

Después su padre se acercó y miró con orgullo.

—Has crecido mucho, eres todo un hombre.—Dijo palmeando su hombro derecho.

Tras la efusiva bienvenida, Kirishima les entregó las llaves, abrieron la puerta y pasaron.

A continuación; sus padres llevaron las maletas a su dormitorio y luego se dirigieron al salón.

—Pensaba que ibas a traer a tu novio, ¿cuándo nos lo vas a presentar?—Cuestionó su madre.

—Puedo traerlo mañana, si queréis.

—Vale, tráelo mañana a las cinco y media, a ver si le viene bien.

—De acuerdo, hablaré con él.—Por cierto; los padres de Bakugou quieren invitaros a su casa algún día.

—A mí me parece bien, ¿qué te parece a ti, querido?

—Yo estoy conforme, estamos dispuestos a ir sea cual sea el día que nos inviten.

—Está bien, se lo diré cuando vuelva.

Eijirou estaba feliz, de que sus padres aceptasen de buen grado, pues a él le gustarían que ellos se llevasen bien con sus futuros suegros.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Sexo sin compromiso [Kiribaku]Where stories live. Discover now