Capítulo LI.

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***
Los meses fueron pasando, tanto que ya apenas faltaba un mes para terminar el curso; por lo que los exámenes finales estaban a la vuelta de la esquina.

Bakugou y Kirishima sabían que en breve debían hacer elegir la universidad a la que irían. Así que hablaban de ello mientras caminaban para ir a clase.

—Katsu, ¿tú a qué universidad irás?

—A la Universidad de Tokio; ¿y tú?

—Wow, ¡Esa es la mejor universidad de Japón! Debe ser difícil entrar pero seguro que tú lo consigues.—En cuanto a mí, yo quisiera ir a la Universidad internacional de Akita.

—Pues ya puedes empezar a prepararte el examen de acceso porque son bastante exigentes.—De todos modos, ¿qué estudiarás allí?

—Estudiaré para ser profesor de gimnasia porque las ciencias no son lo mío ja, ja, ja.

—Sí, al menos tomaste una buena decisión.

—Lo sé, ¿tú estudiarás arquitectura?

—Sí, estoy decidido.

—Me alegra que lo tengas claro,  aunque tenía la esperanza de que fuéramos a la misma universidad, a pesar de no estudiar la misma carrera porque echaré de menos verte todos los días.

—Bueno, no es como si tuviéramos que hacer siempre lo mismo y tener los mismos intereses.—No es necesario que estemos pegados como lapas.

—No digo que tenga que ser así, ¿o es que tú no me echarás de menos?

—Sí, pero creo que también estaré más tranquilo porque a veces eres muy molesto.

—Así que ahora resulta que te mi presencia te molesta...¿Acaso te estás cansando de mí?

—No es eso, solamente pienso que es bueno que nos separemos un poco.

El pelirrojo paró en seco, dolido por las palabras de su novio.

—¿Qué haces? ¿Por qué te paras?

Kirishima estaba cabizbajo con los puños cerrados y temblorosos.

—¡¿Por qué estás hablando como si estuvieras deseando que nos separemos?! ¡Si ya no te gusto y te has hartado de mí, sólo dilo de una vez!

—¿Qué? ¡Eso no es así, me estás...!

—¡No! ¡Tú realmente quieres estar lejos de mí! ¡Y eso duele!

—¡Qué no! Escucha, Eijirou; yo...

—¡No quiero escucharte más! ¡Me voy a clase!—Dijo dándose la vuelta para empezar a correr.

—¡Espera, Eijirou! ¡No te vayas!

—¡Déjame!—Le respondió corriendo más deprisa.

El rubio cenizo no podía alcanzarlo y le dolía dejar que se marchase así.

"Idiota, lo entendiste todo mal."—Pensó frustrado y triste por no haber podido arreglar las cosas con su amado.

Ambos chicos estaban tristes pues era la primera pelea seria que tenían como pareja. Pero no querían que sus amigos se enterase, por lo que fingieron que nada había pasado.

***

El pelirrojo había estado triste durante las horas de clase, intentaba que no se notase pero al final del día sus amigos lo notaban.

—Oye, Kirishima; ¿te pasa algo?—Le preguntó su amiga Nejire.

—No, nada. Solamente estoy un poco cansado hoy.—Se excusó.

—Oh, ¿eso quiere decir que no vas a venir con Tamaki y conmigo esta tarde?

—Sí, claro que voy.—Dormiré un poco antes de vernos.

—De acuerdo, entonces nos vemos esta tarde a las seis y cuarto en la cafetería Kumo.

—Claro, ¡nos vemos!

Se despidió de ellos y continuó su camino, aunque no esperaría a su novio en el lugar de siempre sino en la puerta de su casa.

"Le escribiré un mensaje para avisarle."

Katsuki

No te voy a esperar en la calle de siempre, estaré en la puerta de casa esperándote._Eijirou

Salió del chat y bloqueó su teléfono para seguir andando.

***

Bakugou estaba por llegar a la calle en la que debía encontrarse con el pelirrojo, mas no lo vio.

"¿Por qué no está aquí?"

Pensó en revisar su teléfono y vio el mensaje.

—Así que con esas tenemos...Muy bien.

Enfadado, guardó su  móvil de vuelta en un bolsillo de su pantalón y se marchó de allí sin andar deprisa pues en estos instantes no deseaba ver a Kirishima.

—Hasta que te encuentro.—Dijo Katsuki cuando llegó y vio a su novio.

El aludido, que estaba apoyado en la pared de la entrada, se despegó de ésta y miró al rubio cenizo con molestia sin responderle. Se limitó a esperar que Bakugou le abriera la puerta.

El rubio cenizo introdujo la llave en la cerradura de la puerta y dejó que Eijirou entrase primero.

—¡Hola, chicos! ¿Qué tal el día?—Le preguntó Mitsuki nada más verlos.

—Como siempre.—Dijo Katsuki yendo hacia el piso superior para ir al baño y dejar la mochila en su cuarto.

La rubia suspiró por la escueta respuesta de su hijo.

—Tan comunicativo como siempre...¿Y qué hay de ti, Kirishima? ¿Todo bien?

—Sí, pero no hay mucho que contar, lo siento.—Dijo acariciándose la nuca con nerviosismo.

—Oh, vaya, qué decepción...—Bueno, ahora ve a lavarte las manos que la comida ya está lista.

—¡Voy!—Exclamó para después desaparecer.

***

Cuando todos estuvieron en la mesa, la comida se desarrolló con normalidad; sin embargo, una vez que iban terminando de comer Katsuki fue el primero en irse sin decir nada. Más tarde fue Eijirou, ambos tuvieron compartir cama para echar la siesta aunque en ese momento no les apetecía.

Más tarde Bakugou se iría sin hacer ruido para no despertar a Kirishima ya que había quedado con sus amigos y no le apetecía darle explicaciones al pelirrojo con respecto a lo que haría aquella tarde.

"Adiós, Ei."—Pensó en el momento de marcharse de allí.

Sus padres, quienes estaban en el salón; lo vieron y le preguntaron a dónde iba.

—Con unos amigos, luego vuelvo.

—Pásalo bien, hijo.—Le dijo su padre despreocupadamente.

Mitsuki se extrañó porque le pareció extraña la actitud se su hijo y le parecía que algo iba mal.

"Algo ha pasado y no han querido decir nadie. Tal vez más tarde intente hablar con Kirishima."—Pensó preocupada.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!


Sexo sin compromiso [Kiribaku]Where stories live. Discover now