Sexo sin compromiso [Kiribaku]

Capítulo LV.

***
Los novios se encontraban su habitación estudiando para el examen de acceso. El pelirrojo estaba estudiando matemáticas y el rubio cenizo química. Ambos estaban solos en la casa en aquel momento.

—¿Por qué tiene que haber una parte de matemáticas en el examen de acceso? Voy a estudiar para ser profesor de gimnasia, deberían sólo por los deportes.—Se quejó el pelirrojo.

—Lo hacen para comprobar el nivel de la gente, tienen que descartar a los inútiles.

—¡Oye, yo no soy un inútil!

—No lo digo por ti, solamente he respondido a tu pregunta.

A pesar de lo que Katsuki le había dicho, no pudo evitar seguir sintiendo molestia.

—Supongo que para ti es fácil decirlo, todas las asignaturas se te dan bien. Eres el estudiante perfecto. Incluso durante los años de instituto estuviste entre los tres mejores de tu clase.—Reconozco que te envidio por ello, a mí los estudios no se me dan muy bien.

—Eso era antes de conocerme a mí, yo te estuve ayudando a mejorar; ¿recuerdas?

—Sí, pero aun así...No soy inteli-

Entonces Bakugou le golpeó con su libro de química.

—Deja de decir esas mierdas y para de quejarte, sólo estudia y ya.

—Eso intento pero sigo sin entender las derivadas.

—Yo te las explico si quieres.

—Pero tú estás estudiando química, no quisiera interrumpirte.

—Es igual, en realidad ya me lo sé bastante bien.

—¡Realmente eres increíble, Katsuki!—Entonces; ¿Realmente me vas a ayudar?

—Sí, te ayudaré.

—¡Gracias! Prometo compensarte cuando termine con las matemáticas.

Bakugou sonrió pícaramente.

—Más te vale, Eijirou.

Estuvo durante bastante rato ayudando a su novio a entender cualquier duda que tuviera y, aunque le costase un poco, pudo llegar a entender las cosas.

***

—¡Al fin!—Exclamó Kirishima cuando finalmente fue capaz de haber realizado varios ejercicios de derivadas que su novio le había mandado hacer.—Muchas gracias por tu ayuda, Katsuki.—Dijo sonriéndole.

—De nada.

Entonces Bakugou se levantó del suelo y fue a tumbarse en la cama para descansar un poco.

El pelirrojo lo miraba desde el escritorio y le dijo:

—¿Quieres la recompensa o estás cansado?

—La quiero, ¿por qué crees sino que vine a la cama?

—Muy bien, sólo espera a que busque los condones y el lubricante.

—De acuerdo.

Eijirou se puso a rebuscar en la mesita de noche y dejó sobre ésta un preservativo y el bote de lubricante. Acto seguido, se quitó las zapatillas y se colocó sobre su amado para iniciar un candente y deseoso beso.

Katsuki no dudó ni un segundo en corresponderle, así que posó una mano en la nuca de su novio y otra en la espalda.

—Mng...—Gemía el rubio cenizo durante el beso.

Después de un rato, Kirishima quiso pasar a los preliminares. Empezando por el cuello de su amado.

—Mmm...¿Qué tienes con mi cuello...Eres un jodido vampiro...?—Cuestionó entre jadeos.