Capítulo XLVI.(corregido)

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***

La cena estaba yendo como la seda hasta que Mitsuki dijo lo siguiente:

—Me apena saber que no podré tener nietos, me hubiera gustado mucho volver a tomar a un bebé en mis brazos.—Dijo con nostalgia.

—Entiendo eso, pero ellos pueden adoptar.—Dijo el padre de Kirishima.

—Sí pero no es lo mismo, ese bebé no tendría ninguna vinculación genética conmigo.

—¿Y eso qué importa? Sería tu nieto de todas formas.—Intervino la señora Kirishima.

—No del todo porque de ese bebé no conoce a sus padres, yo creo que es más difícil tomarles cariño al no ser familia.

—¡Menuda tontería!—Se indignó la de cabello azabache.—El hecho de compartir genes con alguien no significa demasiado, porque no tienes que querer a alguien porque sea de tu familia, puedes llevarte mal con gente con la que tienes vinculación genética.

—Sí, eso lo sé pero la realidad es que cuesta más tenerle cariño a un bebé que no sea de nadie de tu familia.

La insistencia de Mitsuki enfadó todavía más a la madre de Kirishima y la discusión iba de mal en peor.

Sus maridos se preocuparon e intervinieron en la pelea, más no sirvió de mucho y eso fue clave para que Eijirou hablase.

—¡Basta!—Gritó.—¡No pueden discutir esto como si Katsuki y yo no contásemos! Nosotros no sabemos si algún día adoptaremos o no.—¿Qué pasaría si no tenemos hijos? No es como si se fuera a acabar el mundo por eso.

Los adultos lo observaron en silencio, anonadados por sus palabras mientras Bakugou miraba a su amado con orgullo.

—Eijirou tiene toda la razón, nosotros podemos decidir si no tener ningún hijo si así lo queremos porque es nuestra vida, no la vuestra.

Los adultos se sintieron avergonzados pues los jóvenes tenían razón.

—Eso es cierto pero también es verdad que todos los padres tenemos la expectativa de tener nietos algún día, cosa que es natural en el ser humano.—Dijo Mitsuki.—También es verdad que es vuestra vida, lo siento.

La madre de Kirishima comprendía la postura de la rubia ceniza porque en parte ella también tenía la ilusión de tener nietos algún día.

—Yo también me disculpo, no debimos estar discutiendo sobre nietos ahora cuando es pronto para eso. Aun así entiendo a Mitsuki, porque yo también tengo la misma ilusión. Lo siento mucho.

Kirishima y Bakugou se miraron entre sí antes de decir nada para decir:

—Está bien, viejos.—No es para tanto pero debéis evitar discutir sobre temas en los que sólo Eijirou y yo tendremos que tomar una decisión.

—Sí, por favor. No volváis a hacer eso.—Les pidió el pelirrojo.

Los adultos comprendieron que había sido absurdo e innecesario discutir sobre algo que los dos chicos tendrían que decidir en un futuro.

—Lo sentimos, no debimos pelearnos por esto.—Se disculpó Mitsuki.

La señora Kirishima también se mostró arrepentida.

—Está bien, os perdonamos. No son necesarias más disculpas.—Afirmó Eijirou con una sonrisa para tranquilizarlas.

Todos estaban ya más tranquilos, el conflicto fue resuelto e intentaron hablar de otros temas hasta que los padres de Eijirou tuvieron que irse.

—Se ha hecho tarde ya, será mejor que nos vayamos.—Dijo la madre del pelirrojo.

—Sí, ambos estamos un poco cansados ya.—Afirmó su marido.

Entonces fueron acompañados hasta la puerta, donde se despidieron de su hijo y de los Bakugou. 

—Adiós, hijo.—Nos vemos otro día.—Dijo su padre.

—¡Sí, claro! ¡Nos vemos!

Sus padres se fueron por fin y esto alivió a Eijirou ya que había acabado con un mal sabor de boca por el tema de la adopción.

"Sabía que algo pasaría, ha resultado ser una noche desastrosa."—Pensó el pelirrojo desanimado cuando ni sus padres ni los de su novio estuvieron cerca.

—Ei, ¿estás bien?—Cuestionó su novio, quien se encontraba a su lado.

—No mucho, me siento un poco mal por lo que ha pasado esta noche.

—¿Eh? ¿Por qué? Tú no provocaste la discusión, sino la vieja bruja.

—No le digas así a tu madre, Katsu.

—Tchs, pero igual sabes que tengo la razón. Esto es su culpa.

—Pero no creo que ella lo haya hecho con la intención de provocar una pelea...

—Yo tampoco lo creo, sin embargo, ella ha sido la causante.—Lo siento, esa bruja es muy bocazas.

—No, tu madre sólo dio su opinión, estoy seguro de que no pretendía ofender a mi madre.

En ese momento Bakugou puso sus manos en las mejillas de su novio.

—¿Por qué tienes que ser tan jodidamente bueno?—Dijo mirándolo fijamente.

—¿Yo?—Te equivocas, sólo digo lo que pienso.—Y mi opinión es que tu madre no es mala y no dijo eso para herir a nadie.

Katsuki no lo soportó más y tuvo que darle un beso.

—Eres demasiado bueno, te quiero.—Dijo para después dejar de agarrar las mejillas de Kirishima.

Al otro le emocionó la muestra de cariño por parte de su novio y no pudo evitar lanzarse hacia el para abrazarlo y darle muchos besos. La escena era demasiado empalagosa y, a pesar de que el rubio cenizo no era muy aficionado a muestras afectivas, se dejó durante un rato solamente porque se trataba de Eijirou.

—E-Ei, ya es suficiente.

—Perdón ja, ja, ja. No pude evitarlo, fuiste demasiado tierno.

—No es cierto, tú eres el que es excesivamente tierno.

—Pero igual te gusta~

Katsuki se avergonzó porque era cierto.

—Como sea, me voy a dormir.—¿Vienes?

—¡Sí!

Antes de acostarse, se asearon y se pusieron los pijamas para después dormir abrazados; lo que calmó y mejoró el humor de Kirishima aquella noche.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Sexo sin compromiso [Kiribaku]Where stories live. Discover now