Capítulo XLIX.

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***
Ya por la tarde, fueron a visitar el acuario de Hakkeijima, tuvieron que tomar un tranvía para llegar allí pues quedaba algo lejos del hotel.

Kirishima estaba emocionado porque había leído que el acuario era enorme y poseía una gran variedad de especies.

Cuando llegaron pagaron sus entradas  y pasaron.

—Primero quiero ver a los tiburones, ¿dónde dice el mapa que están?—Le preguntó el pelirrojo a su novio.

—Según el mapa, hay que ir hacia la izquierda y luego bajar unas escaleras.

—¡Bien, vamos a buscarlas!

Tomó la mano libre de Katsuki y juntos se dirigieron a la zona de los tiburones.

Una vez allí, pudieron ver una gran variedad de especies. Eijirou se emocionó como un niño.

Bakugou lo miraba con ternura al verlo tan feliz y es que si su novio lo era, él también.

—¿Has visto ese?—Dijo señalando a un tiburón martillo.

—Sí, lo he visto. Tiene una cabeza rara. ¿Es tu favorito acaso?

—No, mi favorito es el tiburón tigre.

—¿Sí? Pensé que sería el tiburón blanco.

—¿Por qué?

—No sé, supongo que porque se ve imponente.

—Bueno, la verdad es que no me disgusta. Lo malo es que esa especie no puede verse en un acuario, así que me conformo con verlo en documentales.

—¿Y por qué no puede estar en un acuario? ¿Es por su agresividad?

—No, lo que sucede es que no duran mucho dentro de uno. Lo han intentado y normalmente ha durado unos dieciséis días. Aunque se sabe de un acuario estadounidense qu e tuvo a uno por seis meses.

—Vaya, eres la enciclopedia de los tiburones, ¿eh?

Kirishima se sonrojó un poco y se rascó la nuca con nerviosismo.

—¡Qué va! Sólo sé algunos datos pero no es como si me supiera todos.—Dijo con modestia.—¿Y qué hay de ti? ¿Hay alguno que te guste especialmente?

—Sí, tú.—Dijo dándole un beso en la mejilla.

Eijirou se sonrojó bastante.

—¡Ha-hablo en serio!

—Yo también.

Kirishima se rio y le dio un golpe juguetón en el brazo.

—No, en serio.—¿Hay alguno que te guste?

—Pues...—Katsuki hizo memoria intentando recordar algunos de los tiburones que conocía.—Creo que el que más me gusta es el tiburón ballena, ¿sabes a cuál me refiero?

—Sé cuál es, ese tiburón tiene un aspecto peculiar. Pero se ve realmente genial.

Continuaron un rato más mirando tiburones hasta que Eijirou se dio por satisfecho. Después cambiaron de zona dirigiéndose a la zona de las medusas, donde se encontraban las especies más exóticas del mundo.

A ambos les encantó aquella zona.

—¿Ahora a cuál vamos, Katsu?

—Me gustaría ir a la de caballitos de mar.

—Esa zona tiene que ser muy bonita, vamos.—Dijo Kirishima.

Y no se estaban errados, pues aquella especie era muy bonita. Incluso parecía ser una zona bastante popular pues había mucha gente allí.

Sexo sin compromiso [Kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora