–Cuando salgas de aquí espero que tu también puedas ser feliz. –Expresé sincera, tomó una respiración para retener las lágrimas que querían salir otra vez.

–Eso quisiera, a veces pienso que en cuanto salga empezaré una nueva vida pero al mismo tiempo me da miedo. Lo bueno es que mi familia está de mi lado.

–Confío en que harás las cosas bien, sólo tienes que ser fuerte, además cuentas el apoyo de tu familia que es lo más importante.

Ya no parecía la chica de aspecto cansado que salió por la puerta metálica, su semblante no era el mismo.

–Es muy raro esto, después de atacarnos constantemente en un pasado. –Rió por lo bajo.

–Creo que somos personas diferentes ahora. –Ella asintió estando de acuerdo con mis palabras.

El tiempo se acabó y ambas nos despedimos deseándonos lo mejor. Nunca imaginé que el tener una conversación con ella podría suceder, salí de allí sintiéndome bien. Pude notar que ya no era la misma, ella misma dijo que había reflexionado y se notaba. Se dio cuenta que nadie tenía las cosas por sentado y que la vida podía dar muchas vueltas.
No sabía si la iba a volver a ver cuando saliera en libertad, pero realmente esperaba que pudiera continuar con su vida y superar todo.




Después de estar algunas horas con SoMi, SeongSu y Gigi, decidí venir al super, en casa faltaban algunas cosas que había que reponer, además las chicas estaban de vacaciones por lo que nosotros nos encargábamos de todo.

Pasé por el pasillo de las frutas y reconocí a la señora Lee, quien fue una de las amigas estiradas de Anna.

Seguí mi camino escogiendo las frutas que iba a llevar y metiéndolas en la cesta que llevaba colgada en mi brazo.

Mi teléfono comenzó a sonar y vi que era JiMin, así que contesté.

–Park.

Bonita, ¿te falta mucho?

–¿Acassia? –Escuché una voz a mis espaldas y cuando giré me encontré con la señora Lee y su gran sonrisa hipócrita.

–Espera un segundo, cielo –Le dije a JiMin y bajé el teléfono. –Hola, señora Lee. –Saludé, manteniéndome neutral.

–¿Cómo has estado? Supe que hace unos meses te habías ido del país, pensé que no volverías, ya sabes, con tantas cosas que dicen, sobretodo de esa relación tan poco natural que tienes con Park JiMin –hizo una mueca de desagrado– supongo que se les hace difícil seguir con sus vidas. Y Anna...

Dejé de escuchar lo que decía, contando mentalmente hasta diez y sonreí tan hipócritamente como ella.

–Como que si usted no fuera parte de las personas que no tienen otra cosa que hacer que meterse en la vida de los demás –su expresión se endureció de a poco– además es curioso que me dirija la palabra, pensé que no trataría con alguien como yo "tan falta de moral y valores" igual que mi madre, y discúlpeme que se lo diga pero debería ocuparse de seguir viviendo su vida perfecta donde engaña a su marido con el jardinero cada vez que éste sale de viaje o mejor aún seguir presumiendo a su perfecta hija quien no llegará virgen al matrimonio como le quiere hacer creer. Que tenga una buena tarde, señora Lee.

Me giré, dejándola con la palabra en la boca, caminando hasta salir del pasillo.

Lo que había dicho no era mentira, ella se jactaba de la infidelidad que cometía, la escuché varias veces cuando iba a casa, además que tenía a su hija en un pedestal, decía que era la chica más pura y buena de todas, siendo que después de una fiesta –a las que según ella no asistía– Jin la llevó a su apartamento y luego de eso siguieron viéndose por algunos días. Hasta que la chica no pudo seguir escapándose.

•Little Lies. |PJMWhere stories live. Discover now