Cuatro.

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Me había quedado dormida, tendría que desayunar en la universidad si quería llegar a tiempo a clases. Anoche cuando llegué a casa, luego de la cena con mi amigo, Anna me informó que hoy había un evento de una de las fundaciones a las que papá ayudaba y estábamos invitadas.

Como debía ir a la universidad, iría al evento directo desde allá, estaba buscando en mi closet que ponerme, porque no me daría tiempo de venir a casa para arreglarme, así que me vestiría de una vez de acuerdo a la ocasión.

Ya me había duchado, escogí un vestido color durazno y me lo puse. Me quedaba unos centímetros más arriba de la rodilla y era ajustado al cuerpo. El color quedaba bien con mi tono de piel.

EunBi y yo si bien ambas heredamos algunos de los genes latinos de Anna, teníamos ciertas diferencias entre nosotras, mi piel era un poco más tostada que la de ella, mis ojos eran rasgados como los de papá y los de ella más almendrados.

En realidad, éramos distintas en muchos aspectos, me gustaba mantener mi cabello largo hasta la cintura y ella suele cortarlo con regularidad, nuestro estilo de vestir también lo era.

Nuestras personalidades eran muy distintas, polos opuestos.

Mi hermana y yo quisimos ser modelos, desde pequeñas ese era nuestro sueño, pero lamentablemente al tener la suficiente edad para intentarlo, nos chocamos con la realidad de que no encajábamos en el estándar de belleza para serlo. Las dietas no funcionarían y la única opción era recurrir a la cirugía plástica, yo decidí dejar aquel pensamiento atrás, no cambiaría nada de mi cuerpo. EunBi tuvo algunos problemas gracias a aquello, pero le hice ver que no estaba mal ser diferente, afortunadamente, había superado sus inseguridades y la desilusión de no cumplir dicho sueño.

Me peiné y me maquillé levemente, ya tenía mis cosas guardadas en la cartera, busqué unas sandalias bajas y me las coloqué, agarré los tacones llevándolos en la mano, me incomodaba manejar con estos, por eso me los pondría al llegar a la universidad. No solía usar tacones para ir a estudiar, a menos que tuviera una exposición, pero debido a esto tendría que hacerlo.

Era temprano, así que Anna aún seguía dormida y EunBi, al tener clases más tarde, probablemente también estaba durmiendo. Me dirigí hasta la cocina para avisarle a las chicas de servicio que desayunaría en la universidad, salí de casa y me subí al auto.

Luego de unos cuántos minutos, ya me encontraba aparcando en el estacionamiento cercano a mi facultad. Me cambié las sandalias por los tacones, me colgué la cartera al hombro y salí del auto colocando la alarma, antes de dirigirme hacia la cafetería, faltaba media hora para que la clase empezara.

Compré mi desayuno y una botella de agua, busqué una mesa vacía y me senté.

Después de un rato ya había terminado de comer y revisaba mi teléfono mientras se hacía la hora del comienzo de la clase, faltaban diez minutos.

–¡Hola, noona! –Alcé la mirada y me conseguí con Jungkook sentándose frente a mi, con un café en su mano. Tenía una sonrisa cálida en su rostro.

–Te he dicho que no me llames así, Kook. –Entrecerré un poco los ojos y el soltó una risita, encogiéndose de hombros.

JungKook era un muy buen amigo de EunBi, cuando lo llevó a casa la primera vez, creí que él quería algo con ella por eso a los días que fue nuevamente, lo amenacé. Un poco.

No tenía un hermano mayor sobreprotector, pero me tenía a mi, y cumplía bien mi papel. Luego me di cuenta de que sólo eran amigos y después ella empezó a salir con HoSeok, que tampoco se había escapado de las amenazas, aunque de vez en cuando, le refrescaba la memoria.

•Little Lies. |PJMNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ