Dieciocho.

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JiMin

No dejaba de pensar en la noche que fuimos al club, cuando Bae se acercó de aquella manera tan seductora, no sabía si lo hacía a propósito o por los efectos del alcohol. Es que ella era una tentación para cualquiera y me estaba odiando por casi permitir dejarme envolver.

Su forma de pensar, de ver las cosas, más allá de su belleza, era atractiva de muchas maneras.

Yo no podía pensar en ella, de otra forma que no fuera mi amiga y estaba seguro de que, lo que estaba experimentando era simple atracción física y no podía cometer el error de dejarme llevar por eso. Había notado que podía ser coqueta, directa o indirectamente, y no estaba seguro si lo que pasó esa noche fue adrede. Debería hablar con ella para que no hubiesen malentendidos, y así no tener problemas con HyunJin.

–¡Amor! –Me sobresalté. Demonios, me había quedado hundido en mis pensamientos y no le estaba prestando atención a lo que decía. –No me estas escuchando, ¿qué pasa? –Se quejó.

–Discúlpame, bebé. Tengo muchas cosas en la cabeza. –Suspiré, revolviéndome el cabello.

–Me he dado cuenta, estás muy distraído últimamente. –Pasó las manos por mi cabello, acariciando y dando pequeños masajes.

–Lo siento. –Le di un beso corto en los labios. –¿Qué me decías? –Me concentré en ella.

Nos encontrábamos en mi habitación, en un rato iríamos al restaurante porque mi tío quería hacer un almuerzo allí.

–Te decía que si estás seguro de que el señor Park está de acuerdo con que me mude aquí.

–Él no tiene ningún problema, además esta casa es muy grande –Le acaricié la mejilla y ella me dio un beso en la mano.

HyunJin y yo llevábamos hablado de irnos a vivir juntos, desde hace un tiempo, sus padres eran algo conservadores y no querían que eso pasara hasta que nos casáramos. Y la verdad es que, también había algo que me detenía de tomar la decisión de buscar un lugar para vivir, la razón era mi hermanito. Mi tío no pasaba mucho tiempo con él, porque estaba muy ocupado. Yo no quería dejarlo, de vez en cuando me hacía tiempo para buscarlo a sus prácticas, de pasar tiempo con él y hacer cosas juntos. Sabía que en algún momento me tenía que ir, pero cuando fuera la boda, él ya estaría más grande y maduro, entonces así lo podría entender. Por eso hablé con HyunJin para que se viniera a vivir aquí mientras, ella estaba dispuesta a ignorar cualquier queja de parte de sus padres y mi tío no tenía ningún problema en que se quedara aquí.

–Entonces mañana comenzaré a traer mis cosas. –Me dedicó una sonrisa y yo le devolví el gesto.

Se colocó sobre mi, tomándome del cuello para acercar su rostro y comenzar a besarme, yo le seguí. Coloqué mis manos en su cintura, acariciando la piel bajo su blusa.

–Tenemos tiempo. –Habló agitada al separarse, tenía las mejillas ligeramente rosadas.

–Creo que deberíamos ir yendo, se hace tarde. –Susurré, no tenía ganas de hacer nada.

–Como sea. –Bufó y se levantó, acomodando su ropa.

Me sentí mal porque yo nunca me negaba, pero por alguna razón no quería hacer el amor con ella ahora.

La tomé del brazo antes de que saliera del cuarto y la pegué de la pared, ella tenía su ceño fruncido.

–No te enojes, amor –le acaricié el entrecejo con un dedo– si llegamos tarde, mi tío se molestará. Más tarde te lo recompensaré, ¿si? –Asintió, nos besamos por unos segundos, antes de salir de la habitación tomados de la mano.

•Little Lies. |PJMWhere stories live. Discover now