Mark Lee jamás imaginó que su vida escolar se vería arruinada por su torpeza, tampoco imaginó que derramaría su café en la costosa ropa del rey de su nuevo y prestigioso instituto, Seo Johnny y que este en venganza lo tomaría como el nuevo juguete d...
—Está bien chico, subiendo las escaleras a la izquierda hay un balcón muy tranquilo en el que puedes atender llamadas— Le dijo y después se fue.
Ignoró aquello y se acercó al baño tocando la puerta entonces soltando una maldición en voz baja al notar que este estaba ocupado. Realmente quería estar en un lugar más tranquilo para tomarse una respiración por el agobio que estaba sintiendo en el patio trasero, así que no vio mala la idea de subir a aquel balcón para respirar un poco de aire fresco.
¿Cómo pudo ser tan imbécil?
Ni siquiera había un balcón en la segunda planta, tan solo la inesperada aparición del chico que lo miraba mucho detrás de él tapando su boca y arrastrándolo a una de las paredes hasta empujarlo hasta que su espalda topó contra ella. Le destapó la boca y tomó sus muñecas intentando inmovilizarlo mientras gruñía, Mark lloro y trató de forcejear contra el chico pero estaba siendo presa del pánico y el otro era considerablemente más grande y fuerte que él.
Sonrió como una de sus piernas se colocaba contra las suyas y su rostro se escondía en su cuello mientras reía.
—Hueles muy bien amor, ¿qué colonia usas?— Rió y beso debajo de su mandíbula.
Mark sintió mucho asco y las ganas de llorar porque no podía hacer nada más qué moverse inútilmente y llorar.
—D-Dejame por favor— Pidió llorando.
El chico rió nuevamente para después morder la curvatura de su cuello y hombro.
—Por favor— Pidió nuevamente pero el otro no paro.
La primera vez que estuvo en esa posición con alguien más fue con Johnny, y aunque no lo recuerda bien supo que no fue tan desagradable como lo estaba siendo esa vez, no se había sentido de esa manera, con Johnny se sintió bien, estaba bien. El día anterior Haechan había pasado hielos sobre las casi inexistentes marcas que el azabache dejo haciéndolas desaparecer de una vez, ahora se arrepentía de haberlo dejado hacer porque tal vez si no fuera por eso ahorita no estaría siendo marcado por otra persona.
—¡Dejalo hijo de puta!— Sus muñecas fueron soltadas y su cuerpo cayó al suelo cuando alguien se abalanzó sobre el chico.
No lo pensó mucho, paso sus manos sobre su cuello intentado desaparecer la asfixiante sensación de los besos y las mordidas de ese tipo, todo se volvió aún más asfixiante cuando al levantar la vista observo a quien menos pensó ver en ese momento. Yuta golpeaba al chico quien se intentaba defender fallando en el proceso, del otro lado estaba Sicheng quien miraba asustado la escena mientras retrocedía un poco.
Lo siguiente que sintió fue al japonés arrodillarse frente a él, tomarlo de los hombros mientras observaba preocupado su rostro.
—¿Estás bien? ¿Ese hijo de puta te hizo algo?— Le preguntó y Mark estuvo a punto de responder si no fuera por que fue interrumpido por una quinta presencia.
—¿Qué cojones?— Johnny lucía muy enfadado, y más al ver a Yuta frente a él.
Se acercó, lo tomó se la camisa para levantarlo y propinarle un puñetazo en la mandíbula. Mark gritó y se levantó como pudo mientras escuchaba los gritos de el chino también.
—¡Imbécil para ya! ¡Yuta no es ese tipo!— Gritó Sicheng haciéndolo parar.
Espera, ¿Winwin conocía a Yuta?
—¿Qué?— Johnny parecía igual de atónito.
Yuta lo empujó y se separó mientras limpiaba la sangre que escurría de su labio, rápidamente el chino se acercó y lo tomó su rostro mientras lloraba inspeccionándolo con cuidado.
—¿Quién es?— Preguntó Johnny y entonces se miro al chico intentando levantarse del suelo después de la paliza que le dio Yuta—. Serás un hijo de puta.
Le dio una y otra patada en el estómago hasta que este tosió sangre y rogaba que parará, no lo hubiera hecho si no fuera porque Sicheng le dijo que si no lo hacía lo iba a terminar matando.
—L-Lo siento hombre, n-no sabía que era tu chico— Se disculpó arrepentido.
—Pues muy mal para tí al haberte metido con mi chico, pedazo de mierda— Le dijo enfurecido y le dio otra patada dejándolo inconsciente.
Después miro a Mark, se acercó para tomar su rostro, alzarlo y apretar su mano restante en un puño al ver la casi marca que ese tipo dejó en su cuello. Ese maldito, si no fuera porque no era un asesino ahorita mismo estaría emprendiendo su camino directo al infierno, dónde los tipos como él merecían estar.
—Estoy bien— Habló Mark y el más alto rió.
—Si, y yo soy el rey de Inglaterra— Le dijo soltando un bufido.
—No serás de Inglaterra pero si del instituto, ¿no hay mucha diferencia o sí?— Intento reír pero no pudo, tan solo hizo una mueca sintiendo más lágrimas deslizarse por sus mejillas.
El azabache lo miro por unos segundos fijo hasta que suspiro y soltó su barbilla entonces tomando su mano.
—Vamos al baño para que te calmes— Le dijo.
Ni siquiera notó que estaba temblando.
—Espera, no te lo puedes llevar— Lo interrumpió Yuta mientras mantenía un pedazo de papel en su labio roto.
—¿Quién dijo que no? ¿Quién cojones eres tú?— Espetó Johnny molesto.
Sicheng miro preocupado a Yuta pero este tan solo suspiro y lo miro como si le preguntará si estaba bien que fuera con él, asintió un poco y le brindó una pequeña sonrisa antes de ser arrastrado por el mayor hacía el baño de la segunda planta.
YUTA POR FIN APARECIÓ, y se trae algo con Sicheng owo.
Un tipo se intentó sobrepasar con Mark pero afortunadamente lo salvó el bebé de Yuta, quién resultó también herido porque Johnny pensó que había sido él quién trató de abusar de Mark. Sicheng le había avisado a Seo por un mensaje.
Y JOHNNY SE REFIRIÓ A MARK COMO SU CHICO AHHH.
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Mark rubio es todo lo que está bien en este mundo.
