Di un pequeño brinco al sentir la mano de mi madre sobre mi hombro. Me miraba preocupada entre la penumbra. Traía puesta su bata y su pelo estaba alborotado a causa de haber estado durmiendo.

—¿Le pasa algo a Soojin? —Preguntó preocupada. Suspiré agachando la cabeza.

Entonces tomó mi brazo y me dirigió escaleras abajo.

Fuimos a la cocina, mi madre hizo entonces el desayuno. Era un poco pronto aún pero la verdad es que, después de estar la noche en vela, no creía que fuera buena idea acostarme casi a las cinco de la mañana a riesgo de quedarme dormido y no ir a clase. Le había prometido a Soojin que le pasaría los apuntes.

Mi madre me dejó frente a mí un tazón de leche caliente y dejó otro para ella, tomó asiento y me observó por un rato. Aún tenía cara de estar dormida, pero aún así, parecía bastante preocupada e interesada por la situación.

—¿Qué ha pasado, cariño? —Tomó una palmera de chocolate, mojándola en la leche. Revolví entonces la mía antes de respirar hondo.

—El día que fuimos a buscar las cosas de Soojin a casa de sus padres, descubrimos un sobre rosa sobre la encimera que iba de parte de su madre —empecé a explicarle—. Al parecer, era todo aquello que ella debía de saber, la verdad de por qué todo siempre fue así —suspiré—. Acabamos de terminar de leerlo todo.

—¿De golpe? —Asentí—. Debe de ser mucha información, ¿verdad?

Asentí de nuevo.

—¿Y qué decían las cartas?

Le expliqué entonces todo y ella se quedó bastante sorprendida. Yo no podía negar que a mí también me había sorprendido demasiado, nunca imaginé que los padres de Soojin fueran un matrimonio arreglado y que ella hubiera tenido que acceder para poder tomar la empresa Park y, aunque imaginaba que el control del padre de Soojin llegaba a niveles insospechados, nunca pensé que Sohye hubiera tenido que sufrir tanto para protegerla de todo.

—Nunca hubiera imaginado que su actitud se debía a que quería protegerla...

—¿Qué opinas como psicóloga, mamá? —Se encogió de hombros.

—Como psicóloga obviamente te diría que quizás, con otras acciones, las cosas se hubieran arreglado pero, como madre... Entiendo perfectamente lo que hizo. Cariño, ya lo entenderás, pero te darás cuenta de que un hijo es más importante incluso que uno mismo, el amor fraternal, la conexión que hay es tan inmensa, que simplemente, tu hijo se convierte en todo para ti y harías lo posible para que no sufriera.

—Pero al fin y al cabo, Soojin sufrió.

—Ya, pero gracias a su madre por lo menos tuvo un sitio estable —hizo comillas—, donde estar. Quién sabe lo que su padre podía haber hecho con ella. Quizás no fue la mejor elección pero teniendo en cuenta que, al final de todo, la madre de Soojin es víctima de los actos de su marido... Le tiene miedo Hoseok, le puede quitar todo, incluso a su hija.

Mi corazón se aceleró.

—Por eso la dejó ir, porque sabría que a pesar de todo, aunque estuvieran separadas, por lo menos Soojin podría ser feliz.

Sonrió de lado.

—¿Sabes? Creo que llego a comprender su situación y creo que puedo llegar a perdonarla. Pero no estoy segura de que Soojin pueda hacerlo —admitió mi madre. Jugueteé con los dedos de mis manos.

Yo tampoco estaba seguro y me preocupaba como pudiera actuar después de saber toda la verdad.


HOPE ━ j. hoseokWhere stories live. Discover now