40

1.8K 216 89
                                    

El lazo de una relación se hace más fuerte si la confianza es mayor.

Nuestras respiración comenzaron ser agitadas y la cercanía de Arthur comenzaba a darme calor, haciendo que a parte de la vergüenza, mis mejillas ardieran adquiriendo un tono rojizo —Okay, eso me agrada— Sus ojos púrpuras perdieron un brillo en esp...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nuestras respiración comenzaron ser agitadas y la cercanía de Arthur comenzaba a darme calor, haciendo que a parte de la vergüenza, mis mejillas ardieran adquiriendo un tono rojizo —Okay, eso me agrada— Sus ojos púrpuras perdieron un brillo en específico, y su sonrisa pícara comenzó a desvanecerse, para dar a paso una muy nerviosa.

Se alejo de mí un par de centímetros y jugó con sus manos, por primera vez después de tanto, Cath hizo su estupenda aparición —Así que... ¿Ya resolvieron su discusión?— Arthur aclaró su garganta y por fin se alejo de mi, cubriendo su rostro con sus manos.
Mire al gato en la cama a mi lado y rodé los ojos —¿Qué? Sólo trató de ayudar.

—Te lo agradezco— Me puse de pie y camine hacia Arthur —Ahora sólo queremos privacidad— El gato abrió enorme sus ojos y luego sacó la lengua en modo de disgusto —¡No de esa manera! Gato asqueroso.

—A mi no me engañas— Entró al baño de la habitación y se encerró —¡Con quien demonios fui a caer!

Rodé los ojos y solté un gruñido cruzandome de brazos —Tu gato no me agrada— Arthur por fin se dio la vuelta, mostrándome la sangre aun fresca de su nariz —Últimamente te esta saliendo mucha sangre ¿Te dan golpes de calor?

—No, estoy bien— Se sentó en la cama. Me miró con culpa en sus ojos y una gran pena, estaba muy avergonzado y con su simple mirada me decía que no sabía cómo actuar. Por lo que pase mis manos por su cuello y me sente encima de él.

—Realmente me preocupas Arthur— Me incline hacia la mesita a lado de la cama para tomar un paño, y regresé limpiando su rostro y manos —Me molesta tu inseguridad porque...— Acerque mis labios a los suyos, dando un corto beso —Te amo, y no puedo vivir sabiendo que te sientes insuficiente para mi, porque Arthur— Me aleje de él y recargue mis manos en su pecho —¡Eres todo lo que necesito para vivir! ¡Eres como mi aire!— Volví acercarme para juntar nuestras frentes —Eres mi vida entera, y eres mucho más que suficiente para mi. Eres mucho más...— Nuestras respiración volvieron a mezclarse con agitación —Para mi.

Sus mejillas volvieron a llenarse de lágrimas y me sonrió débilmente —No te merezco— Cerro los ojos y negó bajando la mirada. Eso me hizo suspirar con cansancio, por lo que lo empuje a la cama acostandolo y comencé a besarlo. Sabía que nos encontrabamos en una posición bastante comprometedora, estando yo encima de él, sosteniendo sus hombros para evitar que se pusiera de pie.

Sus manos tomaron mi cintura, y sus labios comenzaron a besarme con mucho más dulzura. Un par de minutos estando en la misma posición besándonos, eso hizo que nos separaramos por la falta de aire —Amo estar así contigo, p-pero...— Lo observe tragar saliva.

—¿Qué?— Sus manos se aferraron en mi cintura y su cabeza se hecho hacia atrás hundiéndose en las almohadas con un sonrojo bastante notorio, desde sus mejillas hasta la punta de sus orejas. Trague saliva al pensar impuramente, dándome la idea de lo puede estar pasando debajo de mi cuerpo. Por lo que rápidamente me puse de pie y me aleje muy nerviosa al no saber como actuar ante la escena —V-voy a bajo, te espero allá— Salí corriendo de la habitación sin siquiera dejar que hablara. Mi respiración se agitó y mis manos temblaron, sabía que Arthur ya no era un niño, siendo un año mayor que yo, pero tampoco esperaba eso —No es para tanto, es... Obvio— Me vi confundida antes mis propias palabras, sacudiendo mi cuerpo ante el escalofrío que me recorrió por completo —Oh Dios mio— Con pasos apresurados baje las escaleras.

𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢  "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora