𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢 "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ"

25

Ninguna causa esta perdida, mientras quede un insensato dispuesto a luchar por ella.

[Arthur]

Jadee por aire y mire a mi compañero, Griamore. Él cual luchaba contra aquel mounstro al que nos enfrentabamos.

—¡Cuidado!— Le adverti cuando la cola se sacudió y se dirigió a él. Rápidamente me incorpore y fui tras su ayuda, saltando y tratando de encajar la inútil espada de madera en el mounstro.

Al menos eso lo desoriento y antes de que me lanzará salte fuera de su radar —Gracias, su majestad.

—Llamame Arthur— Ambos nos pusimos alerta, puesto que había desaparecido.

—Sería muy irrespetuoso de mi parte, usted y la señorita Andromeda se deben su merecido respeto como reyes— Solté una risa.

—Esta bien, en verdad. Puedes llamarnos por nuestro nombres— La cosa volvió a salir y ambos nos separamos.

—Sí usted insiste— Seguimos luchando y tras algunas técnicas más vencimos al mounstro. Choque los puños con el grandote y le sonreí —Rey Arthur, tengo una duda...

—Dime— Respiramos y nos relajamos.

—¿La joven Andromeda y usted son esposos?— Me quede paralizado y un gran escalofrío recorrió mi cuerpo.

—¿Q-qué? ¿Q-quien dijo e-eso?— Trague saliva muy nervioso.

—No, nadie. Es sólo que, deduciendo las cosas lo pensé. Ya sabes, tu y ella son reyes de Camelot, y siempre están juntos y parecen una linda pareja de enamorados...

—¿Linda pareja de enamorados?

—Así que, supuse que estaban ¿Casados? ¿O comprometidos?— Terminó de decir.

—Ah, yo... No... No, es que... Ah...— Me rasque la nuca y lo mire, suspire y negué —No, ella y yo no somos pareja. Ella está comprometida con el reino, con la corona, pero no conmigo— Le aclare.

—Oh, ya veo. Perdóneme— Negué y reí para aligerar la situación.

—No te preocupes, nos lo dicen muy seguido— Baje la mirada.

—Usted la quiere ¿Verdad?— Me sobresalte y negué repetidamente, pero él se rio, haciendo que suspirara rendido.

—¿Tanto se me nota?— Pregunté.

—A ambos, parece que el sentimiento es recíproco. Ella también lo ama, Arthur— Lo mire y él me sonrió con sinceridad, luego palmeo mi hombro y me queje por eso —Lo siento.

—No, no hay problema— Le reste importancia —Pero... ¿En verdad... Ella... Me ama?

—¡Claro! Se le nota en la mirada, ustedes se ven a los ojos como si no existiera nadie más en este mundo— Suspiro —Así como yo veo a la princesa Verónica.

—¿Es tu novia?— Pregunté.

—Es complicado— Asenti y eleve mi puño.

—Te entiendo— Chocamos de nuevo los puños y suspiramos.
De pronto otro temblor nos hizo poner alerta.

[Andromeda]

—Demonios— Me queje girando en el suelo para poder estar boca arriba y así ponerme de pie , pero la espada de "Arthur" me impidió hacerlo.

—¿Qué pasa lindura? ¿Estas acorralada?— Aleje la cuchilla de mi rostro y con mis piernas lo aleje de mi.

—¡Hendrickson! ¡Necesito ayuda!— Le grite poniéndome de pie y defendiendome.

—¡Ya lo sé!— Él se encontraba luchando con aquella cosa/mujer lo que sea que haya provocado a estos golems. Aleje a "Arthur" de mi con una patada y comencé a inhalar con desesperación, me había sofocado.

—¡Ahhhh!— Gire mi rostro y cerré los ojos esperando la espada de "Dreyfus", pero sólo se escucho el golpe de dos espadas siendo chocadas. Cuando abrí los ojos "Arthur" me estaba protegiendo.

—Ella es mía, inútil. El tuyo está por allá— Señaló a Hendrickson —Así que, ni se te ocurra tocarle uno sólo de sus cabellos ¿Entendido?

—Da igual, ella— Señaló a la tipa con que seguía en lucha con Hendrickson —... los quiere muertos a ambos, así que terminemos con ella y luego iremos por él.

—¿Saben? Estoy aquí— Ambos giraron a verme.

—Metete en tus malditos asuntos, ella me pertenece— Siguieron con su disputa, así que tomé la espada de madera y me aleje de ellos, yendo a ayudar a Hendrickson, quien cada vez más se veía en desventaja.

Di un salto pero un dolor insoportable y el peso de algo en mi pierna me hizo caer al suelo chillando del dolor, suspire y me sente para ver mi pierna la cual tenía incrustada una maldita espada en ella.
Mire a los dos golem a unos cuantos metros de mi y apreté mi mandíbula.

"Arthur" se giro con molestia hacia "Dreyfus" y sin pensarlo dos veces lo degollo con su espada. Exclame con sorpresa por aquello, no crei que, siendo del mismo bando fuera hacer aquello. Quiero decir, es un golem creado para matarme y ha matado a su compañero sólo porque me ha lastimado... ¿Esto es alguna clase de juego mental?

—¿¡Qué estas haciendo!?— El grito feroz de aquella horrible mujer resonó por toda la cueva.

—Se acabó, no seré más tu maldito esclavo— Alce mi ceja y gire a ver a la mujer, quien extendió su brazo a nuestra dirección... ¿DONDE ESTA HENDRICKSON?

—¡Hendrickson!— Lo llame, pero no hubo respuesta de su parte.

Una arcada y después sonidos de asfixia me hicieron regresar la vista hacia "Arthur", quien estaba tumbado tocandose la garganta. Gire una última vez hacia la mujer, y con un solo suspiro de mi parte tome la espada de "Dreyfus" y se lo lance, dando justo en medio de sus dos cejas, provocando a su vez la muerte y el fin del entrenamiento...

O eso creía ¿No se suponía que el golem debía desaparecer? —Aún no está muerta ¿Cierto?— Le pregunté a Jenna.

—Lo está, has pasado la prueba— Frunci está vez las cejas y cojeando camine hacia el falso Arthur.

—¿Por qué él no se ha desvanecido?— "Arthur" jadeaba por aire, y poco a poco su cabello comenzaba a tomar otro color... A uno negro.

—Porque él es uno de los presos de Lamia "La devoradora de almas", quien en su último entrenamiento le dio su alma a cambio de... La vida de su compañero— El chico me miró y solo así pude ver sus ojos azules marinos, ahora era tan distinto, ya no era mi Arthur —Los has liberado.

—No lo entiendo— Dije dejando caer la espada, quien al rebotar por segunda vez en el suelo desapareció —¿Esto no era un entrenamiento?

—Lo era.

Libre un alma que no debía ser librada... Temo por nosotros, amor.