22

2.1K 258 25
                                    

No hay ni un sitio sagrado en el cual no estés tu.

—¿Me puedes prestar tus lentes?— Gowther me miro y ladeo su cabeza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Me puedes prestar tus lentes?— Gowther me miro y ladeo su cabeza.

—¿Para que quieres mis lentes?— Le sonreí y extendí mi mano, el pareció no muy convencido, pero aún así se quito sus lentes y me los entrego. Lo observe por unos segundos antes de ponerme sus lentes.

—¡Wow! Esas bien cegueton— Mire todo a mi alrededor, sintiéndome a la vez mareada por verlo todo borroso —No juegues, Full HD 4k, esto es de otra dimensión— Me burle extendiendo mis manos para tratar de analizar hasta que radio podía ver mejor con los lentes.

—¿Podrías devolverme mis lentes?— Y justo cuando me los estaba quitando, nos sacudimos con brusquedad, haciendo que cayeron al suelo por lo inesperado que fue —¿Estas bien?

—Sí— Le respondí entregándole sus lentes aun tirada en el suelo de la taberna —¿Qué fue eso?— Me puse de pie y gire hacia fuera, si bien la mayoría se encontraba allá, prefería estar adentro por si Arthur me necesitaba en cualquier momento.

—Tal parece que el capitán detecto algo que podría estar impidiendo nuestro curso— Me acerque junto a Gowther, para ver así por una de las ventanas a los demás y lo sentí...

—Son los diez mandamientos ¿No es así?— Pregunté con seriedad. Enseguida todo mi sentido se activo y pude sentir algo bastante aterrador, casi tan similar como cuando presenti a Galand, solo que esta vez... Es mayor.

—Ya se dieron cuenta de nuestra presencia— Apreté mi puño y mire a Gowther. Y luego hacia los demás, quienes parecían también estar atentos ante lo que podríamos estar peligrando, suspire y mire a nuestro alrededor. Seguiamos caminando hacia el norte, en busca de Diane, para que así pudiéramos regresar su memoria.

Muchas cosas sucedieron en pocas horas ¿Pueden creerlo? Porque yo no. Quiero decir, no me esperaba que Diane escapara sin ningún recuerdo, y luego no tener el tiempo de hablar con él reino, cuando bien puse un pie fuera de la habitación de Arthur, Merlín ya me estaba dando la indicación de prepararme para irnos. Y luego al siguiente segundo ya nos encontrabamos montando al puerco gigante en busca de los otros pecados.

Y Arthur no parecío estar del todo bien, comenzó a vomitar y seguía estando tan decaído por la situación. No sabía que más hacer para que se levantará, pero sin duda haría algo, fuera lo que fuera.

Mi panza se contrajo y mire hacia fuera —No puede ser... Un poder enorme se dirige hacia nosotros— Mire a Gowther, quien se mantenía tan sereno ¿Cómo demonios lo hace?

—Tiempo aproximado de llegada, diez segundos— Lo mire sin poder creerlo y negué, solo para así mirar a los de afuera.

Salí corriendo, todos parecían estar en shock —¡Mamá de Hawk! ¡CAMBIA DE DIRECCIÓN Y MUÉVETE A TODO VELOCIDAD!— Grite casi tan desesperada como me veía.
El cerdo gigante me obedeció y cambió la dirección, pero esa cosa mágica nos seguía de cercas. Casi como si tuviera vida propia.

—La dirección del poder cambió, nos está siguiendo— Mire a Meliodas y luego a Merlín. Sólo para así ponerme a lado de Elizabeth.

—Debe ser un ataque mágico para saber si estoy aquí— Hablo Meliodas, tomando el mango de su espada —Sí uso Full counter, sabrán exactamente donde estamos y que estoy vivo, pero no tenemos otra opción— ¿Y arriesgarnos? Sería tan peligroso, pero nos encontramos acorralados.

Tan brusco como el detenernos, la mamá de Hawk cambió de dirección haciéndonos caer. Tome a Elizabeth de la mano y la sujete, ayudándola a sostenerse junto conmigo —¿Qué sucede?

—No tengo idea— Ambas miramos hacia la dirección, e íbamos justo hacia aquel ataque. ¡Estábamos yendo justo al ataque! —No puede ser.

Elizabeth apretó mi mano y yo sólo me dedique a ver lo que sucedería, y para la sorpresa de todos nosotros. La cerda gigante se trago de un sólo bocado el ataque, evitandolo y a la vez deshaciendolo.

Nos quedamos en silencio por un rato, analizando lo que había sucedido, luego el primero en hablar fue Meliodas —¡Whoa, que asombroso, mamá Hawk! ¡No puedo creer que te trataras esa increíble mágia!— Suspire y me sentí aliviada, pero a la vez decepcionada.

—No fue asombroso, fue ridículo!— Me puse de pie junto con Elizabeth y Hawk.

—Concuerdo con King— Hable mirándolos a todos.

—Mamá de Hawk ¿Tu estómago está bien?— La cerda respondió, suponiendo qué había sido una afirmación.

—Capitán, propongo un destino alternativo— Mire a Merlín, fue cuando alcé mis manos en rendición y entre a la taberna.

Me deje caer en una de las sillas y luego mi cabeza sobre la mesa —¿Estas bien?— Me pregunto Gowther poniéndose a lado mío.
Alce mi pulgar y no dije nada, ahora creo que la que no se siente bien soy yo.

(...)

De nuevo me volvieron a sacudir y sólo así por fin abrí mis ojos. Bostece y me estire en la cama —Ya estas despierta— Me sente en la misma y mire la habitación.

—¿Quién me trajo aquí?— Arthur se señaló así mismo y luego se sentó en la orilla de la cama con un suspiro. Mordí mi labio y observe la ventana —¿Donde estamos?

—En Istar, Merlín me acaba de decir que entrenaremos aquí— Gatee hasta él y me sente para quedar frente a frente.

—Entonces... Estamos en la tierra sagrada de los Druidas ¿Para entrenar?— Arthur asintió —Y dime una cosa.

—¿Qué?— Le sonreí y enseguida me puse de pie.

—¿¡Qué estamos haciendo aquí!? ¡Vamos!— Salí corriendo de la habitación, escuchando a su vez la risa de Arthur.
Cuando salí de la taberna pude apreciar las enormes estructuras de roca, sonreí y baje del lomo de la mamá de Hawk deslizandome sobre este —¡No lo puedo creer!— Gowther y Arthur venían detrás de mi, por lo que gire a verlos y les indique que bajaran —¡Hey! ¿Qué están esperando? Los demás ya se adelantaron ¡Corran!

Salí corriendo a dirección de los otros y me detuve borrando mi sonrisa al verlos desaparecer frente a mis ojos ¿Qué acaba de suceder?

Salí corriendo a dirección de los otros y me detuve borrando mi sonrisa al verlos desaparecer frente a mis ojos ¿Qué acaba de suceder?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sea lo que sea, quiero verte sonreír aun así no tengas los ánimos para hacerlo.

𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢  "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora