21

2.4K 283 203
                                    

La negatividad no es el camino a seguir, sonreí más, come algo de chocolate.

—Veo la determinación en tus ojos— Sonreí y tome la mano de Arthur, haciendo que me mirara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Veo la determinación en tus ojos— Sonreí y tome la mano de Arthur, haciendo que me mirara.

—No deberías sentirte menos, porque justo ahora te necesitamos— Arthur bajo la mirada —Yo te necesito mucho más que los demás. Tu puedes lograr lo que sea Arthur— Le susurre, acariciando su mejilla —Eres el rey, la persona que sin duda alguna podría despertar su poder interior y derrotarme— Me reí, haciendo que sonriera —Así que no bajes la mirada, siempre ten la frente en alto y enfrentate con cuerpo y alma a tus adversarios ¿No es eso lo que tu dices?

—Te quiero— Susurro, me sonrió y me abrazo con fuerza.

—Muy conmovedor, pero también hay otra cosa más que no podemos olvidar— Ignore a Merlín, y enrolle mis brazos alrededor del cuerpo de Arthur —Parece que por fin ha llegado la hora de buscar a "ese hombre".

—Tienes razón... El séptimo pecado capital— Exclamó Meliodas, haciéndo que me separará de Arthur, mirando al rubio con una sonrisa —El pecado del orgullo del león... ¡Escanor!

—Ya era hora, es momento de que los siete pecados capitales estén de nuevo juntos— Hable con mucho entusiasmo. Mordí mis labios y sonreí.

—¡Bueno, ahora que ya todos estamos de acuerdo, hagamoslo!— Sonreí y mire a Arthur y luego a Meliodas.

—Cuenta con nosotros— El rubio me sonrió.

—Pero Andromeda...— Me gire hacia Arthur y lo tomé de los hombros, dándole la vuelta y saliendo de la habitación —El reino...

—El reino estará bajo protección y en buena manos, confía en mi. Ellos nos necesitan más ahora que nunca, debemos protejer a Británia entera, Arthur— Seguimos caminando por el pasillo, suspire y me puse a su lado tomándolo de la mano —Se lo debemos a Merlín.

—Tienes razón... Pero yo no podría aportar nada bueno, sólo sería un estorbo— Me detuve y lo mire amenazante —No me digas que no es cierto, porque incluso tu eres alguien importante para ayudarlos a ellos y...— Cubrí su boca con mi mano, mandándolo a callar. Frunci el ceño e inhale profundamente, mientras notaba que lo había arrinconado a la pared.

—No vuelvas, jamás, nunca jamás... Jamás— Hable lo más seria que pude estar —... de los jamases, a decir tal tontería ¿Entendido?— Arthur asintió con lentitud, fue cuando lo solté y libere su boca. Retomando la caminata, dejándolo pegado en la pared le dije: —Y por cierto Arthur... Recuerda que te enfrentaste a un maestro Sacro endemoniado sin siquiera una pizca de poder mágico— Le sonreí y lo invite a caminar, cosa que hizo sin chistar.

(...)

[Arthur]

Suspire y mire mis manos, luego gire a ver hacia Andromeda, quien estaba escribiendo lo que debían seguir después de irnos. No estaba muy seguro de hacerlo, pero era exactamente lo que había dicho la princesa Elizabeth "Aún si no sirvo ahora, debía hacer algo para ayudarlos. Para mejorar, y solo así podría proteger al reino, a mis amigos, a Merlín... A mi Andromeda".

—Deberíamos hablar con el reino— Sus ojos azules con verde me escanearon —¿Sucede algo?

—¿Cómo puedo mejorar? ¿Cómo lo hiciste tú?— Me sonrió y se acercó a mí, se sento en mis piernas y rodeo sus manos alrededor de mi cuello. Para que no se cayera la tome de la cintura y la apreté a mi cuerpo.

—Me tomo mucho tiempo, incluso ahora estoy tratando de perfeccionar mis habilidades...— Observe sus labios, los cuales mordió —Tu sabes que desde muy pequeña he estado a lado de Merlín, así que prácticamente desde que nací he sido tratada para mejorar todos los días. A mis tres años de edad me enfrentaba a Ban ¡A Ban! El zorro de los siete pecados capitales— Sonreí.

—Lo entiendo— Acaricie —Tu has sido entrenada desde una bebé— Ella rodó los ojos y asintió no muy convencida.

—Pues... Sí— Me miró y sonrió —Pero siento que no aprendí nada, no despues de mis diez años— Estaba mintiendo, cada vez que lo hacía se sonrojaba y evitaba mi mirada —Tu aun estas aprendiendo, y lo estás haciendo muy bien— Solté una risa y la abrace, dejando mi cabeza en sus pechos, y aunque estaba muriendo de vergüenza, no me arrepiento de nada.

—En verdad que eres mi Fortaleza— Ella se apretó más a mí, y créanme, sentí algo que estoy seguro que no debía estar sintiendo —Ah... Bueno— Me aleje de ella y me puse de pie, dejándola sentada en la cama. No quería verla porque lo más seguro es que estuviera más rojo que la sangre, y la pena me consumiria. Trague saliva y fui corriendo al baño de mi habitación —¿Quieres adelantarte? Horita te alcanzo— Me recargue en la puerta del baño y golpee mi cabeza en ella una y otra vez, tratando de relajarme "Piensa cosas positivas, cosas buenas, cosas tiernas" me repetía una y otra vez.

—De acuerdo, te veo en un rato más— Trague saliva, y tras escuchar que había cerrado la puerta suspire aliviado. Baje la mirada y negué viendo la consecuencia de la excitacion, mis pantalones ya apretaban y dolía como el infierno.

Dios, no es la primera vez que me pasa estando muy cercas de ella, pero por primera vez corrí con el riesgo de que ella lo notará. De qué descubriera lo que me provoca, y debo decir que esto es poco con lo que en realidad me hace sentir.

Y creo que esta mal, ella es tan tierna e inocente que... Mi mente retorcida, más bien mis actos inconscientes de mi cuerpo reaccionando al suyo, no son apropiados. Debería controlarme más, si en verdad quiero que ella sienta que la respeto debo hacerlo.

Quiero demostrarle que en verdad la amo, y si ella supiera de estos accidentes involuntarios, pensaría que soy un pervertido, y no quiero eso. Quiero que me vea como aquel hombre que le puede dar su corazón y resguardar el de ella como un cristal mágico al cual nunca soltare de mis manos.

—Debo controlarme— Me dije a mi mismo suspirando y pensando ahora en cosas como conejitos, flores, un campo llena de margaritas. En ella, su sonrisa, su risa sus ojos, su cabello... Su voz, todo en ella.

Eso solo me hizo sonreír.

Porque nuestro amor fue hecho para gobernar al mundo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Porque nuestro amor fue hecho para gobernar al mundo.

Pd: ¡Feliz San Valentín a todas, y por si al caso, también a todos! ♥️

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pd: ¡Feliz San Valentín a todas, y por si al caso, también a todos! ♥️

𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢  "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora