16

2.4K 294 3
                                    

La solución a cada problema inicia desde tu persona.

—Y tu apariencia no ha cambiado en lo más mínimo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Y tu apariencia no ha cambiado en lo más mínimo...— Se burló estando más cercas de nosotros.

—Cómo... ¿Cómo puede existir tal clase de monstruo en este mundo?— Gire a ver a Diane, quien a comparación de los demás parecía la más petrificada. Gire a ver a los demás hasta caer mi mirada en Merlín y Meliodas, parecían ser los únicos bastante serios para preocuparse de estar petrificados.
Y luego estaba yo, quien en mi interior tenía una batalla entre el shock y la confusión.

—Oye Merlín, creo que el ojo de poder se rompió— Hablo Hawk mas preocupado por su seminuevo artefacto que por el mismísimo monstruo frente a nosotros.

—¿Qué?

—Lo digo porque no hay manera de que esto sea correcto... Dice que su nivel de poder es de 26, 000— Retrocedí un paso por mero impulso y fue cuando me di cuenta que mi mano estaba entrelazada con la de Arthur. Quien la apretó con fuerza al sentirme retirarme un poco de él, se giro a verme y me analizó con preocupación.
Apreté los labios y simplemente me pegue a él dejando mi mejilla en su espalda y enrrollando mis brazos en su cintura, cerrando los ojos con fuerza.

—¡UN NIVEL DE PODER DE 26, 000!— Deseaba con todo mi ser que no notará mi presencia ahí ¿Por qué? Bueno, Merlín ha de tener sus buenos motivos y nunca pongo en duda lo que me diga y ordene.

—Un miembro del clan demonio, sellado por tres mil años... ¡Galand de los diez mandamientos!— Gire a ver a Slader quien dijo lo más obvio de todo el mundo. Realmente no había recordado que se encontraba aquí ¿Qué estará haciendo con el señor Meliodas y Merlín?

—M-mi cuerpo no para de temblar— Gire y observe a los caballeros Sacros, eran más de los que creía que habrían ahí.

—¿¡Qué están haciendo aquí!?— Me separe de Arthur, y camine hacia los caballeros —¡EVACUEN A TODOS INMEDIATAMENTE! ¡QUE NI UN CIVIL QUEDE CERCAS DEL TERRITORIO Y PROTEJANLOS A TODA COSTA!— Temblando y corriendo todos obedecieron mis órdenes, el lugar a decir verdad parecía estar despoblado, pero más valía prevenir que lamentar. Gire hacia los demás, Arthur se aseguraba de que estuviera bien, y los otros aún seguían alerta con Galand, quien estaba cada vez más cercas.
Me acerque a ellos y me posicione a lado de Arthur, en seguida Merlín me cubrió con su cuerpo para no ser vista y me amenazó con la mirada. Todos parecían estar impacientados, como si en mi momento de ida hubieran descubierto algo que podría ayudarnos.

—Así que... Lo que estas diciendo es, que si vamos a derrotarlo ¿Esta es nuestra única oportunidad?— Hablo Diane poniéndome en contexto a la situación, apreté la mano de Arthur y observe con duda a Galand, quien no parecía importarle tanto el ser derrotado.

Encontrando una razón lógica al comentario, lo más probable que aún se encuentra débil por el sello de las diosas, así que su nivel de poder mágico no es tan impresionante como su poder físico. Aun así nos ganaría por mucho, juntando fuerza podríamos vencerlo, pero los ataques son casi nulos y la sincronizacion debería ser acertada y precisa.

—¿Tienes algo bueno?— Murmullo Arthur, hacia mí. Sabiendo que me encontraba analizando la situación y posición en el que nos encontrabamos atrapados.

—Atacarlo sólo aumentaría la probabilidades de una destrucción instantánea, deduzco que está débil, pero aún tiene 26, 000 de fuerza; ni siquiera juntandonos, tu y yo, podríamos acabarlo. Y me refiero a nosotros porque somos los únicos que podremos sincronizarnos con precisión— Comencé hablar no solo a él, sino a los demás para que escucharán bien mis palabras —Sí el señor Meliodas, Diane y Merlín son capaces de sincronizar sus ataques al mismo tiempo con velocidad, precisión y firmeza podrían, tal vez, dejarlo en mucha desventaja... Y si fuera el caso de derrotarlo nos esperaría una oleada más de nueve pecados muy enojados— Todo quedó en silencio —No quiero ser pesimista, pero es la realidad más acertada que he podido encontrar en caso de que algo así suceda... De otro lado— Solté un suspiro —Podemos simplemente esperar un milagro, o buscar una buena solución que no involucre a tantos muertos.

—¿Tiene alguna, señorita Andromeda?— Preguntó Elizabeth con esperanza, sin embargo no respondí, no por querer ser grosera, sino porque no tenía ni una sola solución. Así que la mire y negué.

Galand se detuvo abruptamente, y miró a su alrededor —Así que esto es un nido de humanos... Han cambio bastante en comparación hace tres mil años— Observe que a su costado, en donde se encontraba la mayor parte de los locales y casas, habían unas cuantas personas.

Quise correr pero Merlín me lo impidió —Merlín, por favor— La mire suplicante, pero ella ni una mirada me dirigió.

—... Pero que ellos pululen juntos como insectos, no ha cambiado después de todo— Apreté la mano de Arthur, pero no quería que me girará a ver, quería que notará a las personas allí.
Mire de nuevo a las personas y todas ellas comenzaron a correr siendo acompañadas por los caballeros Sacros, eso alivio un poco mi preocupación —Necesito algo de espacio— Estaba que no cabía de la impresión, en un solo parpadeo, lo que eran locales y casas enormes que se alzaban creando a la ciudad... Había desaparecido.

—No...— Si bien mi intención no era llorar, las lágrimas caían por mis mejillas.
Arthur soltó mi mano, como si incluso eso le pesará.

—La ciudad... No, la ciudad— Sollozo impactado.

—Miren, un espacio extra— Hablo Galand como si eso le divertiera —Bien...— Giro a vernos —Meliodas, siempre he querido luchar contigo.

Ignorando todo lo que había dicho, ignorando el hecho de que podría matarnos, ignorando todo riesgo y peligro. Meliodas se lanzó contra Galand y lo atacó con ferocidad.

Es momento de actuar, no hay necesidad de llorar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Es momento de actuar, no hay necesidad de llorar.

𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢  "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora