08

3.1K 409 50
                                    

El tiempo es testigo de cuantas horas he pasado pensando en ti.

—¿Un festival? ¿Esta noche? ¿Después de lo que sucedió?— Me detuve en el pasillo, obligando a su vez a Arthur detenerse y observarme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Un festival? ¿Esta noche? ¿Después de lo que sucedió?— Me detuve en el pasillo, obligando a su vez a Arthur detenerse y observarme.

—Sí ¿Por qué no? Yo no lo veo mal— Hice una mueca y seguimos nuestro camino —¿Tu no?

—No lo sé, es solo que, me parece bien que disfruten la victoria después de tanto tiempo. Pero hay personas que perdieron mucho en esta batalla— Suspire.

Ambos llegamos a la sala principal —Tienes razón— El castillo se sentía particularmente solo sin Merlín presente, y eso aclarar que a penas iba una semana y media que se fue —¿Harás algo hoy?— Gire a verlo y negué.

—No ¿Y tú?— El negó.

—No se me ocurre nada. He terminado con todo así que estoy libre— Ambos paramos en medio de la gran sala. Cerré mis ojos y sonreí de lado.

—¡Entonces porqué mierda venimos aquí!— Me grite molesta. Arthur se rasco la nuca y me sonrió con inocencia.

—La verdad no lo sé, yo te estuve siguiendo a ti— No podía estar enojada con él y menos cuando se ponía así de tierno. Sonreí y lo abrace —Pero eso no importa ¿Cierto? Porque estamos los dos... Juntos... Sin hacer nada... Ya sabes...

—¿Te apetece ir a comer al pueblo?— Le sonreí con ternura al verlo sonrojarse muy nervioso.

—¡Sí! ¡Muero de hambre!

Ambos caminamos juntos y debes en cuando nos deteniamos a saludar a uno que otro niño que se nos acercara. También saludabamos a los lugareños, quienes felices nos recibían.

Una pareja un poco lejos de donde nos encontrabamos se detuvieron algo desorientados, juraría haber visto esa vestimenta antes —¿Mamá?— Arthur giro a verme confundido, dejando de hablarles a los niños que estaban con él.
Me aleje un poco acercándome hacia la pareja —¿Papá?— Mi corazón latía frenético.
Después de irme de Liones no pude saber nada sobre ellos, ni siquiera pude despedirme, ni agradecerles, nada.

—Su majestad— Me saludo la tercera persona que les ayudaba, y fue cuando la pareja se giro a verme. Parpadee un par de veces para después soltar el aire con algo de decepción.

—Hola— La pareja también me saludo —Creí que necesitarian ayuda ¿Puedo hacer algo?

—No es nada lindura, sólo que está parejita de recién casados buscan un hotel— Sonreí como pude, en verdad deseaba que fueran mis padres.

—Oh bueno, en ese caso les deseo un lindo día y felicidades— Los salude con la mano y me gire para regresar con Arthur. Pero choque con un cuerpo y caí de nalgas al suelo —Ay, me dolió— Sobe mis nalgas y gire a ver a la persona.

—¿Estas bien?— Arthur se hagacho un poco para observarme.

—Sonso, me dolió la caída— Lo golpeé en la cabeza, haciendo que él también cayera a mí lado de rodillas.

—Ay, ya, ay, ya— Comenzó a sobar su cabeza —¿Por qué me golpeas? Yo no tuve la culpa de que tu chocarás conmigo.

—Pudiste haberme detenido— Arthur se puso de pie y me ayudó.

—Sus majestad ¿Están bien?— Ambos sonreímos y asentimos —Que bien.

—Ustedes si que son una pareja bastante adorable— Abrí mis ojos al tope y observe a la pareja de recién casados, quienes nos observa a ambos con una sonrisa de ternura.

Gire a ver a Arthur e incluso yo mal interpretaria las cosas, puesto que yo me estaba sosteniendo de los brazos de Arthur, estando bastante pegada a su cuerpo. Y Arthur tenía sus manos alrededor de mi cintura —Ay— Me aleje con mucha vergüenza, al mismos tiempo que Arthur también lo hacía y comenzaba a hacer movimientos bastante raros, negando sobre la interpretación.

—No, nosotros nos somos... Es que ella... Yo no... Fue solo...— Me reí de él y después de poner mi mano en su hombro para tranquilizarlo, observe a la pareja y la señora.

—No somos pareja— Les aclare.

—Aún— Pude sentir mis mejillas arder ante el susurro de Arthur. Lo observe, él no me miraba, y creo saber que el pensaba que no lo había escuchado.

—¿Qué dijiste?— Se volvió a poner nervioso y mucho más colorado.

—¡Yo... Nada! Nada— Los presentes rieron por nuestro pequeño espectáculo.

¿Me verías como algo más que una oportunidad? Porque en verdad espero ser tu primera opción

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Me verías como algo más que una oportunidad? Porque en verdad espero ser tu primera opción.

𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢  "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora