𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢 "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ"

15

Aun si no hay esperanza, yo seré la fortaleza que lo sostenga todo.

—Entonces, Capitán, eso significa que los diez mandamientos que crearon a Albion son inlcuso más fuertes ¿Verdad?— Hablo Diane con algo de temor en su voz. Tome la mano de Arthur haciendo que me mirara, él me sonrió y acarició mi mejilla mientras le ponía atención a Diane —Tenemos... ¿Tenemos la más mínima oportunidad contra enemigos como esos?— Observe como todos se ponían más afligidos ante la última pregunta.

Gire hacia ambos y suspire —La tendremos— Todos me miraron. Sabía que Meliodas sabía a lo que me refería, pero no lo diría en voz alta "Reunir a los restantes pecados capitales con nosotros no será tarea fácil, aunque ese sea nuestra única esperanza" Me habló Merlín "Si es buscarlos a todos lo haremos ¿No es así pequeña Andromeda?" Confundida mire al rubio. Jamás había hecho una intersección mental con alguien, y escuchar a dos voces dentro de mi cabeza era sumamente extraño.

—Me gusta su manera positiva de ver las cosas, su majestad— Hablo Slader —Pero incluso ahora poniendo las cosas en perspectiva Hendrickson se ve como un cachorro a comparación— Frunci mis labios.

El cerdito comenzó a reír llamando la atención de todos —¿No están ustedes olvidando algo?— Preguntó con simplesa, como si lo tuviéramos ya todo resuelto —Sí tenemos el movimiento que Meliodas hizo antes, ¿De qué deberíamos preocuparnos?— Al menos eso les dio más esperanza a todos, pero algo muy dentro de mi decía que ni siquiera eso podría ser capaz de enfrentar a los diez mandamientos. Las cosas se tienen que igualar para así ganar.

—Es.. ¡Es cierto! ¡Es tal como dice el señor puerco!— Arthur se separó de mi para ver al puerco y después a Meliodas.

—¿Puerco?— Evite reírme por eso.

—Ese movimiento fue impresionante— Reconocí, mordiendo mi labio para no decir la desventaja y bajarle los ánimos a todos.

—Nishishi, ese no fue precisamente mi movimiento...— Nos mostró su espada —Es la habilidad del tesoro sagrado Lostvayne "Physical clone"— En seguida cinco Meliodas aparecieron, dejándonos impresionados ante la escena.

—¿Es esto una ilusión?— Preguntó Elizabeth hablando por primera vez.

—Hmmm ¿Quién sabe?— Lo único que alcance a ver antes de que Merlín cubriera mis ojos fue a un Meliodas correr hacia Elizabeth. Los gritos de la misma de decían que nada sano le estaba haciendo el señor Meliodas.

Después de unos cuandos sonidos de golpes Merlín me soltó y gire a ver hacia Arthur quien se veía bastante sonrojado —¿Qué sucedió?— Le pregunté viendo cómo Slader y Diane golpeaban frenéticamente a Meliodas.

—N-no, nada, nada— Se rasco la nuca y miró hacia otro lado evitando la mirada de todos.
Estaba escuchando como el puerco comparaba el poder mágico y físico de Meliodas, pero como era suponerse sus clones restarían su fuerza para dividirlo ante los demás clones. Era exactamente lo que Merlín le estaba explicando al puerquito.

—Pero entonces, el movimiento sería bastante débil ¿No es así?— Pude sentir que todos bajaban sus esperanzas.

—Sí sólo miras los números si— Hablo Merlín, dejando desconcertado a todos. Esperando que siguiera su argumento pero no lo hizo.

—Sí el usuario es del tipo de fuerza física— Hable haciendo que Merlín sonriera —Por ejemplo, Diane, los clones creados sólo serán buenos usando movimientos debilitados, ese no es el caso del señor Meliodas— Entonces callé cuando Merlín me miró para que ella les explicara.

—La técnica "Full counter", es una técnica que refleja el poder ofensivo con la mínima fuerza aplicada. No hay un tesoro sagrado más apto para el Capitán que Lostvayne— Terminó por fin Merlín por ambas.

—Lo entiendo...— Dejando de lado toda la conversación gire hacia el norte donde presentía que algo no muy bueno estaba pasando. Mi corazón se estaba acelerando con forme escuchaba las voces a distancia de los que estaban presentes a mi alrededor, oía pero no escuchaba. Merlín hablaba sobre la profesia, que tanto nos decía y eso fue lo que comenzó a devolverme a la realidad.

Iba a girar sobre mis talones restándole importancia a mi presentimiento, pero pare mi acción al sentir como el aire me faltaba y mi pecho se presionaba con fuerza. A lo lejos, muy a lo lejos pude distinguir una silueta acercarse hacia nosotros a toda velocidad, con fuerza y rodeado de una aurora maligna. Y después de segundos, algo cayó en una montaña cercas del reino, escuchandose así como un trueno —Chicos...— Trate de llamarles, cuando gire hacia ellos parecían tambien confundidos.

—¿Un trueno?— Di un paso hacia Merlín, quien me observaba preocupada.

—Eso no es...— Me quede muda al sentir aquella fuerza abrumadora en la dirección donde cayó aquella cosa. Era impresionante, era muy poderoso, no era la única que lo había sentido. Todos estaban igual de petrificados que yo.

Iba a girar de nuevo para volver a ver a la dirección, y justo cuando me di la vuelta algo cayó justo frente a mi —¡Andromeda!— Me cubrí como pude escuchando los gritos de los demás ante tal arrebato. No podía ver nada, absolutamente nada y cuando la neblina de tierra que se había levantado comenzaba a desaparecer ya me encontraba detrás de Merlín y Arthur.

—Hmm, setenta y dos pasos— Detuve mi respiración, al que reconocer que el que estaba frente a nosotros era uno de los diez mandamientos, quien observaba su alrededor —Creí que sólo me tomaría setenta pasos— Trague saliva, apretando mi puño. Notando que me encontraba en posición defensiva.

—C-capitán, es... es... Este es...— Sentía todo mi cuerpo paralizado, no podía moverme. Mis ojos sólo estaban puestos ante aquel imponente ser quien parecía divertirle nuestro estado actual.

—Andromeda ¿Estas bien?— Y al escuchar la voz de Arthur por fin pude reaccionar y respirar. Más allá de unos cuantos rasguños, todo en mí estaba bien. "No permitas que te vea ¿Entendido?" Frunci el ceño ante la petición de Merlín.

—Tu eres... ¡Galand, de los diez mandamientos!— Lo escuché reír ante la revelación del Señor Meliodas, y sólo así dejó de prestar su atención al lugar.

—Ha pasado mucho tiempo Meliodas— Salió de aquella grieta de impacto para comenzar a caminar hacia nosotros—Entonces de verdad eras tu.

Mi mayor temor no es morir, es perderte.