𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢 "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ"

03

Tu eres el sol en mi eterna oscuridad

"Merlín ¿Me escuchas?" Observe a las personas entrar y salir de la pequeña cafetería de mi madre, me había ofrecido ayudarle en el negocio "Todo esta peor de lo que me decías, el rey Bartra esta bastante enfermo y los caballeros Sacros tienen el mando" Suspire.

—Cariño— Mire a mi madre —¿Estas bien?

—Sí— Le sonreí y seguí con las órdenes.

"Traeme al rey Bartra" Me quede paralizada en mi lugar al escucharla decir eso. Trague saliva y mire a mi alrededor.

"¿Eres consciente de lo que me pides? Sé que no es imposible, pero nos pondría en peligro a todos, sobre todo a Camelot"

—Linda si quieres puedes ir a tomarte un descanso y ver el reino, a puesto que quieres hacerlo— Le sonreí y me quite el mandil para dejarlo sobre la mesa.

—Gracias, llegare a la casa para comer— Asintió y siguió con su labor "Lo sé, traemelo". Camine hacia el palacio mirándolo por todos lados, debía tener por lo menos una abertura en la cual podría entrar.

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Suspirando me hinque para fingir que me estaba atando mis botas —Con permiso— Le tomé la bufanda a la señora que pasó a mi lado empujandome y me di la vuelta con rapidez para seguir a Gill. Él estaba caminando hacia el palacio y si era más rápida que él podría simplemente...

Me quede en mi lugar al sentir tres fuerzas venir hacia acá, eso solo quería decir una cosa —Mamá— Salí corriendo hacia la cafetería y antes de entrar a la misma un pequeño temblor me erizo la piel —¡Mamá! ¡Tienen que irse todos!— Tanto los poblareños como mi madre me miraron confundidos —Estamos bajo ataque, los siete pecados capitales están aquí— En seguida el caos se hizo presente y todos corrieron. Tome del brazo a mi madre y fuimos hacia con mi padre a su trabajo, al llegar a los dos les explique que estarían bien, porque los siete pecados capitales no eran los malos y que yo les ayudaría, los encerré en un cubo perfecto y en seguida salí corriendo hacia el castillo.

—¡Oye tú!— Un caballero Sacro se acercó a mí —Largate de aquí, estamos baje ataque— Me tomo del hombro con Fuerza. Mire su mano en mi hombro y luego lo mire a él.

—Lo sé, soy parte del ataque— Con rapidez me deshice de él y salte por el castillo. Muy pocas veces me topaba con caballeros Sacros los cuales no fueron problema alguno, llegué a la alcoba del rey y sonreí, abrí la habitación y me lleve la sorpresa de encontrarme con Vivian.

—¿Tu quien eres y como rompiste el cubo perfecto?— Alce mis cejas y mire las puertas, después la habitación —¿¡Quien eres!?

—Me ofendes Vivian.

—No, imposible, yo te mate— La mire confundida.

—Pues... Lo siento— Me acerque al rey —Me llevo al rey.