𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢 "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ"

02

Y verte una vez más relajo todos mis sentidos, y sentí como volvía a revivir.

Reino de Liones.

[Andromeda]

—Me disculpo por mi arrabato, señor Hendrickson. Pero he venido a visitar a mi madre— El hombre siguió observandome sin ninguna expresión en su rostro.

—Jamas te había visto por aquí— Sonreí —No aceptamos forasteros.

—Tuve que irme a la edad de cinco años al reino de Camelot con mis abuelos por problemas económicos y familiares— Explique con algo de mentira, debía verme muy creíble —Ahora que tengo la edad y oportunidad de regresar con mi madre, me gustaría en verdad verla, señor.

Seguía sin quitarme su pesada mirada de mi, seguramente por el auroa de poder que emite mi cuerpo. Aún así estuviera haciendo mi mayor esfuerzo para ocultarlo —Bien— Las enormes puertas se abrieron solo un poco para permitirme pasar.
Las ventajas de ser una reina no oficial eran de este tipo, porque a parte de que podía hacer lo que quisiese, podría ser lo que  quiera.

Un par de meses más y sería proclamada como reina de Camelot, y será entonces cuando ya no pueda tener la oportunidad de hacer lo que quiera —Sí mal no recuerdo mi madre vivía cercas del castillo— Recordaba a la perfección donde vivía antes, pero considerando que no debía presentar indicios de que era la prodigio debía fingir.

Después de una larga caminata llegamos a la casa, mentiría si dijera que no estoy temblando. Después de diez años podré ver a mi madre. El entusiasmo no cabía en mi en estos momentos.
Un par de caballeros me seguían y sabía que Hendrickson, a pesar de no estar aquí, estaba bastante alerta a mi, sabía que me estaba vigilando.

Toque la puerta tres veces antes de ponerme de nuevo a lado de los caballeros >>Que nervios, tengo diez años sin verla. No quiero esperar por volver a...— La puerta se abrió y de ella salió mi padre, quien al vernos frunció sus cejas en notoria confusión. Su mirada se posó en mi y me analizó, en seguida su mueca fue una de sorpresa.

—¿Andromeda?— Le sonreí. Estaba tal como lo recordaba, una voz femenina se escucho al fondo de la choza y entonces fue cuando sentí mi corazón detenerse.

—Trino ¿Qué sucede?— Mi madre salió y al verme soltó la toalla que llevaba en manos.

—Mamá, papá— Estaban en shock y lo entendía —Hola.
Mi madre soltó un sollozo antes de ahogarme en un abrazo fuerte, lloraba en mi hombro y estaba temblando, o más bien yo era la que estaba temblando. Mi padre sonrió y se unió a nuestro abrazo.

¯¯¯¯¯¯\_(¬¬)_/¯¯¯¯¯¯

La noche había caído y ya estaba más que segura que Hendrickson había caído en el pensamiento de que no era una amenaza —Te traje estas frazadas— Deje de mirar el palacio y observe a la mujer que me dio la vida. Estaba con una enorme sonrisa y en sus manos cargaba, a parte de mantas, ropa.

—Muchas gracias— Me acerque a ella y tome las cosas poniéndolas en la cama —Han mejorado desde la última vez que los vi ¿Cómo está la situación?— Me refería exactamente por el cual me dieron a Merlín, no era tonta y sabía toda la verdad. Ellos prefieron darme a una "amenaza potente" que mantenerme en la pobreza.

—Tu padre consiguió trabajo hace cinco años, recientemente nos estamos levantando— La observe y sonreí —Y ahora contigo de regreso, siento que todo esta mas que bien— Soltó un sollozo, no era de tristeza, era de felicidad. Lamentablemente no era lo que yo sentía en estos momentos, no me iba a quedar como lo decía, no quería darles ilusiones —¿Pasa algo?— Suspire borrando mi sonrisa, después de todo las madres te conocen mejor que nadie.

—En realidad no me voy a quedar— Su sonrisa de desvaneció, rompiendome el corazón en el acto —Yo solo vengo a cumplir con algo, después de eso debo irme de nuevo a Camelot— Trague saliva y le indique que se sentará —Soy reina de Camelot, aun no es oficial porque no tengo los diez y seis años. Pero en cuanto los cumpla seré reconocida como reina— Su mirada seguía perdida —Aunque ya lo hacen.

—¿Te iras?— Mire el palacio —¿Por qué veniste?

Iba a soltar toda la verdad, pero sabía que ante la mención de Merlín estaría en serios problemas. Sonreí y me sente observándola a ella —Creemos que algo está pasando aquí, debía asegurarme que no fuera nada malo. Pero es peor de lo que imagine— Observe la calle por la ventana.

—Pero todo está bien— Solté una risa y negué.

—¿Donde esta el rey?

—En cama, ha padecido una enfermedad y lo están tratando justo ahora— Suspire.

—¿Las princesas?— Se encogió de hombros —Quienes están controlando todos son los grandes caballeros Sacros, tienen el poder justo ahora en sus manos. Y no tienen buenas intenciones— Me puse de pie y la observe —Debo avisarle a Arthur.

—Te has convertido en una gran persona— La observe —Lamento no haber estado a tu lado estos años, cariño. Me hubiera gustado verte crecer— Apreté mis labios evitando a toda costa el llorar —No sabes como...— Sollozo y soltó unas cuantas lágrimas —Lamento haberte dado a Merlín, de seguro ella ni siquiera cuido de ti— Suspire y sonreí.

—No sabes cuanto te extrañe— Me acerque a ella y la abrace.

Los problemas están más allá de lo que logras ver.

Camelot
[Arthur]

—No debimos haberla dejado ir sola ¿Qué tal si la descubren? ¿Qué pasa si le hacen algo?— Camine de lado a lado por mi habitación observando a Merlín.

—Es la primera vez que te veo preocupado por algo— Me sonroje y pare para observarla —Ella estará bien, sabe defenderse sola y protegerse. Lo sabes— Suspire.

—Es que no podría vivir sin ella— Baje la mirada.

—De eso no hay duda.