El caos harto de las guerras que se propician en la tierra decide comenzar con la aniquilación de la misma.
La deiad y el rey demonio deciden unir fuerzas para acabar con él, y la crean a imagen y semejanza de una humana...
(ᴾʳᶦᵐᵉʳᵃ ᵖᵃʳᵗᵉ) 𝘍𝘰𝘳𝘵...
No es mi intención dejarte, pero necesito aclarar mi ser.
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—¿Y no podríamos ir?— Pregunté esperanzada a qué Arthur aceptará mi petición.
—¿Y tu eres la chica que me dice que no puedo dejar al reino?— Baje la mirada y suspire —Me gustaría ver la premiacion de los siete pecados capitales en el reino de Liones, pero debemos entrenar a los caballeros ¿Lo recuerdas?— Qué sucedía este día, en el que ahora era Arthur lo que debíamos hacer.
—Esta bien— Me levante de la mesa y le sonreí —Trataré de hablar con Merlín— Me detuvo tomando mi mano.
—No te esfuerces sino lo logras ¿De acuerdo? No quiero que te de un colapso— Me reí y asentí.
—Tranquilo, estaré bien. Nos vemos en unos momentos para entrenar— Salí corriendo del castillo e inhale profundamente solo para chasquear mis dedos y aparecer en Liones. Mi respiración comenzó hacer rítmica, y traté de recobrar las energías.
No pasaron minutos para cuando ya me encontraba de pie y caminando al castillo. Sabía que Arthur me iba a matar si llegaba a enterarse que me teletransporte a Liones para ver la premiacion sin él.
Pará cuando entre las cosas estaban un poco fuera de lugar ¿Estaban peleando justo en su premiacion? Me acerque empujando a todos los presentes escuchando los murmullos, tres hombres, uno inconsciente estaban hablando con Meliodas —Usted fue capaz de derrotar a Hendrickson quien se rindió ante los demonios— Alce mi ceja y analicé a los presentes. Hasta llegar mi mirada con Merlín, quien al parecer aún no notaba mi presencia ahí —Y ahora que lo sabemos es momento de irnos, buen día.
Pasaron a mi lado y me burle de ellos, gire hacia el evento y sonreí. Las cosas prosiguieron bien y era momento de irme antes de que ellos me notarán y que Arthur me buscará "No te atrevas a irte" Me quede paralizada en mi lugar.
—Señorita Andromeda— Me saludo Gill —Que sorpresa, creí que estaría en Camelot.
—Debería estar ahí, pero vine al evento— Mire a Merlín, quien me amenaza con la mirada. Ya no había escapatoria, yo sola me metí en esto —¿Cómo están?— Observe a los tres hombres frente a mi.
—Estamos más que bien ¿Y usted?— Les sonreí.
—Increíble— Los cuatro pecados presentes se acercaron —Oh hola chicos— Me puse nerviosa.
—Andromeda, que sorpresa ¿Qué estas haciendo aquí?— Preguntó Meliodas observandome.
—Sí Andromeda ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en Camelot ayudando a Arthur?— Mire a Merlín y le sonreí.
