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La vida es muy corta para amarte sólo en una.

—Ay— Me queje mirando a King con reproche

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—Ay— Me queje mirando a King con reproche.

—Pues no te muevas— Dejo el último alfiler en la tela —Listo, puedes ir a quitartelo, sólo ten cuidado, te puedes picar.

—Gracias— Entre al baño y comencé a quitármelo.

—Así que...— Lo escuché hablar —Andromeda...

—Dime— Respondí, cayendome de bruces por haber pisado mal. Mordí mi labio al sentir un alfiler en mi mano —Auch— Susurre mirando como éste estaba enterrado en mi palma.

—Tu y Arthur...— Me puse de pie y tome mi ropa poniéndomela con rapidez.

—Arthur y yo ¿Q-qué?— Suspire y mire mi mano herida, a la cual le cayó una lagrima. Inhale profundamente y luego salí del baño.

—¿Son pareja?— Me miró y su expresión de vergüenza cambió a una preocupada —¿Qué pasó?

—¿Pareja? ¿Cómo?— Se acercó a mí y me analizo —Me encaje un alfiler— Tomó mi mano y comenzó a reír —Duele, no te rías.

—Te dije que tuvieras cuidado— Me reí junto con él. Suspire y lo mire con un puchero —Te lo voy a quitar— Jalo del alfiler y como si hubiera quitado un tapón de una botella, la sangre salió disparada. Rápidamente puse mi dedo ahí y al quitarlo ya había sanado —¿Qué?

—Ahora sí, Arthur y yo no somos pareja oficialmente, pero... Creo que tal vez somos algo— Sonreí de lado y me encogi de hombros, sentadome en la cama.

—Entonces... Ambos se quieren ¿pero no se lo dicen?— Negué y sonreí.

—Ambos lo sabemos y de vez en cuando nos lo dicimos, sólo que... Aun no lo hacemos oficial, no lo sé, seria raro ponerle algo a lo nuestro, si ciertamente no sabría decir que somos— Me miro confundido —Es algo complicado.

—Entiendo— Se sentó a mi lado —Aún así no son nada disimulados, si hay algo entre ustedes de seguro ya lo sabría.

—Puede que sea cierto... Pero ¿Por qué la pregunta?— Se sobresalto y me miro muy sonrojado —Sin miedo, dime— Empuje su brazo con mi hombro, haciendo que se rascara la nuca y se riera. Pero luego dejó de hacerlo —King...

Él suspiro y bajó la mirada —Es sólo que... Diane y yo— Sonreí por lo tierno que se veía —Yo la quiero, ¡No! ¡La amo!— Sonrió y me miro —Pero siempre sucede algo que no nos permite estar juntos, y... Tal vez ella no me ame— Me reí haciendo que me viera mal.

—King, estoy segura que Diane debe estar sintiendo algo por ti— Sus facciones se relajaron —Sí su destino es estar juntos, creeme, pase lo que pase, terminarán juntos— Me sonrio y bajo la mirada —No te desanimes por algo así, el corazón tiene razones que la propia razón desconoce, eso aplica también para el destino— Tocaron la puerta y ambos giramos a verla.

—¡Hora de comer, puercos!— Aviso Hawk del otro lado ¿Quién haría la comida? Si yo me encuentro aquí.

—¿Sabes?— Mire a King —No me desagradas tanto— Solté una risa, contagiandosela. Le sonreí y puse mi mano en su hombro.

—Tu también me agradas, King— Me puse de pie seguida de él —Cuando quieras, estoy para ti. En verdad, no dudes en pedirme algo— Caminamos a la puerta.

—De hecho...— Gire a verlo —Crees... ¿Crees que podrías ayudamer con ese tema? Para que la próxima vez que vea a Diane, poderle decir mis sentimientos— Asenti.

—Me encantaría.

(...)

—Eres tan tierno, ladrón— Arthur me sonrió y comió de la fresa, mientras me miraba con burla. Me acerque a él y robe la fresa de su boca.

—Y luego dices que soy yo el ladrón— Me reí y tome otra fresa ofreciéndosela, tomo mi mano y la dejo inmóvil, mientras me jalaba hacia él y me abrazaba. Entrelace mis manos detrás de su cuello y lo observe.
Siempre he admirado el color de sus ojos, me hipnotisan, me enamoran.

Sus manos estaban alrededor de mi cintura y sus pulgares daban leves caricias —Quiero decirte que, la mayoría de los que están aquí piensan que somos pareja— Rápidamente su rostro tomó un vivo color rojo, completamente, hasta sus orejas. Me reí de él y debosite un beso en su nariz.
Comenzó a mover sus manos con nerviosismo, alejándose poco a poco de mi. Me enderece y sonreí con burla —¿Te asusta eso?

—¿¡Q-qué!? ¡No, no, no, claro que no!— Agradecía que hubieramos salido al porche para estar solos, sino ahora mismo podríamos estar sumidos en una bulla para nada agradable —E-es, sólo q-que...— Me reí y me puse de pie, él sin pensarlo también se puso de pie y comenzó hablar con rapidez y tartamudeaba.

Comencé a reír y él por fin paro —Arthur Pendragon, en verdad que te amo tanto— Lo mire limpiando las lágrimas que salieron por la risa, y pude notar el brillo en sus ojos, un brillo que... Me dio paz.

—Dilo de nuevo— Comenzaba a oscurecer y el color rojizo del cielo sólo hacia la escena mucho más... Cursi.
Sonreí y me acerque más a él.

—Te amo— Tomó mi mano y la entrelazo con la suya, mientras me acercaba más a su cuerpo. Junto nuestras frentes y cerró los ojos, sonreí y también cerré los ojos, disfrutando el momento.

—Te amo, te amo, te amo como no tienes una idea— Susurro.
Sentí sus dedos acariciando mi mejilla —Incluso un te amo queda pequeño con lo que realmente siento por ti— Su respiración tan cercas que se mezclaba con la mía —Andromeda... ¿Serias mi novia?

Deje de respirar. Me aleje lentamente de él y abrí mis ojos, lo observe por un par de segundos y sonreí cuando vi su rostro de temor —Seria incluso tu mundo entero, Arthur— Él sonrió y me abrazo.

—Oh cariño, lo eres desde que nos encontramos por primera vez— Mordí mi labio y me abrace más a su cuerpo.

Minutos... ¡Incluso horas!
Ambos estuvimos abrazados por una eternidad, la cual parecieron segundos, sentados en el lomo de la madre de Hawk mirando las estrellas. Hablando de lo que fuera, mirándonos con amor, analizandonos uno al otro para grabar nuestras facciones en nuestras memorias.

Sonara mucho más cursi de lo que puedo hablar, pero en verdad podía sentir cada oxitocina recorrer mi cuerpo, rodeandonos a ambos en una aurora de amor.

Sonara mucho más cursi de lo que puedo hablar, pero en verdad podía sentir cada oxitocina recorrer mi cuerpo, rodeandonos a ambos en una aurora de amor

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Prometo buscarte en la próxima vida.

𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢  "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora