𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢 "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ"

04

El primer paso para perder el miedo, es actuar como si no lo tuvieras.

—¡Libera a mi hermana de inmediato!— Observe detrás de ella y asenti. Algo confundida se hizo a un lado, extendí mis manos para romper la puerta.

—¡No! Por favor, no lo hagas— Me detuve en seguida confundida por detenerme.

—¡Margaret! Por favor, debemos irnos— Sentí a Vivian muy cercas, venía hacia nosotras.

—Princesa— Un ataque me hizo volar hacia la habitación rompiendo con mi propio cuerpo la pared de la celda de Margaret. Vivian estaba aquí.

—Creí haberte matado— Me puse de pie y la observe, escupi la sangre y le sonreí.

—¿Tu no aprendes cierto?— Borre mi sonrisa cuando note que me iba a volver a atacar, pero algo, más bien alguien la empujó, haciendo que Vivian se golpeara con la pared.

Mire a Margaret y le extendí la mano, pero ella la rechazo, suspire y mire a la peliblanca, y justo cuando desaparecio al cerdo parlanchin tomé a la princesa entre mis brazos y observe a Vivían, ignorando sus estúpidas palabras de odio hacia los cerdos; observe a Margaret y le regale una sonrisa "Estaras bien, no te hará daño" extendí mis dedos hacia ella y active una capa de protección a su cuerpo. En seguida chasque mis dedos y aparecí en la habitación del rey. Solté a la princesa y comencé a jadear, me había esforzando tanto justo ahora.

—¡Elizabeth, Andromeda!— Me apoye con la ayuda de mis rodillas y observe el cuerpo inconsiste de la princesa. Un temblor me hizo saber que las peleas estaban por destruir al reino, eso era un gran problema "Arthur, date prisa y termina con esto de una vez"

"¡En eso estoy!" Respondió en seguida, un pequeño dolor en mi mandíbula me hizo saber que él estaba en una pelea. Espero que todo termine bien y que Merlín lo ayude por si él trata de hacer alguna tontería.

—¿M-Margaret?— Observe a la princesa quien comenzaba a tomar conciencia —¿Hawk? ¡Señorita!— Le sonreí con pesadez incorporandome como pude —¿Se encuentra bien?

—Elizabeth— La llamo Bartra.

—¡Papá!— Ella sin dudarlo salió corriendo a su dirección, eso me recordó algo; chasque mis dedos y deshice el cubo perfecto que protegía a mis padres, esperando que todo estuviera bien con ellos.

—¡Elizabeth!— Los mire a ambos con una sonrisa —Que gusto que estes a salvo, no crei posible poder abrazarte una vez más.

—¡Eres una estúpida!— Iba a voltear pero un golpe directo en mi mejilla me hizo caer de espaldas, dándome un golpe seco con la pared del cubo, por lo menos no me lanzó hacia ellos, porque los hubiera lastimado.

—Ya te habías tardado ¿Estuviste ocupada?— Limpie la sangre de mi labio y suspire poniendome de pie.

—¡Señorita!

—No tengo tiempo para ti— Apreté la mandíbula —Solo vengo a decirte que no podrás ver una vez más la luz del día. Tu amado pecado capital será aniquilado por mi hermoso caballero en cualquier momento.

—¿Pecado capital?— Pregunté desconcertada. Gire a ver a la princesa quien parecía también confundida, pero luego tomó un gesto de alegría y sorpresa.

—El señor Meliodas vino por mi— Apreté mi puño y mire a Vivian.

—Ja, ya veremos cuanto te dura ese brillo en sus ojos, majestad.

—Oye Vivian, tu no has cambiado para nada. Sigues siendo la misma chica estúpida de siempre— Reí por su enfado —¿Ya puedes controlarte?

La observe prepararse para lanzarme un ataque, así que con la misma rapidez me prepare para detenerlo. Sin embargo, un ardor en el hombro me distrajo y el ataque que Vivian lanzó me golpeó de lleno en el pecho, dejándome sin aire.
Cerré mis ojos por unos segundos, como si eso fuera a disminuir el dolor en mi pecho.

"Merlín, algo más está ocurriendo ¿Qué es?" Elizabeth me ayudó a incorporarme, observe la habitación y Vivian no se encontraba "Sólo esperalo" fue lo que me respondió.

Sentí a Vivian a mi lado, así que antes de que su ataque llegara a mi lance a la princesa a la cama, recibiendo todo el golpe, pero esta vez lo detuve con mis manos. La bola de fuego estaba en perfectas condiciones, así que se lo regrese, pero ella también lo esquivo —¿Cómo?

—No peleemos Vivian, no aquí— Se rio y en seguida ambas estábamos junto a las otras personas que peleaban. Un trueno me impacto y sentí como chocaba con otro cuerpo detrás de mi.

—¡Andromeda!— Esa era la voz de Arthur. Mire a mi lado, un chico rubio me detenía "Es el momento" Gire hacia atrás, la princesa Margaret estaba en una punta del palacio a nada de caer. Mire a quien mejor reconocí como mi segundo mentor, Meliodas y supe enseguida lo que debíamos hacer.

Ambos nos pusimos en ataque "Estoy bien Arthur, atrapa a la princesa" Observe como Merlín y él se dirigían con rapidez hacia el lugar —A mi señal— Prepare mi espada, la cual usaba por primera vez.

—Sí señor— Respondí observando a los tres contrincantes frente a mi. Escuché como uno a uno decía su ataque mortal, al igual que mi acompañante —Protección— Susurre saltando para revocar aquella bola de ataques, mientras Meliodas terminaría de una vez con todo.

—Allí está— Lo escuche decirme. Todo paso tan rápido, pero logre esquivar el ataque, sin embargo, el impacto nos lanzó a ambos.
Chocando con su cuerpo por segunda vez, lo cubrí con mi espada, observando como aquel maestro Hendrickson me amenazaba con la suya.

Un impacto más no lo soportaría, ni él, ni yo. Abrí mis ojos encontrándome con Gill protegiendonos, él nos había salvado.

—Querido Meliodas, me liberaste de la maldición que me tenía atado. Siempre serás mi héroe— Confundida los observe a ambos ¿Sólo así? Con que era eso ¿Cómo es que Merlín lo sabia? Bueno, no hay nada que Merlín no sepa.

—¡Gill Thunder! ¡Me has traicionado!— Me puse de pie y observe a Vivian detrás de nosotros.

—Yo no te traicione Hendrickson, yo nunca te he pertenecido, ni he decretado serte fiel.

Siempre será un placer divino volvernos a encontrar.