𝘍𝘰𝘳𝘵𝘢𝘭𝘦𝘻𝘢 "ᴬʳᵗʰᵘʳ ᴾᵉⁿᵈʳᵃᵍᵒⁿ"

06

Verte sufrir solo provoca mucho dolor en mi, es por ello que he jurado con mi vida mantenerte a salvo.

[Andromeda]

Arthur me puso detrás de él de manera protectora mientras todos exclamaron el nombre de aquel caballero —Ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos, maestro Dreyfus— Él no podría ser Dreyfus, era totalmente diferente de cómo lo recordaba, su mirada decía más. Mucho más.

—Explíquenme qué está pasando aquí— Preguntó con una temblorosa voz.

—Lord Hendrickson ha muerto— Y yo creía que Merlín era la más seca aquí —No pudo confesar el crimen del cual nunca pudo escapar.

—¿Crimen?— Margaret comenzó a narrar la historia del como aquellos dos hombres cospiraron contra aquel maestro Zaratras que recordaba, mientras explicaba que Vivian también se unió a ellos para vigilarlos y atormentarlos. Ya decia yo que ella era una perra.

—Ah ya veo— Arthur y yo vimos a Merlín —Vivian estaba encaprichada con Gill Thunder desde ese entonces.

—Pero ya no nos hará daño. Meliodas llegó y nos ayudó— Puse mi cabeza en la espalda, más bien la capa, de Arthur mientras hacía una mueca.
El drama estaba bueno, pero el dolor no me dejaba disfrutarlo. Aquel hombre comenzó a revelar su pecado y su crimen.

—¿Pero eso que tiene que ver con todo lo que está pasando?— Preguntó Meliodas con intriga.

—Quieren iniciar una guerra santa— Abrí mis ojos y me incorpore al escuchar aquello "¿Estas bien?" Mire a Merlín y asentí "Solo un pequeño dolor, nada grave" Le respondí.

—¿Guerra Santa?— Me puse a lado de Arthur y enrolle mi brazo con el suyo para después recargar mi mejilla en su hombrera. Él apretó mi mano.

—Es una frase que se menciona en un poema ancestral de Británia— Aclaro Merlín.

—Oh sí, lo recuerdo, incluso en los mismos decretos de Británia se menciona— Senti a Arthur moverse, para vernos a ambas.

—Su majestad predijo que estos sucedería eventualmente— Los tres nos giramos, al menos Arthur y yo, sorprendidos hacia el rey Bartra. Genial.

—Pero su majestad ordenó mantener la guardia a bajo. Yo deseaba utilizar la guerra Santa para sepultar lo que sucedió hace diez años— Apreté mi mano con la de Arthur. Recordando el porqué nos habíamos ido de Liones, siendo los siete pecados capitales encriminados injustamente.

Mientras Dreyfus seguía hablando pude sentir un poder singular. Todo estaba saliendose de control tanto aquí en esta habitación como allá fuera —¡Papá!— Mi atención dejó de estar en aquel poder y mire al rey Bartra, quien cayó al suelo tras tocer sangre.

—Deje revisarlo— Se acercó Merlín junto a aquellos que trataron de levantarlo.

—Algo no anda bien— Le murmure a Arthur, quien se quedó a mi lado.

—¿Por qué lo dices?— Mientras Merlín se acercó al rey yo me dedique a concentrarme en aquel poder fuera de la habitación.

—Debe ser tratado de inmediato— Suspire y apreté la mano de Arthur, y observe a Merlín sabiendo que ella misma me había advertido en no decir más allá de lo que sabía.
No podía meterme más allá de lo que ya estaba involucrada, así que simplemente callé —Prometo que haré todo lo que pueda, pero su majestad no puede descansar tranquilo aquí. Me gustaría tratarlo en Camelot ¿Esta bien?— Eso quería decir que volveríamos.

Suspire entendiendo que no tuve la oportunidad de despedirme de mis padres por segunda vez en mi vida —No tienen nada de que preocuparse. Elizabeth ¿Recuerdas de la visión de la que te hablé hace un momento?

—Margaret, dejemos esto a manos de la señorita Merlín, confía en mi— Sonreí y observe a Meliodas, quien no dejaba de sonreír embobado a Elizabeth.

—No sé de qué tanto hablan, pero parece que todo está arreglado— Merlín me miro con advertencia, sabía que no podía hablar sobre lo que sabía ya —Sí es así es mejor que...

Arthur me sonrió y se alejo de mi para caminar a pasos rápidos hacia Meliodas y tomar su mano —Capitán Meliodas...

—Oh no— Exprese golpeado mi frente y negando ante lo que sabía que diría.

—Tu y yo nos conocimos por una gran obra del destino. Como gran soberano de Camelot solicitó tu ayuda por favor— Alce mis manos en rendición y me acerque a Merlín para ayudarla a poner de pie al rey.

—Esta bien— Acepto Meliodas, dejándome en completa sorpresa. No creí que en verdad aceptaría tal petición, realmente le estaba ofreciendo ser el gran caballero Sacro del reino de Camelot, y él estaba aceptando.

—¿En verdad Capitán?— Chillo Arthur con emoción, eso sólo me hizo sonreír —Entonces ven conmigo a...

—Pero cuando este de humor, primero tengo limpiar esta ciudad y también esta el sombrero de jabalí— Quería reirme de la expresión de Arthur, pero sabía que le dolería más mi burla que él rechazo del Capitán —Pero terminaré pronto.

Cabizbajo Arthur aceptó aquello —Ya que— No aguante y solté una risita por eso.
Tendria mucho material del cual burlarme.

—¿Te vencieron?— Me burle de él ayudando a Merlín de una vez por todas a poner de pie al rey Bartra.

—Oye Merlín— Hablo Meliodas notandonos —¿Qué pasará contigo? ¿Volverás con los siete pecados capitales?— Mi corazón se contrajo con aquello. No estaba lista para separarme de Merlín, no aún.

—Cuando este de humor Capitán— Solté una carcajada por aquello. Y de no haber sido porque Merlín nos teletransporto a Camelot me hubiera burlado demasiado del rubio.

—De acuerdo, ayúdame a poner al rey en la cama— Arthur me quito el brazo del rey y ayudó a Merlín, mientras yo me retorcía en el suelo por la risa.
Pero luego fue un dolor quien me obligó a encogerme.

—¡Andromeda!— Senti como Arthur me tomaba entre sus brazos.

—Estoy... ~Ah— Me queje de nuevo.

—Dejame ver— Merlín tomo mi rostro y la sentí muy caliente —Ya veo— Senti como metía una aguja a mi cuerpo, sin embargo no tenía nada más que su mirada puesta en mi.

—Merlín has algo— Hice una mueca, y la observe.

—¡AH!— Grite al tiempo que me abrazaba al cuerpo de Arthur cuando sentí como arrancaba de mi cuerpo aquel paracito que Vivian había puesto sobre mi en aquella batalla. Cerré los ojos con fuerza y antes de quedar inconsciente escuché a Arthur llamarme preocupado.

Lo que más deseo en esta vida es tenerte en mis brazos con una gran sonrisa.