Volver a la realidad

7 0 0
                                    


Capitulo 79:

El auto se detuvo frente al taller. El sol del atardecer iluminaba levemente las ventanas de la planta alta. Soltó un suspiro. Volvía a la realidad. Solo un día con Vanessa le había hecho entender cuanto era lo que la necesitaba y extrañaba.
Se bajó y cerró la puerta con algo de fuerza. Estaba harto de todo. Buscó las llaves en su bolsillo y se encontró con su celular. Cuando lo buscó la noche anterior, antes de irse a dormir abrazado a Vanessa, había encontrado más de veinte llamadas perdidas por parte de Hilary. Decidió apagar el celular y dejarlo tirado en el asiento copiloto de su auto.
Ahora estaba volviendo a su martirio. Abrió la puerta y subió las escaleras. Guardó silencio. Al parecer no había nadie en su casa. Eso era un alivio. No tendría que lidiar con los reclamos tan pronto. Ingresó, su casa estaba tal cual él la había dejado. Por alguna razón, se había imaginado que encontraría todo revuelto y patas para arriba. Tal vez en un ataque de nervios por parte de Hilary. Se rió, sin poder evitarlo. ¿Qué era lo que pasaba con él? Había mirado muchas novelas en ausencia de Vanessa, era eso.
Buscó su celular y se dejó caer en el sillón. Le había prometido que la llamaría cuando estuviera en casa. Marcó su número. Ella contestó al tercer toque.
—¿Cuántas horas han pasado? ¿Cuatro? —preguntó él. La escuchó sonreír.
—Sí, creo que sí... Solo cuatro horas.
—Y ya te hecho de menos.
—También yo —murmuró —¿Llegaste bien?
—Sin ningún contratiempo —aseguró y colocó un brazo detrás de su cabeza —¿Qué estás haciendo?
—Estaba ayudando a Tina a doblar la ropa...
—Vanessa, ¿no estarás haciendo fuerza, verdad?
—¡Claro que no! —exclamó —Tina me mataría. Solo le paso la ropa para que ella la doble. Nada más, lo juro.
—Más te vale, mujer, porque sino me harás ir de nuevo hacia allí y no querrás que eso pase...
—No estés tan seguro —rió levemente —Me gustas cuando te comportas tan... protector conmigo.
—A mí me gustas todo el tiempo —dijo bobamente.
—Basta —murmuró divertida —Esto me recuerda a cuando tenía diecisiete años y hablaba con mi novio por teléfono...
—¿Y quién era el imbécil? —preguntó él, palpablemente indignado.
—Su nombre era Matty Hamilton. Era el capitán del equipo de fútbol del colegio. Todas morían por él. Era un buen chico... pero no era muy inteligente.
—¿Y por qué salías con él?
—Porque había hecho una apuesta con Brittany. Además era muy atento, y gracioso...
—¿Más atento y gracioso que yo? —quiso saber.
—Mmm... no lo sé —dijo pensativa. Luego rió —No hay nadie más atento y divertido que tú. Además, eres inteligente, muy inteligente. Y hermoso, muy hermoso.
—Que halagador, muchas gracias. Lo mismo pienso de ti...
Guardaron silencio, escuchando la respiración del otro. Era extraño compartir un silencio de aquella forma, a través de un teléfono.
—Tina necesita que termine de ayudarla —dijo ella al fin.
—¿Vas a colgarme por ir a doblar ropa?
—No exactamente —fue sincera —Voy a colgarte porque me frustra no tenerte en frente y ver tu cara de concentración cuando me miras.
—Dios, Vanessa, ¿Por qué no vuelves ya?
—Ya te lo dije, lindo... aun no estoy lista. Estar aquí me hace bien. Aunque te extrañe horrores...
—Está bien —suspiró, comprendiendo sus razones. Pero eso no quería decir que las aceptara, claro que no. El timbre sonó y él miró extrañado hacia la puerta —Amor, alguien toca la puerta. En la noche te llamo, ¿si?
—Perfecto, tendré el teléfono cerca.
—Más te vale —le advirtió mientras se ponía de pie y caminaba hacia la puerta —Te amo.
—Y yo a ti. Adiós.
—Adiós. No me extrañes —bromeó.
—Pero ni en tus sueños —rió ella.
Colgó y él arrojó su celular sobre el sillón en dónde había estado acostado y abrió la puerta. Sus ojos se abrieron como platos al verlo.
—¡Maldita sea! —exclamó y se acercó rápidamente a él para sostenerlo antes de que se cayera de boca al suelo —¡Niall! ¿Qué mierda te pasó?
Su mejor amigo había sido golpeado salvajemente y se veía más que nada en la sangre que salía de su nariz y su boca. Como pudo lo entró y lo acomodó sobre el sillón. Horan respiraba trabajosamente y sus ojos estaban cerrados. Zayn fue corriendo al baño a buscar el pequeño botiquín de primeros auxilios que Vanessa lo había obligado a tener, cuando ella vivía con él. Volvió al lugar y su mejor amigo ahora tenía los ojos abiertos. Cuando Malik se acercó, Niall lo miró.
—Eran tres... pero aun así pude con ellos —le contó. Zayn buscó un poco de algodón y lo mojó con alcohol.
—¿Qué demonios sucedió? —quiso saber —Pudieron haberte matado. ¿Acaso quisieron robarte y te resististe?
—No —murmuró y maldijo entre dientes cuando Zayn colocó el algodón sobre una herida en su frente —Estaban buscando algo en el taller...
—¿Qué? —inquirió sorprendido. Él había estado allí y no había escuchado absolutamente nada.
—Llegué y vi tu auto en la entrada del taller. Pensé que estarías allí, así que fue a ver. Pero encontré a tres tipos revolviéndolo todo, buscando no sé que mierda. Me presenté ante ellos y... se desató el caos.
—Eres un imbécil, Niall. Debiste de haber llamado a la policía.
—No había tiempo para policías —gruñó —No se pudieron llevar nada.
—Esto es muy extraño —dijo Zayn —Jamás han intentado robar el taller. No hay plata allí... y los repuestos de autos están bajo llave. Nadie sabe el lugar, salvo nosotros...
—No creo que esos tipos buscaran dinero o repuestos de autos —le dijo Niall y lo miró a los ojos —Estaban buscando otra cosa...
Zayn pensó en aquellas palabras. ¿Qué podrían estar buscando en su taller? ¿Y para qué? Él no tenía problemas con nadie. Y no había nada de valor allí abajo. Tal vez solo eran ladrones idiotas que creyeron que encontrarían dinero allí y Niall estaba imaginándose cosas.
—Bien, vamos a llamar a un médico. Creo que te han roto una costilla. Y creo que voy a llamar a tu novia.
—¡No! —exclamó sentándose en el sillón, pero luego se dejó caer jadeando de dolor por el maldito movimiento —No llames a Brittany.
—¿Por qué? —quiso saber él.
—Se pondrá como loca, Zayn —le dijo —Y tú sabes como es cuando se pone loca. No quieres tener que soportarla así, ¿o sí?
Malik lo pensó por un momento.
—Tienes razón, mejor la llamamos cuando ya estés totalmente presentable...

Él los miró a los tres, esperando escuchar lo que quería escuchar. No sabía por cuanto tiempo más podría seguir oculto del gordo Tony.
—¿Y? ¿Consiguieron algo? —les preguntó.
El del medio dio un paso al frente y lo miró con nerviosismo.
—Señor, no encontramos nada al lugar al que nos mandó. No había más que papeles con nombres de hombres y números de teléfonos. Nada sobre su hija.
—Además, alguien nos vio.
Robert miró al segundo.
—¿Qué? —preguntó y se puso de pie —¡¿Cómo que alguien los vio, pedazos de idiotas?!
—Entró al lugar de repente. Al parecer era el dueño del lugar o algo por el estilo. Tomó un fierro y nos amenazó con él. Logramos desarmarlo y darle su merecido.
—¿Lo mataron? —preguntó algo preocupado. La verdad era que no quería tener más muertos sobre sus hombros.
—No, solo lo golpeamos hasta dejarlo en el suelo y salimos de allí.
—Mierda —dijo entre dientes —¡Ninguno de los tres sirve para nada!
—Pero, señor...
—¡Cállate! —le ordenó —Les di una tarea simple. Averiguar en donde está metida Vanessa, nada más que eso.
Se dejó caer en su silla nuevamente. Tomó su frente con una mano y comenzó a pensar. Necesitaba pensar. El tiempo se le estaba acabando y la mocosa estaba como si se la hubiese tragado la tierra. Si no conseguía ese dinero, sería hombre muerto.
—Señor Hudgens —habló el líder de los tres. Robert lo miró —Dénos otra oportunidad. Creo que estamos cerca de saber en donde está Vanessa.
—Bien —asintió —Pero es su última oportunidad... ¡Ahora largo de mi vista!
Los tres hombres asintieron y se fueron de allí. Robert se puso de pie y fue en busca de una copa de wishky. Iba a dejar que esos ineptos siguieran buscando, pero él también buscaría por su cuenta. Le haría una pequeña visita a su querido y adorado padre. El maldito viejo aun seguía vivito y coleando. Y algo le decía que él sabía muy bien en donde estaba la mocosa y su embarazo.

Camila.

Es ComplicadoWhere stories live. Discover now