Prologo

52 0 0
                                    

  Cuidad de Nueva York. 3:26 a. m.

El teléfono comenzó a sonar con fuerza por cada rincón del departamento. Era un sonido chillón, que podía despertar hasta a una momia. Vanessa frunció el ceño al tener el molesto sonido casi al lado de su oreja. Abrió un ojo y estirando su brazo logró encender la lámpara de noche.
—¿Hola? —su voz salió rasposa al atender.
—Vanessa —escuchó la voz de él del otro lado.
Ella se incorporó rápidamente en la cama y abrió bien los ojos para despertarse más. Era extraño que él la llamara a esas horas.
—Jesse, amor ¿pasó algo? —dijo preocupada.
Lo escuchó suspirar.
—¿Cómo decirte esto, Vanessa? Es tan complicado.
—Amor, me estás preocupando ¿Qué sucede? ¿Le pasó algo a tu madre? Por Dios Jesse, habla ahora —exigió nerviosa.
—No, no. Mi madre está bien, todos están bien. A nadie le pasó nada malo —dijo él rápidamente. Ella respiró aliviada.
—Entonces, ¿Qué pasa? —le preguntó.
—Tenemos que hablar, Vanessa.
Oh, no. Esa frase...
—¿Hablar? —dijo temblorosa. Su corazón comenzó a acelerarse —¿De qué?
—De lo nuestro —sentenció él.
Tranquila Vanessa, solo respira. No es nada malo, nada.
—Jesse, amor, ni siquiera son 3:30 de la mañana ¿Por qué no lo hablamos cuando sea más de día?
—Porque no puedo esperar Vanessa, estoy a punto de salir del país.
—¿Qué? —preguntó ella elevando un poco más su voz.
—¿Puedes apurarte por favor? —escuchó la voz de una mujer a lo lejos.
—¿Con quién estás? —dijo Vanessa mientras fruncía el ceño levemente.
—Lamento que esto tenga que ser así, Vanessa, de verdad.
—Ya, por favor. ¿Qué sucede Jesse McCartney? —le preguntó más molesta que preocupada.
—Lo nuestro se terminó, Vanessa.
A ella se le paró la respiración. Aquello fue como recibir un golpe en medio de su estomago. Sin esperar mucho sus ojos se poblaron de lágrimas.
—¿Q-Qué? —la pregunta se trabó en medio de su garganta, saliendo apenas audible.
—Esto no da para más y... lo lamento, pero no te amo. Estoy enamorado de Jenny y nos vamos a Paris.
Jenny... ¿su secretaria?
—Está bien —fue lo único que ella pudo decir.
—De verdad lo siento mucho, preciosa. Siempre te consideré una gran mujer, una buena amiga... pero nunca te amé como debería de haberte amado.
—Ajá —asintió y sintió las primeras lágrimas resbalar por sus mejillas.
—De verdad lo lamento...
—Jenny es tu secretaría ¿cierto? —le preguntó con la voz quebrada.
—Si... la chica de los pechos grandes —dijo él y rió.
Ella sintió una rabia incontrolable surgir desde adentro de su ser.
—Perfecto, espero que la pases bien en Paris, Jesse. Ten cuidado con la silicona... te puede explotar en la cara. Y vete despidiendo de tu puesto en la empresa de mi abuelo, bastardo...
—Vanessa, no...
Ella colgó rápidamente y se tumbó boca abajo en su cama para sentir como todo su mundo se derrumbaba.  

Bueno acá esta el Prologo y ojala las halla atrapado como lo hizo conmigo. No olviden votar 🌟🌟!!!!

Besitos Cami 🌼





Es ComplicadoWhere stories live. Discover now