Es Complicado

Cumpleaños.

Capitulo 57:

Semana 14 (tres meses y medio)

Vanessa rió divertida mientras terminaba de inflar un globo. Se había quedado sin aire en muy poco tiempo.
—Ya deja eso —la retó Brittany y le sacó de las manos el globo a medio inflar. Con una mueca enojada miró a Vanessa —¿Quieres ahogar a mi sobrina?
Vanessa se acarició el ya notorio vientre y le sonrió.
—Solo queremos ayudar —le dijo.
—Pues ya te dije que no —siguió retándola —Solo limítate a estar sentada. ¿Sabes una cosa? Si yo estuviera embarazada haría que todos cumplan mis órdenes.
—Ya lo creo —aseguró divertida la morena —Pero sabes muy bien que odio no poder hacer nada.
—Sí, lo sé mejor que nadie.
Trish entró a la habitación con un montón de cosas en los brazos. Vanessa se puso de pie al instante y se acercó a ella. Le sacó un par de cosas, y las colocó con cuidado sobre una mesa.
—No era necesario, cariño —le sonrió —Yo podía sola...
—¿Acaso tú también vas a decir que no tengo que hacer nada? —inquirió mientras se cruzaba de brazos.
—Sí —asintió Trish.
—Pero es el cumpleaños de Miley, quiero colaborar...
—Puedes colaborar quedándote sentada —aseguró Britt.
—Les tengo una noticia: estoy embarazada, no enferma —exclamó. Trish sonrió y estiró una mano para acariciarle el vientre.
—No te frustres, cielo —le aconsejó —Es solo por tu bien que no te dejamos hacer nada. Las embarazadas deben gozar de privilegios.
—Me siento como una inútil —rezongó.
En ese instante Chace y David entraron al lugar con una enorme torta.
Vanessa corrió hacia ellos e intentó robar un poco de crema.
—Óyeme —la retó Chace —Es para después...
—Solo quería probarlo —dijo ella poniendo su mejora cara de perrito mojado.
Apoyaron el pastel en medio de la mesa y Chace la miró enternecido.
—No me pongas esa cara —le pidió y se acercó a ella para tocar su panza. Vanessa ya se había acostumbrado a eso, al parecer a los Malik les encantaba tocarle el vientre —¿Cómo está la niña mimada del tío Chace?
—Bien, tío —respondió Vanessa imitando la voz de una niña —Pero quiero comer pastel.
—Aaaww —dijo enternecido —Cuando ella hable de verdad y me diga esas cosas, voy a morirme del amor.
Vanessa sonrió.
—Te va a manejar a su antojo —aseguró David.
—Tú no te quedarás atrás —le dijo Chace —Te va a tener colgando de las narices.
—Bueno ya, los dos van a estar más que babosos por ella —dijo Trish —¿Falta traer algo más?
Todos miraron a su alrededor y todo estaba perfectamente listo para una fiesta.
—Sí, todo está en orden —dijo David.
—Bueno, amor —le habló Trish —Me parece que es hora de irnos...
—Pero Miley aun no llega —se quejó él.
—David, ya lo hablamos —dijo seria —Hicimos un almuerzo con ella hoy, para que no te quejaras luego. Tenemos que irnos por qué será una fiesta para jóvenes. Además Vanessa, Brittany, Niall, Jared y Zayn estarán aquí para supervisar todo.
—Oye, yo también —dijo Chace. Su madre lo miró con ternura.
—Mi amor, tú no eres responsable —le dijo dulcemente.
—Claro que lo soy —exclamó ofendido. Todos rieron.
—¿Dónde están Zayn y Niall? —quiso saber David.
—Niall fue a llevar a Hércules a casa de tía, ya volvió de su viaje. Estaba algo triste, y también yo... aunque no lo crean le tomé cariño a esa bola de pelos y babas —contó la rubia.
—Y creo que Zayn iba a buscar a Hilary —dijo Trish.
—¿Va a traerla? —inquirió Chace —Nadie la ha invitado...
—Chace —lo retó Vanessa —Es hora de que empieces a cambiar tu actitud hacia ella. Es la pareja de tu hermano te guste o no.
—Oh, vamos, Vanessa —sonrió él —Tú eres la que menos la quiere de todos.
—Eso no es así —aseguró ella.
—Deberías ver como te brillan los ojos de ira cada vez que la ves llegar colgada del brazo de Zayn...
—Basta, Chace —le pidió enojada.
—Hijo, deja de molestarla —le pidió Trish. Chace sonrió divertido —Nosotros ya nos vamos.
—Espero que la pasen bien —aseguró David.
—Y yo espero que la pasen bien en su fin de semana solos —dijo Chace mientras movía las cejas una y otra vez.
—Siempre la pasamos bien —dijo su padre sin dejar de mirar a los ojos, a la madre de sus hijos.
—Por favor, no se pongan cursis aquí —pidió su hijo.
Trish y David se despidieron de todos y partieron rumbo a la pequeña cabaña que tenían a las afuera de la cuidad. Vanessa soltó un suspiro y se acercó a la mesa para acomodar un par de vasos de plástico en su lugar. Brittany se paró a su lado.
—No te preocupes, todo va a estar bien —le dijo la rubia. Vanessa la miró de costado y sonrió levemente.

Camila