Decisión tomada

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Capitulo 33:

Para la gran sorpresa de Vanessa, nada parecido a una guerra había comenzado. Zayn no había emitido palabra alguna desde que había arrancado el auto. Ya llevaban diez minutos de viaje. Ella lo miraba de reojo de vez en cuando, esperando que él reaccionara. Pero no lo hacía.
¿Acaso debería ser ella la que comenzara la discusión? Decidió que no... Tal vez él lo dejara pasar. O mejor aun, tal vez entendió de una vez lo que es un NO.
Pero en realidad le molestaba no hablar. Odiaba aquel estúpido silencio. Había pasado una noche muy agradable conociendo a toda su familia, y él simplemente se ponía en ese papel de niño caprichoso.
Soltó un suspiro y se hundió aun más en el asiento de copiloto. Estaba cómoda y el ambiente simplemente era muy cálido. Afuera hacía bastante frío. Otro suspiro escapó de sus labios. Miró por la ventana. Pensó en su madre...
Desde que había visto a Trish Malik había pensado en su madre. ¿Por qué su madre no era como la madre de Zayn? ¿Por qué no sentía ese amor de madre hacia ella? Pero a pesar de todo la quería, claro que sí. Y si solo la llamara y le pidiera perdón, Vanessa simplemente iría corriendo a buscarla para recibir un abrazo. Por alguna extraña razón necesitaba muchísimo a su madre. Quería verla, quería escuchar su voz, tenerla cerca.
El auto se detuvo y ella fue consciente de que ya estaban en la puerta de su edificio. Se sentó erguidamente y tomó su bolso.
—Muchas gracias por todo, la pasé muy lindo —le dijo sin mirarlo e intentó abrir la puerta para bajar, pero no pudo ya que esta estaba trabada. Se giró a verlo —¿Me abres por favor?
—Primero vamos a hablar —dijo él.
Ella lo miró fijamente. ¿Ahora sí quería hablar? Pero que demonios le sucedía a ese idiota. ¿Y si ella no tenía ganas de hablar en ese momento? ¿Qué? ¿Iba a mantenerla encerrada en el auto toda la noche? No, señor, claro que no. Ya nadie le iba a decir que tenía que hacer. Ni siquiera el arrogante de Zayn Malik.
—Estoy cansada y quiero subir a bañarme y acostarme a dormir... hoy fue un día muy largo para mí, Zayn...
—Vanessa —dijo él calmadamente y se puso de costado para verla bien —Sé que me he estado comportando como el imbécil más imbécil de todo el mundo.
—¿Eso crees? —preguntó ella levantando un poco el mentón en un simple gesto de soberbia. Él asintió —Tienes razón... eres el imbécil más imbécil de todos.
Zayn sonrió por lo bajo.
—Quería pedirte perdón de nuevo por lo que pasó en casa de mis padres...
—Ya te dije que no pasó nada y además ya me pediste perdón —lo interrumpió ella.
—Sí, sí pasó, Vanessa. No ganamos nada evitando el tema.
Ella se quedó callada por unos cuantos segundos.
—Tomé la decisión de no irme a vivir contigo...
—¿Por qué?
—No es correcto, Zayn —exclamó —La gente puede llegar a pensar que somos una pareja. Tu familia misma puede confundirse. Y... no es correcto.
—Vanessa, te juro por mi vida que yo no quiero confundir a nadie...
—No soy una cualquiera, Zayn—murmuró y apartó su mirada de él.
Él la miró algo confundido. Pero entonces lo comprendió. Vanessa creía que él la veía como a una cualquiera. Vanessa creía que él quería que ella fuera su amante.
—Mírame, Vanessa —le pidió. Con un poco de duda ella levantó la mirada. Zayn vio todo tipo de emociones en esos ojos —Yo no creo que seas una cualquiera... Sé que no lo eres. Y lo que pasó entre nosotros tampoco te hace serlo, bonita. Yo no quiero que vivas conmigo porque busque diversión en ti. Te dije que solo quiero cuidar de ti y de nuestro bebé. Lo que pasó en casa de mis padres... sí, iba a besarte, Vanessa —le dijo —Pero no porque crea que eres una cualquiera...
—¿Entonces?
—No lo sé... solo pasó —susurró y estiró la mano para acariciar su mejilla —No quiero confundirte, ni confundir nada entre nosotros. Así que si no quieres aceptar mi propuesta porque crees que estoy intentando confundirte... voy a entenderlo. Pero de verdad me gustaría que lo intentáramos.
Vanessa tenía aquel rotundo NO en la punta de la lengua, pero mientras observaba su rostro, su mirada, el NO, no salía de ella. ¿Qué tenía ese arrogante que la hacía cambiar de parecer en un abrir y cerrar de ojos?
Pero en realidad, simplemente podía intentarlo, y si no funcionaba se iría como habían acordado. ¿Qué perdía con probar? Absolutamente nada. Pero aun así sabía que aquello era complicado. Soltó un lento suspiro.
—Está bien, Zayn.
—¿Está bien, qué? —dijo sin entender. Ella esbozó una pequeña sonrisa.
—Me voy a ir a vivir contigo.
Él abrió los ojos como platos y luego sonrió como un idiota.
—¿Lo dices en serio?
—Sí —asintió medio divertida.
—¿No estás bromeando conmigo, verdad?
—No —negó medio divertida.
—¿Realmente es de verdad?
Ella rió. Él ya parecía tonto. Lo golpeó suavemente en el brazo.
—Sí —dijo sin dejar de reír —No pierdo nada con intentarlo. Pero si no llega a funcionar...
Él se acercó rápidamente a ella, impidiéndole seguir hablando, y la abrazó casi asfixiantemente.
—Gracias, gracias —dijo él sin soltarla. Le besó el hombro y volvió a apretujarla. Vanessa rió quedamente —Te juro, Vanessa, que no te vas a arrepentir...
—Eso espero —susurró.
Él la soltó despacio y se alejó solo un poco para mirarla a los ojos. Se miraron fijo, sin decir nada, leyéndose la mirada. Hasta que ella se alejó algo nerviosa.
—¿Estás realmente muy cansada? —le preguntó él.
—Mmm... no —contestó.
—Podríamos ir al cine —dijo.
—¿A esta hora?
—Es viernes... hay cine hasta la madrugada.
—Bueno... puede que sea divertido.
—Hablando de divertido, perdón por todas las idioteces de mi hermano.
—Ay, Zayn —dijo divertida —No me molestaron para nada las tonterías de Chace, es un chico realmente divertido.
—Ya lo creo... Entonces, ¿aceptas mi invitación para ir al cine?
—Voy a pensármelo.
—¿Cómo que vas a pensártelo? No hay tiempo.
Entonces Vanessa recordó que película podían ver. En los últimos meses había estado tan ocupada y con tantas cosas que se había olvidado completamente de su pasión por los libros y películas de Harry Potter.
Siendo niña los había leído todos y cada uno de ellos. Había reído y había llorado. Hasta se había imaginado siendo parte de ese mundo. Es más... creía que ese mundo si existía. En algún momento ella misma iba a comprobarlo.
—Es verdad, no voy a pensármelo —le dijo.
—Ah, ¿no?
—No —sonrió —Porque quiero que me lleves a ver Harry Potter y las reliquias de la muerte – miró hacia sus costados con aire misterioso —Primera parte.
—Harry Potter, ¿es en serio?
—¿Tengo cara de que no sea en serio, Malik? —preguntó. Él sonrió.
—No.
—Bien, entonces llévanos a ver esa película. Queremos soñar con la magia.
—¿Llévanos?
—Sí, nuestro bebé también quiere ver.
Zayn sonrió bobamente al escuchar la palabra 'nuestro' en su boca. Sí, era algo de ellos. Solo de ellos.
—Está bien, Hermione, vamos.
—Aaaaaw, siempre quise ser Hermione —aseguró.
—¿Y yo quien podría ser? —preguntó.
—¿Por lo idiota? —inquirió ella —Deberías ser Ronald.
Zayn soltó una estrepitosa carcajada mientras ponía el auto en marcha.
—Yo creo, señorita magia, que tú quieres que yo sea Ron porque Hermione ha estado eternamente enamorada de él.
—¡Ja! —dijo ella haciéndose la ofendida —Ya quisieras tú, tonto.
—Es Ronald el que babea por Hermione...
—No sé como demonios terminamos hablando de esto —rió él.
—Tampoco yo —le dijo —Pero aun así no vas a salvarte de comprarme mis palomitas de maiz.

Es ComplicadoWhere stories live. Discover now