El mejor amigo de mi novio

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CAPITULO 13:

  —Mami, ¿Quién es mi papá? —le preguntó.
Ella agarró con algo de fuerza el delantal de cocina, que estaba manchado con masa de galletas. No estaba lista para decirle eso. No lo estaba.
—Te hice galletas, mi amor —dijo y le mostró una para cambiar de tema —Tus favoritas.
—No contestaste mi pregunta, mami, nunca lo haces —rezongó.
Vanessa miró directamente a los ojos de su hijo... o hija. No estaba muy segura. Aquellos ojos oscuros eran iguales a los de su... padre.
—No es fácil, mi amor...
—Mi papá no me quiere ¿verdad? Como el abuelo Robert no te quiere a ti. Es eso, ¿cierto?
—Nononono, mi amor, no es eso —dijo apresuradamente, sintiéndose culpable por no poder darle una respuesta a su propio hijo o hija.
—Entonces ¿Qué es? —quiso saber el pequeño o la pequeña. Vanessa vio que sus hermosos ojos oscuros se llenaban de lágrimas. Se le partió el corazón —¿Por qué yo no tengo un papi como los demás? ¿Por qué no me va a buscar a la escuela? ¿Por qué mi papi no me quiere?
—En realidad, mi amor —habló angustiada —Yo no sé dónde está tu papi... nunca pude encontrarlo.
—¿No sabes dónde esta mi papi? —dijo algo confundido o confundida. Era horrible no poder estar segura de ello —Eso significa que él... no sabe que yo existo —Vanessa asintió afligida. Se sentía tan abrumada. Entonces vio el sentimiento más feo del mundo en los ojos de su bebe —Te odio, mamá. Te odio...
—NOO —exclamó sentándose rápidamente en la cama.
Su rostro estaba empapado en lágrimas. Un leve sudor cubría su cuerpo. Su mano derecha se apoyaba con algo de fuerza contra su plano vientre. Había sido un sueño. Todo aquello había sido un sueño. Bajó la mirada a su panza. Se recostó de nuevo en la cama y se levantó un poco la remera hasta dejar su vientre al descubierto. Ella tenía algo pequeño dentro de si. Algo que pronto comenzaría a crecer. Y que dentro de nueve meses saldría de ella. Luego comenzaría a crecer y más tarde la llamaría: mamá.
¿Estaba realmente lista para eso? No, claro que no lo estaba. Aquello no estaba en sus planes. Aquello no tenía que ser así. Ese bebé no tenía que estar ahí. Pero lo estaba. Y la única culpable era ella. Ella y sus actos inconscientes. ¿Cómo pudo haberse embarazado de un completo extraño? ¿COMO?
¿Qué les iba a decir a sus padres? ¿Qué le iba a decir a su abuelo? ¡Por dios! Ni siquiera sabía en dónde buscar a ese tal Zayn...
Solo tenía una solución para que todo eso se terminara. Se miró la panza. Con su mano tocó la parte baja. Su vientre estaba plano. Dentro de unos meses parecería una pelota de playa. Apretó con fuerza y entonces sintió algo. Eran como interminables tic-tic que sonaban rápidamente uno detrás de otro. Abrió bien los ojos, sorprendida al darse cuenta de que eso que sonaba con tanta insistencia era un pequeño corazón. Un corazón que no era el suyo y que latía dentro de ella.
Sus ojos acumularon más lágrimas. ¿Cómo podía ella terminar con la vida de algo tan... frágil? Algo que parecía estar tan o más asustado que ella. Maldita sea, era su bebé. A pesar de todo era su hijo. Y en ese momento latía con fuerza en su interior.
Pero estaba tan asustada. ¿Qué iba a ser de ella? No sabía nada de bebés. Nada de cambiar pañales y hacer mamaderas. Estaría completamente sola con eso. Sola...
Y su familia. Cuando su familia se enterara, iban a darle la espalda completamente. Y ahí sí, sería el fin para ella.
Alguien intentó entrar a su habitación. Ella se tapó con las sábanas rápidamente. Después de hacerse los test de embarazo, se había encerrado en su cuarto y había llorado. Al parecer de tanto llorar se quedó dormida. Hasta ahora. Los golpes en la puerta comenzaron.
—Vanessa, soy yo, Brittany. Ábreme, por favor. Clara me llamó y me dijo que no estabas bien. Le pregunté que tenías pero no quiso decirme —dijo la rubia mientras seguía golpeando la puerta —Por favor, Vanessa ¿Qué tienes? Necesito que me lo digas, amiga —escuchó la voz temblorosa de la rubia.
Pronto sus ojos soltaron más lágrimas. Se puso lentamente de pie y caminó hacia la puerta. Le quitó el seguro y abrió.
Brittany la miró bien y sintió una angustia mucho mayor que antes, al verla. Vanessa tenía los ojos hinchados de tanto llorar. Estaba ojerosa y algo pálida.
¡Dios santo! Ella necesitaba saber que era lo que su amiga tenía. La doctora no le había dicho nada, pero por la reacción de Vanessa, seguramente no era nada bueno.
En ese momento la morena se lanzó a los brazos de la rubia y rompió en un desolador llanto. Brittany se aguantó las lágrimas y la abrazó con fuerza. Se quedaron abrazadas por incontables minutos.
—Vanessa, ¿Qué pasó? —le preguntó por lo bajo.
La morena la soltó y se acercó a la cama para sentarse. Britt se sentó a su lado y tomó su mano.
—Yo... —su voz salió apenas audible. Le dolía la garganta a causa del maldito nudo que se le había formado allí.
—Tranquila, Vanessa —le acarició la mano —Sea lo que sea, vamos a salir adelante. No voy a dejarte sola, jamás...
—Brittany —soltó varias lágrimas y respiró profundamente. Necesitaba calmarse un poco, lo sabía. Pero sus manos no dejaban de temblar —Estoy... estoy embarazada.
La rubia la miró bien. Se tapó la boca con su mano libre mientras sus ojos retenían las lágrimas que querían salir.
—¿Qué? —preguntó sin poder creerlo.
Vanessa asintió y cerró los ojos. ¿Qué iba a hacer ella ahora? ¿Qué?
—Tengo... tengo un embarazo de cinco semanas...
—Por Dios, Vanessa —murmuró atónita.
—¡No sé que voy a hacer! —exclamó y volvió a llorar.
—Vanessa, el padre del bebé...
—Es el extraño con el que me acosté esa noche que salimos —murmuró.
—Oh, mier-da —musitó ella. Eso no podía ser así. Vanessa no pudo haber sido tan irresponsable de embarazarse de un desconocido —Ni siquiera sabes su nombre, Vanessa.
La morena bajó la mirada y se apretó las manos, nerviosa.
—Sí que lo sé —le dijo. Brittany la miró extrañada.
—¿Cómo que lo sabes? Me dijiste que no lo sabías...
—Te mentí, ese día te mentí. Sí sé como se llama.
—¿Por qué demonios me mentiste? —preguntó enojada.
Ella estaba al borde de un ataque de nervios. Aquello que le había dicho la morena no era lo que esperaba escuchar. Esperaba cualquier cosa menos eso.
—¡No pensé que fuera importante, Brittany! —lloró angustiada —Solo quería olvidarme de ello, nada más.
—¡Estás embarazada de ese hombre!
—Por Dios, estaba ebria, Britt. Pasó todo tan rápido... simplemente no... no me di cuenta de que tenía que cuidarme. Yo no...
—Ya, ya , tranquila —trató de calmarla y de calmarse a si misma. Poniéndose como loca no iba a ganar nada —¿Cómo es su nombre, Vanessa? —quiso saber.
Ella tenía que saberlo, porque iba a buscar a ese hombre hasta por debajo de la tierra si era necesario. Su amiga no iba a cagar con eso sola, claro que no.
—Zayn —susurró Vanessa —Su nombre es Zayn Malik.
Podría decirse que la mandíbula de Brittany casi tocó el suelo. Tal vez solo era una casualidad... No podía ser el mismo Zayn que ella conocía.
'¿Viniste solo?'
'No, no vine solo, preciosa. Vine con mi mejor amigo'
'¡Yo también vine con mi mejor amiga! Su nombre es Vanessa'
'Mi pelmazo se llama Zayn, pero creo que ya se fue, es medio imbécil...'
Comenzó a reírse sin poder evitarlo. Vanessa la miró extrañada. ¿De qué diablos se estaba riendo? Entonces la rubia sacó su celular y comenzó a buscar una foto.
—¿Qué haces? —quiso saber.
Brittany dejó de tocar la pantalla de su teléfono y se lo mostró a Vanessa.
—¿Es él? —le preguntó. Vanessa tomó el celular y lo acercó bien a su mirada. Su corazón se aceleró al ver esa sonrisa, esos ojos... Volvió la vista a Brittany.
—Sí, es él —dijo sin poder creerlo —Pero, ¿Qué haces tú con una foto de ese hombre?
Brittany se puso de pie y comenzó a caminar de un lado para el otro. Aquello era realmente una locura. ¡Una locura! Su mejor amiga estaba embarazada del mejor amigo de su novio.
—Estás embarazada del mejor amigo de Niall, Vanessa —le dijo.
—¿Qué? —exclamó asombrada.
—Zayn Malik, es como un hermano para Niall, y estás embarazada de él.  

Camila🌼

Es ComplicadoWhere stories live. Discover now