—Regreso, Yoonie —besa sus labios, esta vez—. Te amo. Duerme bien.

Cuando sale de la habitación el alfa de cabellos naranjas ya lo está esperando con su sonrisa característica en forma de cuadro.

—SeJin hyung dijo que no había problema, mientras sea cerca.

—Está bien —cierra la puerta—. Vamos, quiero un helado.

Ambos salen del hotel rumbo a las calles desconocidas de la ciudad y comienzan hablar de cualquier tema. Llegan a una especie de calle en donde hay varias tiendas y turistas. Tae sonríe al observar un puesto de helados cerca de la pileta de la zona y le dice a Jin que irá por uno, este asiente con su bonita sonrisa y se va a tomar fotos en la pileta.

El día es hermoso, el sol no quema mucho y el aire es fresco. Le gustaría que el clima en Seúl fuera así, la mayoría del tiempo llueve; no hay muchos días soleados en Seúl.

—Hey, hola.

Jin piensa que le está diciendo a alguien más por lo que continúa tomando fotos.

—Hey, hola —repiten a sus espaldas y esta vez sí gira porque le han tocado el hombro derecho— ¿Necesitas ayuda con las fotos?

—No, gracias —responde olfateando que es omega—. Estoy bien.

—Oh, bien..., eres coreano, ¿no? — Pregunta con una amable sonrisa—. Es que, también, lo soy y ya sabes es emocionante cuando te encuentras con alguien de tu misma nacionalidad.

Jin se limita a sonreír, un poco incómodo; pero lo entiende. Él, también, se sentiría así si encontrará a otro omega de su país en un lugar completamente desconocido.

— ¿Te molesta si te acompaño?

—Yo...

—Solo hasta que mi alfa venga.

— ¿Tienes alfa?

Los ojitos marrones de SeokJin observan con fascinación la marca de acoplamiento del omega.

—Es hermosa.

— ¿Verdad? Mi alfa y yo estamos de luna de miel —cuenta con las mejillas sonrojadas—. Espero poder darle un cachorro, sabes.

—Muchas felicidades. Estoy seguro que podrás darle un cachorro.

— ¡Gracias!

El sonido de un celular se escucha y el omega desconocido le dice que es su esposo lo está esperando en una cafetería con un extraño nombre por lo que debe irse.

—Jin hyung.

Tae llega con una expresión curiosa en su rostro tras haber visto cómo un chico se despedía muy animado de su mayor.

—Tae, por fin —observa los dos conos gigantes de helados y se le hace agua la boca— ¿Cuál es mío?

—Eh, cualquiera, Jin hyung —elige el que tiene los colores más llamativos— ¿Quién era ese chico? ¿Te estaba molestando?

Pregunta de frente y algo serio ante la idea de que hayan molestado a Jin. Tanto su lobo como él tienen la necesidad e instinto de protegerlo.

—No, era omega. Tranquilo —se sienta en el borde de la pileta para comer el helado—. Estaba esperando a su alfa..., es su luna de miel.

—Oh, eso es...

—Lindo —interrumpe sin querer—. Incluso, lo marcó.

Tae se sienta a su costado y comienza a comer, también, cuando de repente varias dudas se instalan en su mente.

—Jin hyung... —hace un sonido que lo está escuchando—, ¿usted quiere casarse?

Detiene la cuchara con el helado a mitad de su boca y lo mira curioso.

— ¿Casarme? — Hace una pequeña pausa—. La verdad nunca lo he pensando...., es decir, quiero tener mi familia como cualquier omega, pero no he planeado a qué edad y eso —contesta con normalidad porque confía en Tae—. Además, ahora somos idols y es más difícil pensar en esto de casarse.

—Sí, supongo —combina los sabores de su helado. Por alguna razón, su lobo se encuentra insatisfecho.

— ¿Y tú? Sé que eres joven, pero, ¿te gustaría?

—Pues, mi familia siempre me ha inculcado al matrimonio..., mi madre me ha enseñado todo para ser un alfa de familia —cuenta con un tono amargo—. Ella quiere verme casado y con hijos antes de los treinta —alza los hombros al no querer pensar en su adolescencia—. No lo sé, ya el tiempo lo decidiera.

—Sí, exacto —nota que Tae está un poco deprimido—. Hey, ¿vamos a comprar un nuevo vídeo juego? Creo que vi una tienda por aquí.

El alfa menor asiente emocionado, pues le gusta mucho jugar vídeo juegos con el omega. Es divertido cuando pierde y hace su berrinche. Se podría decir que tienen una especie de tradición el jugar vídeo juegos juntos; ya después puede jugar con los otros dos menores. Pero, Jin siempre prueba un juego primero con V. Es su tradición, la actividad que comparten y es solo de ellos.

— ¡Quiero este, Jin hyung!

Dice mostrándole un video juego de luchas y el mayor se lo compra. Le gusta mimar y ver la sonrisa cuadrada de V, es muy adorable cuando sonríe de esa forma.

Luego de comprar el video juego, regresan al hotel y van a la habitación de TaeHyung a probar el nuevo video juego. Se la pasan jugando lo que resta de la tarde que ninguno sabe quien cayó primero dormido. Solo se despiertan a mitad de la noche abrazados.

— ¿Tiene que irse, Jin hyung?

—Mhm, no —el sueño puede más—. No... —bosteza y se acurrucada más buscando el arma a pino—, no tengo.

El lobo de V agita la cola feliz y se acuesta, también, para admirar a la bella criatura entre sus brazos.

—Descanse, Jin hyung.

SeokJin balbucea el nombre de un plato coreano y abraza más el pecho del menor. Sonriendo en sueños.

Destinados Antes de Nacer El Comienzo © || Libro #0.1|| [BtsxJin] (Omegaverse)Место, где живут истории. Откройте их для себя