El pelinegro y yo estábamos descansando luego de una sesión de pesas. Ambos dábamos breves tragos de nuestras botellas, nuestras respiraciones estaban algo aceleradas. Era obvio que JungKook cargaba más peso que yo, pero mis músculos quemaban por el tiempo que estuve sin hacer ejercicio.

–¿Como ves a Monie? –Pregunté mirándolo. Ambos estábamos sentados en el suelo.

–Pues, hay veces que se queda sumida en sus pensamientos, lo extraña, pero ya no habla de él. –Asentí.

–Es lindo que estés con ella en estos momentos –sonrió un poco– eres un buen chico Jeon y espero que ella sepa apreciarlo. –El bajó la cabeza avergonzado.

–Se que dije que ya estaba cansado de ser su paño de lágrimas, pero la verdad es que no la dejaría, no podría hacerlo ni aunque quisiera. –Algo me decía que ellos terminarían juntos, él le hacía muy bien a EunBi. –Tú y JiMin pasan mucho tiempo juntos –cambió el tema radicalmente– ¿estás segura de que no tienen nada?

–Segura.

–Pero... ¿tu no sientes nada por él?

–¿Por qué tantas preguntas?

–Sólo quiero saber. –Se encogió de hombros.

–Eres muy curioso –rodé los ojos– no, Kook no siento nada por él, nada más allá de lo físico.

–Harían buena pareja. –Dijo con una sonrisa burlona.

–Ya, cállate. –Le di un empujoncito en el brazo y me levanté. No quería seguir con esa conversación absurda y él lo entendió.

JiMin no me atraía sentimentalmente y tanto él como EunBi eran unos tontos por creer algo así. El hecho de que pasáramos tiempo juntos no quería decir nada.

Luego de hacer otras sesiones, ambos nos separamos para cambiarnos en los vestidores. Cuando salí con mi bolso colgado en mi hombro, no pensé conseguirme con HoSeok frente a mi. El pasillo de los vestidores de mujeres, estaba separado de el de hombres así que no era una casualidad, me estaba esperando. Lo curioso era que no lo había visto, pero el gimnasio era muy grande y habían muchas personas a esa hora.

Me miraba con una sonrisa falsa plasmada en su rostro.

–¿Qué quieres? –Me crucé de brazos.

–Hola, ex cuñada –su tono de voz afilado escondía algo más– me pregunto si estás feliz con lo que hiciste.

–¿Qué hice? –Sabía a lo que se refería pero quise hacerme la desentendida a propósito.

–No te hagas, sabes muy bien a lo que me refiero.

–Creo que no tienes el derecho de meterte.–Me toqué la barbilla en un gesto pensativo, casi cité las mismas palabras que él me dijo la vez que fui a buscarlo por EunBi. –No es tu problema y si eso es todo lo que tienes para decirme, debo irme. –Quise pasar a su lado pero me detuvo colocando una mano en mi hombro a lo que me solté de mala gana, fulminandolo con la mirada, y me alejé unos cuantos pasos. –No me toques, maldición.

Odiaba que me detuviera como si obligatoriamente tuviese que escuchar lo que tenía para decir.

–Veo que tus sueños se están haciendo realidad, te quedaste con JiMin y ahora EunBi está con JungKook. –Reí, ante su tono sarcástico.

Por lo de la noche anterior había sacado sus propias conclusiones, creía que EunBi y JungKook estaban juntos ahora. Pero yo no le diría lo contrario.

Me pareció raro que no mencionara lo que pasó con HyunJin, era obvio que la había visto.

–Ella se dio cuenta que tú no vales, ni valdrás la pena. Eres un maldito perdedor, no supiste apreciar a la persona que tenías al lado –sonreí justo como él lo había hecho hace unos segundos atrás– me alegra tanto que ya no esté con un imbécil como tu.

•Little Lies. |PJMWhere stories live. Discover now