—JiMin se merece saber qué clase de hyung tiene aquí, este chico—GeumJae lo señaló con los palillos—una vez fue capaz de...—

No pude escuchar lo demás porque YoonGi hyung lo interrumpió.

— ¡No le digas esas cosas! —uno de sus brazos paso por mi espalda y ambas manos de YoonGi hyung me cubrieron los oídos, de ese modo yo quedé entre sus brazos y más cerca de su pecho.

Mis mejillas se sintieron calientes, Hobi hyung seguía contando anécdotas y Yoongi hyung intentaba mantenerlo callado mientras GeumJae le seguía el juego y comíamos al mismo tiempo.

—La última vez que salimos todos juntos fue la noche de caminata en invierno, YoonGi se emborracho tanto que termino corriendo por toda la vereda cargando su celular y una botella de Vodka vacía, fue muy dramático y todos intentaban atraparlo hasta que Hobi saltó sobre él y lo tumbo sobre el pasto, entonces todos tuvimos que quedarnos despiertos unas horas más intento buscar su celular.

—Olvidas la parte donde entró en inseguridad y nos preguntó a todos si lo amábamos—Hobi hyung se llevó ambas manos al pecho—eso fue lo más lindo de mi navidad—agregó con tono de burla.

—El nuevo juego de navidad será "atrapa al YoonGi borracho" —también yo me reí, porque esa noche el me llamó, y fue una buena noche de navidad.

—Creo que ha sido suficiente, ustedes paguen y yo llevare a JiMin a casa—el rostro de YoonGi hyung estaba colorado, todo fue muy divertido de ver.

— ¿te molesta que me hablen de ti? —pregunté divertido.

—Creo que las cosas vergonzosas son mejores si las ves por ti mismo. Me sentía un poco mal si tus amigos me dijeran lo divertido que es salir contigo y me contaran sus anécdotas, prefiero crear las nuestras—se encogió de hombros, como si lo que acababa de decir no tuviera significado alguno.

—A mí me gusta saber que tu vida no ha sido solo una pantalla y muchos vídeo juegos—comenté con la mirada en el piso.

—No, ahora ya puedo incluirte como un ser real y existente, ya no eres solo números y letras.

—Me gustaba ser números y letras, aunque ahora tiene más valor el verte.

En su rostro se ensanchó una sonrisa.

—Blanca Nieves se merece más que un príncipe de números y letras.

— ¿Crees tener lo que se necesita para ser el príncipe de Blanca Nieves? —lo reté alzando las cejas.

El abrió la puerta del auto para mí y con una sonrisa me contestó.

—El príncipe no es nada comparado conmigo—me quedé paralizado al ver como su rostro se acercó al mío al decir aquellas palabras.

— ¿Y dónde está tu reino? —pregunté retándolo, pero siendo más consiente de la cercanía entre su rostro y el mío, lo único que separa nuestros cuerpos era la puerta del auto que estaba abierta entre nosotros.

—Soy el rey de Daegu, y tú eres Blanca nieves de Busan—su sonrisa se volvió más grande, más placentera y mi espacio personal más reducido, pero así de rápido como ese momento comenzó, también acabó. Terminé en su auto con el cinturón apretándome el pecho, sintiéndome flotar sobre la atmosfera sin moverme del asiento.

Crucé la sala y para llegar a las escaleras hay que dar una vista a la cocina, tomé una manzana, me colgué la mochila sobre el mismo hombro y subí las escaleras con los pies descalzos, el uniforme se volvía incomodo después de usarlo todo el día, necesitaba urgentemente un baño, masturbarme, hacer tarea, y tal vez dormir, todo en ese orden de importancia.

D MAIL [YOONMIN]Where stories live. Discover now