Uno.

13.9K 683 285
                                    

Acostada sobre una tumbona, a la orilla de la piscina, me encontraba pensando sobre la situación en la que estaba mi familia. La casa entera se encontraba en completa calma.
Hasta que el silencio y mi tranquilidad fue interrumpida por una voz.

–¡Acassia! ¿Qué crees que haces, niña? –una figura tapaba los rayos del sol a los que había estado expuesta hace unos segundos, abrí los ojos sintiendo como la molestia inundaba mi cuerpo– Te dije antes de salir que hoy iríamos a donde los Park, debemos estar a las tres allá y falta solo una hora. ¡¿Que haces aquí tirada tomando el sol?!

–Anna y yo te dije que no participaría en otro de tus engaños. –Hablé pausadamente intentando controlarme, mi humor cambiando totalmente gracias a ella. -Deja de joder de una vez por todas.
Me levanté tomando mi toalla y cuando me disponía a entrar a la casa, unas largas uñas se clavaron en mi muñeca.

–No me hables de esa manera, soy tu madre y debes respetarme –nos mirábamos directo a los ojos, en mis ojos seguramente reflejando el rencor que le tenía–, recuerda que todo lo que hago es por ustedes y por mantener la posición de esta familia.

No se merecía el título de madre. No se lo merecía desde mucho antes de que todo se fuera a la basura.

–Creo que no estás haciendo un buen trabajo, madre. –Enfaticé sarcásticamente.
Me solté de mala gana de su agarre.

Antes de que pudiera quejarse, por la puerta del jardín entró mi hermana tomando la mano de su novio, ambos reían, al acercarse y ver nuestras expresiones, borraron las sonrisas de sus rostros. HoSeok al mirarme y darse cuenta que mi cuerpo solo lo tapaba un bikini color rojo, desvió la mirada y yo reí disimuladamente. No terminaba de caerme bien y no me gustaba el hecho de que saliera con mi hermanita, así que disfrutaba cada momento en el que se sintiera incómodo o intimidado por mi.

Cassie... ¿Mamá? ¿Qué pasa? –EunBi hablaba en un tono bajo, preocupado.

–Al fin llegas hija... –Mi madre enseguida cambió su expresión y sonrió amablemente, o lo intentó. No se a quién trata de engañar, todos sabemos lo arpía que puede llegar a ser.
–Habla con tu hermana, debemos estar en lo de los Park en menos de una hora y ella aún no está lista. –Me lanzó una mirada envenenada antes de entrar nuevamente a la casa. HoSeok le dio un beso en la frente a Monie, antes de seguir a su suegra adentro, y dejarnos solas.

–Antes de que digas algo, no iré a esa casa. –Hablé, envolviendome en la toalla y recogiendo mi cabello en una cola. Me crucé de brazos esperando el sermón por parte de mi hermana.

–Acassia, ya debes superar tu odio hacia JiMin –rodé los ojos–, el chico no te ha hecho nada y tu lo has odiado por tantos años sin razón alguna.

Definitivamente EunBi era demasiado ingenua, claramente seguía creyendo en las buenas intenciones de nuestra madre, las cuales no existían. Mi hermana era muy dulce para ser capaz de ver la maldad que hay en el mundo. A pesar del comportamiento de mamá, ella le seguía teniendo cierto respeto por eso no se quejaba de todas sus acciones. Y también ignoraba el hecho de algunas cosas que yo cargaba con los años.

Mi "relación" con JiMin no tenía nada que ver con el motivo de que no quisiera hacerle caso a mi madre, o bueno sí, un poco. Es decir no es como que si bailaría de la emoción por verlo, prefería evitarlo como trataba de hacer constantemente, lo cual resultaba casi imposible teniendo en cuenta que asistimos a la misma universidad y que unos cuantos de sus amigos y la ilusa de su novia estudian lo mismo que yo -Negocios Internacionales- por ende lo veía seguido en mi facultad.

Nos habíamos visto algunas veces de pequeños, por nuestras familias y fuimos al mismo instituto, él un año más adelante. Lo odiaba simplemente por su manera de ser, en realidad yo odiaba a todos en aquel lugar, pero el chico se llevaba un porcentaje más alto. Era insoportable, se creía el rey de la escuela y que todas caían a sus pies, bueno muchas lo hacían, pero yo me consideraba lo suficientemente inteligente como para cometer ese error. Ese rechazo hacia su persona sigue intacto hasta el día de hoy, luego de tres años y medio.

•Little Lies. |PJMWhere stories live. Discover now