Normal life - Pepperony - IronFamily [Terminada]

41 rememorar.

No podíamos volver a casa.
Volver a la torre era evocar millones de recuerdos, hecharle limon a la herida; pero no teniamos a donde ir, era la única opción.

Tony no nos recordaba, no lograba aceptar la realidad y tampoco lo podíamos dejar completamente solo.

Era doloroso verlo día a día sin que él te viera como nosotros lo vemos.

Pepper era la que peor lo había tomado. Ya llevaba un mes en cama. El embarazo se empezaba a notar y más a ahora que había bajado demasiado de peso. Aveces se negaba a comer o a levantarse. Estaba sumida en una depresión, peor que la vez que habían peleado.

Él volvió a Malibú. Rhodey se fue con él. Todos teníamos el profundo miedode que al ser el de antes, se comportara como el de antes.

-¿Peter?

La aguda voz de mi hermana me saco de mis pensamientos.

Íbamos caminando desde él parque a casa. Me agache a su altura y subí el cierre de su sudadera. Estaba brisando.

-¿Que día es hoy? - pregunto abriendo esos grandes ojos cafés que me recordaban a Tony.

-Mmh... Creo que hoy es primero de septiembre... - mire la fecha en mi celular para serciorarme -Sip, hoy es uno...

-¡Peter, eso significa que no queda nada para mí cumpleaños! ¡Seré una niña mayor en 3 días! ¡Voy a tener 4!

A Morgan se le salía la emoción hasta por los codos. Para un niño la fiesta de cumpleaños siempre es una importante festividad. Todavía recordaba cuando mi tía May hacia torta para mí cunpleaños.

Me parecía divertido que pensará que cumplir cuatro años era ser grande. Logró sacarme una sonrisa.

Morgan había logrado mantener un poco la felicidad dentro de la casa, aunque aveces igual se veía algo desanimada, además de que extrañaba mucho a su padre.

-¿Y qué vas a querer de regalo, niña grande? - le pregunté, mientras retomabamos la marcha.

Lo pensó, se demoró en responder.

Su respuesta me dejó sin habla. Todos lo queríamos. En el trayecto restante no logré decir ninguna otra palabra.

-Solo quiero una cosa... - la pequeña jugueteo con sus dedos antes de sonreír -Quiero ver a mi Papá.

[...]

Ya era como parte habitual de nuestras rutinas.

Desde que Tony había perdido la memoria y se había ido de la torre, el tener a Peter recostado sobre mis piernas sollozando mientras dejaba todo salir y yo acariciaba su cabello, era algo que pasaba mínimo una vez por semana.

Hoy entre lágrimas me había contado que Morgan estaba muy entusiasmada por su cumpleaños y que le había pedido ver a su padre como regalo.

Hace casi un mes que Peter no ocupa el traje para su habitual ronda por la ciudad. Se veía triste y desanimado, a menos que estuviera con Morgan, al estar con ella fingía estar feliz para no preocuparla. Era un gran hermano.

Eran las diez de la noche cuando Peter se quedó dormido.

Me levanté con cuidado para no despertarlo, quite sus zapatos y lo tape.

Estuve apunto de irme pero él me detuvo tomando mi mano.

—Es muy tarde. Déjame llevarte a casa. - dijo con voz ronca y adormilada. Se destapó dispuesto a levantarse.

Negué con la cabeza.

—Estas cansado... Vuelve a dormir... - con mi mano libre volví a taparlo.