8 Nunca Me Dejes

1.7K 123 30
                                    

Me sentía pesado. Mi traje no respondía, no lograba volar. Iba cayendo en picada. Recordé lo últimos momentos antes de caer...

Pepper ya tenía ocho meses de embarazo, lo que le daba un movilidad muy reducida, pero se veía tan tierna y hermosa con la gran barriga que albergaba a nuestro futuro hijo. 
Viajábamos hacia Malibú. Unas pequeñas vacaciones no le hacían mal a nadie. El avión privado era solo para nosotros... Y Happy.

Faltaba poco para llegar a nuestro destino.

De Repente uno de mis trajes misteriosamente, se activó y nos apuntaba. Le ordené que se apagase, pero no me hizo caso. Pepper dormía plácidamente desde la salida del avión. Últimamente estaba muy cansada por el embarazo. 

Me levanté ha desactivar la armadura pero me di cuenta que no era la mía. Tenía unas extrañas marcas a los lados... Y el diseño no era mío... ¿Alguien más había logrado hacer una armadura con éxito? Quedé totalmente desconcertado. Sin darme tiempo de reaccionar empezó a disparar en todas direcciones, vi a Happy aparecer por detrás del traje y subirse en él, intentando detenerlo.

-¡Toma a Pepper y sácala de aquí! !Rápido! - Grito Happy, mientras golpeaba la armadura.

No dudé ni un segundo. Tome a Pepper, la cual junto con los disparos había despertado. Ella se sujetaba su vientre con las manos y miraba la escena con terror. Poniéndome el traje me dispuse a salir del avión junto a ella.

-No te sueltes amor, en unos minutos más estaremos a salvo de nuevo. - dije intentando reconfortarla. Ella se apretó a mí como si su vida dependiera de ello y no me quisiera perder. Se encontraba despavorida.

Salte del avión con una Pepper de ocho meses abrazada a mi. Tenía pánico de que al bebé le pasara algo... Esta era, obviamente, una situación de riesgo y estrés. No debí planear estas vacaciones.

Un disparo cayó sobre mi pierna derecha, haciéndonos perder propulsión. Si perdía uno más no lograría llevarla hasta el suelo sana y salva. 
Otro disparo se estrelló contra nosotros, específicamente contra mi espalda, separándolos y desactivando mi traje. 

No me podía mover. 

Estábamos cayendo en picada. Una vez más, ella se había resbalado de mis brazos y caía. Grité su nombre intentando que volviera, pero sabía que nada eso funcionaria...

-¿Tony? ¿Amor? - escuchaba lejana la voz de Pepper -Despierta.

Desperté sobresaltado. Sentía sudor frío sobre mi frente. Lo primero que vi al abrir los ojos, fue a ella acariciándome la cabeza.

-Shiii... Tranquilo, solo fue un mal sueño... Todo está bien... Yo estoy aquí, contigo.

No me di cuenta cuando había empezado a llorar. 

Me acurruque en su pecho y la abrace lo más fuerte que pude. Lleve una de mis manos a su estómago. Solo tenía 3 meses, recién se empezaba a notar que estaba embarazada. Todo había sido un horrible sueño, una pesadilla.

Ella beso mi frente y levantó mi cabeza viéndome a los ojos.

-¿Quieres que hablemos? - siempre sabía lo que necesitaba, era perfecta.

—Empezó hace unas semanas, después que me dieras la noticia... -suspire. No sabía si decírselo, no quería hacerla sentir culpable -No puedo dormir. Cuando lo hago tengo - trague saliva, sentía mi boca muy seca -pesadillas... Pesadillas por qué te pase algo a ti - dije reincorporandome y tomándola entre mis brazos —o ahora al bebé. No sé si soy bueno para ti y nuestro hijo... 

Por fin lo había dicho. Ese pensamiento me había atormentado por horas y días completos, pensado que si era mi hijo, lo ocuparían para amenazarme o dañarme. Ya lo habían hecho con Pepper y si que lastimaba. La vida de un héroe no era fácil, y menos normal.

—Lo sé. - vi una triste comprensión en su cara —quizás estar contigo es de las cosas más arriesgadas que he hecho en mi vida - se encontraba acostada boca arriba, contemplando el techo, mientras acariciaba su pequeña barriga —pero ha sido y siempre será mi mejor decisión ¿sabes? - sacó una mano de su estómago, busco la mía entre las sábanas y la tomo —nunca voy a olvidar el día que conseguí el trabajo. Al principio eras insoportable, más de una vez quise renunciar. 

La mire con una falsa y sobreactuada cara de indignación. Los dos reímos, la tensión empezó a desaparecer poco a poco.

—¿Sabes por qué no renuncie? - la miré expectante, la verdad nunca intenté formularle una respuesta para eso —porque me lo pediste, me pediste que nunca me fuera. - ¿yo había pedido eso? —Estabas roto. La primera vez que te vi borracho, en el sótano donde trabajabas en tus proyectos, en la antigua casa, me di cuenta que eras realmente humano. Sentías, muy en el fondo en ese momento pero lo hacías. No eras la persona fría, arrogante y egocéntrica que demostrabas. 

Una pequeña sonrisa surco su cara.

—¿Recuerdas lo que me dijiste esa noche? - tuve un poco de miedo, antes tenía menos filtro al hablar que ahora, pude haber dicho cualquier cosa —Estabas extremadamente borracho, más que en esa fiesta de cumpleaños, de la que me fui por qué destruiste la casa con Rhodey. - dijo con un tono todavía algo enojada por ese día —Siempre he creído que los borrachos dicen siempre la verdad... Me dijiste que tú sueño era ser normal.

Que tus padres siguieran vivos, haber tenido la infancia más normal del mundo, con amigos y juegos, haber sido menos inteligente. Dijiste que eso te llevo a la bebida y la mala vida, tu mente no te dejaba tranquilo y tenías que callarla. También dijiste que querías ser bueno, una buena persona, encontrar una novia y casarte, tener una familia. Una vida normal. - Esos eran mis pensamientos más profundos, nunca pensé que Pepper los supiese, o que yo mismo me había delatado —Tus últimas palabras antes de quedar inconsciente fueron "tenerte a ti es lo más normal que he tenido... Y c-creo que me encanta. Porfavor nunca te vallas." Quedaste inconsciente minutos después, por toda la noche. No fui a dormir a mi casa ese día, me quedé junto a ti, cuidándote. Soñando que algún día tendríamos esa vida normal. - ella llevó sus manos junto a las mías a su pequeña barriga. Estábamos cumpliendo nuestro sueño, con algunas variaciones, pero lo mejor que podíamos. —Después de eso nunca logré irme por completo y... Creo que nunca lo lograré - dijo sonriendo.

—Estar junto a ti cada día, es el mejor regalo que el mundo me podía haber dado. Te amo y mucho, aunque aveces no sepa demostrarlo o - siempre —me equivoque. Eres lo más importante que hay en mi vida. Daría lo que fuera por ti y nunca perderte. - me acerque a ella y la bese apasionadamente. Pase mis manos por su espalda, pasando a su trasero, ella mordió mi labio. Pase a su cintura y finalmente a su barriguita —Y amo a este bebé, aunque no sepa quién es, o qué será de su vida, solo se que pase los que pase siempre lo amaré y mucho - tome su vientre entre mis manos y lo bese, apoye mi frente en él. Sabía que quizás lo que había dentro no podía sentirme, pero yo sentía una gran conexión. 

Pepper se durmió abrazada a mi, recostada sobre mi pecho. Su respiración era como una canción de cuna para mí. Ese día, después de unas semanas, por fin logré conciliar el sueño. 

Normal life - Pepperony - IronFamily [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora