Normal life - Pepperony - IronFamily [Terminada]

6 ¿Vivir Con Un Niño?

Hablé con mi abogado, empezaríamos a hacer todo el papeleo para ser los tutores legales de Peter lo antes posible. Viviría con nosotros en la torre, hasta al cumplir la mayoría de edad. Cuando lo conversamos con él, se mostró feliz y agradecido. No sabía muy bien cómo se comporta un niño, pero según Pepper, él está deprimido.

Creo que conozco el sentimiento por el que está pasando. Mis padres murieron cuando era joven y tampoco tuve la oportunidad de despedirme. Sé que no era la misma situación, pero pienso que el sentimiento es mutuo.

Me encontraba en mi estudio, trabajando en algunos proyectos, cuando la voz del chico me sacó de mis pensamientos.

-¡Señor Stark! ¡Señor Stark! - se escuchaba como corría en dirección a mi estudio. 

Pase mis manos por mi cabeza intentando tranquilizarme. Si ese chico se la iba a pasar gritando y corriendo por mi departamento, no lo aguantaría ni una semana... Pero como culparlo, debía estar emocionado, que mejor que vivir con alguien como yo. 

-Chico - al verlo parado frente a mí empecé a hablar sin quitar la vista de mi trabajo, dándole poca importancia -si vas a estar en esta casa tendremos que poner reglas... Definitivamente no... 

-Lo que pasa es que estábamos en la cocina y... - Peter me interrumpió. hablaba rápido, como desesperado -Yo estaba poniendo la mesa...

-Niño, no tengo todo el tiempo del mundo, por favor ve al grano - le interrumpí, aún sin quitarle la atención a mi trabajo.

-La Señora Pepper... Me dijo que se sentía mal, y...

-¡¿Que Pepper que?! ¿Ella está bien? - Levante la cabeza para mirarlo, en su mirada había miedo y preocupación. 

Dejé mi trabajo y me apresure a dirigirme hacia la cocina. Mientras corrimos Peter, más atrás, dijo: 

-Ella se ha desmayado.

Me apresure más a correr hacia ella. Estaba realmente asustado ¿Y si la doctora le había dado una solución por los desmayos? No lo sabía por qué después de lo del otro día no le volví a preguntar cómo le fue en el médico, siempre hablábamos de que pasaría con Peter, o de mi. ¿Por qué debía ser tan egocéntrico? Ella se encontraba recostada en el sillón de la sala.

Me acerqué a ella y le aparte unos mechones de la cara. 

-¡Hey! Peter - lo llame- podrías traer un poco de agua con azúcar por favor... - tome la mano de Pepper, estaba fría. Quería comprobar su pulso -El azúcar está... - ¿Dónde ponemos el azúcar? Me culpe por ser tan desatento y distraído -en... En el mueble a la derecha del fregadero.

-Si - contesto el chico mientras abría la gaveta en busca de un vaso.

Su pulso estaba normal. ¿Cómo había llegado al sillón? ¿No que estaba en la cocina?

-Aquí está señor - Peter estiró el brazo hacia mi dándome el vaso. Lo tomé y dejé encima de la mesita que había a la izquierda del sillón. -Yo la dejé en el sillón - me pareció que había leido mi mente -ella me pidió que sacara unos platos de una gaveta y después de sacarlo, cuando la mire estaba respirando con dificultad, se apoyó en la encimera y la vi balancearse. "¿Está bien?" Le pregunté mientras me acercaba. Me dijo que sí, que solo se encontraba un poco mareada, que era normal. Creo que gracias a mi sentido arácnido logre sujetarla antes que cayera.

-Gracias... - dije todavía un poco preocupado.

Vi como ella lentamente empezaba a removerse y a abrir sus hermosos ojos. Su mirada era asustada, como si la hubiera descubierto por algo...

-Pepper... - dije agradecido -porfavor dime qué está pasando - mi tono era un poco más alto de lo necesario. -Necesito saber qué pasa... O si no cómo se supone que voy a protegerte - estaba furioso, no lo podía evitar, sentía que me están escondiendo algo y yo solo quiero a ayudarla -Se que estás escondiendo algo.

-Tony, yo... - se intentó sentar, la ayude a reincorporarse. Peter, de quién me había olvidado por completo, le pasó el vaso con agua -Gracias - dijo Pepper con una sonrisa -Creo que deberías subir un momento a tu habitación Peter... Todo está bien ¿si? 

El chico dijo "ok" en casi un susurro y se dirigió escaleras arriba a su nueva habitación.

-Anthony - solo me llamaba así cuando pasaba algo muy grave, o estaba muy enojada -ven aquí - dio unas palmaditas en el sillón, invitándome a sentarme junto a ella. Tomo mis manos -Perdón por no decirte esto cuando me enteré... Pero tenía miedo - la mire preocupado -Tranquilo, estoy bien, la verdad más que bien... - se detuvo un momento y me dedicó una bella sonrisa nerviosa. Tomo mis manos y las puso en su estomago -Amor, yo...

Algo hizo click en mi cabeza. Los mares, desmayos, vómitos, las mano en el estómago... ¿Ella estaba... Íbamos a ser... Yo sería..? ¿Yo podría?

Sentí unas lágrimas caer de mis ojos.
¿Por qué estoy llorando?

Pepper también empezó a llorará. Ella suspiró y sonrió.

-Tony, estoy embarazada. Vamos a ser papás - dijo sonriendo, nunca antes la había visto tan feliz en la vida. Sentía muchísimo pánico, miedo. ¿ Y si era igual de duro y mal padre que el mío? ¿Si el bebé me odiaba? No me siento preparado para esto. no puedo decirlo, le rompería el corazón. No sabía ni que cara poner. Esfume todos los pensamientos negativos. Imaginé una familia normal, Peppers, un bebé y yo.

Tome su cara entre mis manos y la llene de besos.

-Voy a ser papá - dije atónito mirándola a los ojos, no podía creerlo. La bese de nuevo -vamos a ser papás. 

Pepper no hacía más que asentir llorando de felicidad.

Tímidamente puse mis manos sobre su barriga. Ella puso sus manos sobre las mías

-Ahí adentro está creciendo el fruto de nuestro amor, Tony.

No podía despegar mi mirada de su vientre, recién me había percatado que no estaba plano como de costumbre, algo ya había empezado a crecer ahí.

-¿Cu-cuantos meses tienes? - pregunté mirándola a los ojos. Me sentía como niño con juguete nuevo.

-Ya dos meses... - dijo secándose las lágrimas.

No lograba parar de sonreír.

-Esto hay que celebrarlo - dije feliz, levantándome -pediremos algo de comer, lo que tú quieras... Abriremos la botella de la mejor champaña que hay en este departamento y...

-Amor, estoy embarazada, no puede ingerir alcohol - soy un estúpido, no lo había pensado -los primeros tres meses son cruciales para el bebé. La doctora me dijo que debía cuidarme del estrés, no enfermarme, ni ponerme en riesgo. 

Pensé en las cosas que habían pasado los últimos días... Definitivamente eso había afectado al bebé. La bomba, Happy herido, un adolescente medio deprimido en casa, y yo acababa de gritarle hace un rato. No llevaba ni una hora como padre y ya me sentía el peor de todos... Tenía muchas cosas que solucionar y cambiar.
Ser el mejor padre del mundo era mi nuevo objetivo.