Capitulo XXII

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Vayolet

¿Qué hacía él aquí? Definitivamente era la primera pregunta que venía a mi cabeza y una de las respuestas era Henry le dijo, lo cual no podía ser porque sabría quien es "el afortunado ", entonces la otra respuesta que no me agradaba en nada era, mi madre le dijo a todo el mundo y evidentemente los pelirrojos hermanos Disick están aquí como buenos amigos que son de mis hermanos.

Patrick me miro buscando una respuesta mientas jugueteaba con mi cabello como hacía desde que eramos adolescentes. Yo le dí un manotazo y lo jale a mi lejos de los oídos de todos los que seguro se encontraban.

—Tienes que prometer que no hablaras de más y que no harás aspavientos.

—Vayolet, a pesar de que nos acostamos y que nos odiamos después de eso. Eres la hermanita de Aleck y para mi suerte mi amiga. ¿Qué tanto podré hacer yo?

Así que después de poner su cara de relajación, y su sonrisa de inocente, que nunca era genuina, vino otra de sus fabulosas preguntas.

» ¿y Henry?, es decir tú y él son los mejores amigos lo cual me ofende, yo soy su mejor amigo y me lo estas robando buja sexy, bueno él no te dice sexy, pero si te dice bruja. ¿Él no lo sabe? O lo sabe, pero al fin aceptó que te quiere y por eso no vino a ver como eres de otro hombre que no es tan rubio. Podría ser un pelirrojo, ¿por qué no fui yo en dado caso?.

<Oh Patrick, basta, callate por un momento. Solo no digas ni hagas nada, se... Se ese chico que me cuido cuando desconsolada y ebria termine contigo.

Comenzó a caminar un poco a la salida de la casa, al jardín trasero, las puertas gigantes de vidrio hacían que se viera el gran terreno lleno de árboles y nuestras casas del árbol. Ya en el humbral de la puerta me pare al ver lo que mi madre había hecho, yo solo rezaba para que nadie de ellos le contará a la prensa y la familia de Henry.
Suspire un tanto angustiada lo que hizo que Patrick me abrazarse por los hombros dándome consuelo, la verdad es que aún que fuera él en este momento funcionaba un poco.

—Mi sensual y pequeña Vayolet, ¿Qué podría hacer yo?

Nos adentramos un poco al jardín, donde muchos comenzaron a verme, algunos sonrientes algunos o más bien algunas con envidia y otras con recelo, porque me había escapado de mi casa justo cuando me iban a casar.

Mi madre feliz y orgullosa, porque al fin uno de sus hijos se casaría llego a darme un beso y hacer ese lindo gesto que siempre hacía con la nariz cuando estaba contenta. Saludo muy alegre a Patt como siempre y me pregunto algo a lo que yo no contesté solo me quede mirando todo, el jardín arreglado, la mesa con comida y bebidas, papá sonriendo y bebiendo con los señores de negocios, la señoras con sus elegantes vestidos y me recordó a mi niñez, me recordó a las fiestas de amigos que hacían mis padres, pero esta vez todos eramos adultos y esto era como un desayuno para anunciar el compromisos de la princesa de los Campbell.

Mentiría si digo que no sentí que me ahogaban las ganas de salir corriendo, era curioso porque aumentaban al igual que los paso que daba hacia atras, cuando choque con el cuerpo de alguien y sabía de quien era. Rápidamente me volteé y escondí mi cara en su pecho, él me abrazo a pesar de nuestra pelea y mi locura matutina.

—Pero si aquí estas, yo ya estaba por preguntar por ti. Patrick te presento al prometido de Vayolet, Henry Black, aún que me imagino que se conocen.

La risa de Patrick fue escandalosa y excéntrica como siempre, como todo en él, yo volteé a mirarlo y él solo se seguía riendo y tomaba su estomago por la risa. Todos lo miraban como tratando de entender porque Patrick siempre era así de irreverente para ellos.

El Mujeriego Es Mi Prometido (editando) Where stories live. Discover now