Capitulo XX

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Vayolet

Aleck había llegado en la noche ya casi era la cena. Mi madre sonrió al verlo entrar y mi padre simplemente asintió en aprobación. Los ojos de mi hermano mayor me miraron serio, para él una vez más le había mentido. Andrew lo saludo y él cambió por completo su cara.

Henry en cuanto vio a mi hermano se puso serio, demaciado serio. Me tomó la mano y yo busque su mirada para saber que era lo que no estaba bien.

—Buenas noches familia, Vayolet. —se acerco a nosotros y le tendió la mano a Henry con una sonrisa cínica. —Henry, un gusto vernos de nuevo.

—Sí, un gusto como siempre. —El rubio de ojos azules le tendió la mano a mi hermano y preciento que ese fue un fuerte y retador apretón de manos.

Todos nos quedamos callados, mis padres miraban a Aleck impactados, mi hermano era un hombre de pocas palabras pero hoy estaba molesto y más cuando vio a Henry todos sabían una historia que al menos yo no conocía o tal vez no del todo.

—Bien hermana, ¿qué te debería te reprochar primero? —volteó a verme e ignoro como siempre la precensia de más personas para regañarme, algo que hacía desde que eramos pequeños.

—Nada, no le reprocharas nada. Aleck tú la intimidas, por eso no te dirá nada, ya no es una niña.

Andrew se encontraba sentado en el sillón, sereno, mirando a mis padres para que en el momento que ellos se incomodaran nos hiciera un escape de emergencia.

—No Andrew, nadie intimida a Vayolet Campbell ¿no es así? Hermanita. Si realmente la intimidara no me habría mentido descaradamente en la cara. —Me miro ceñudo. Henry apretó más el agarre de su mano en la mía, en una muestra se apoyó. Al mismo timpo soltó un suspiro pesado que me daba entender lo molesto que estaba con sólo ver a mi hermano.

—Aleck, no. —Lo mire esperando que no cemenzara una pelea entre los tres.

—Bien, dejaré eso para después porque se acerca una boda y hablando de eso¿Qué vueltas da la vida no?—En ese momento miro a Henry con esa sonrisa diabólica que hacía desde niño cuando quería destruir a alguien porque se había metido en su camino. —¿Cómo sigue Elizabeth? Preciosa me imaginó.

Henry Black en este momento ya había perdido toda la chispa y diversión que solia tener. Su mandíbula se tenso y se aferraba más a mi mano. Algo que no era normal en él.

>>Bueno, Henry eso no debería de importarte ya. Al verte de la mano de mi pequeña hermana me imaguino que eres su prometido. De nuevo ¿Qué vueltas de la vida no pequeña Vi?

—Aleck basta, no sé que pretendes pero basta. —Lo mire molesta y el solo sonrió. —Hablemos en otro lado, padre iremos a tu despacho si no hay inconveniente. Henry, me esperas un momento aquí con mi madre.

—Soy el más educado en esta sala ¿lo notan? Soy al único que Vayolet no le dijo que hacer. Bien yo iré a comer.

Mire a mi hermano menor con dagas en los ojos sabía que él solo quería aligerar las cosas. Él sabía de todo y lo que menos quería es que las miles de verdades explotaban en la cara de todos. Drew le pregunto a Henry si quería pay o algún postre y después de la negativa del rubio salió caminando a la cosina.

Aleck camino tras de mi en silencio llegamos al despacho de mi padre, al cerrar la puerta perdí todo lo que me mantenía tranquila.

—¿Qué diablos te pasa? ¿Por qué actúas como estúpido? Entiendo lo de hermano mayor sobre protector pero esto ya es demasiado. Pretendidas decirle todo.

Como dijo él mismo a mi nadie me intimida.

—No Vayolet, no es demasiado. Una vez más me mentiste descaradamente, me volviste a mentir en mi cara. ¿Por qué siempre te metes en problemas? ¿Por qué nunca piensas lo que haces?

El Mujeriego Es Mi Prometido (editando) Where stories live. Discover now