Capítulo 4

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Todos odian a Vayolet II

Después de que Henry dijera lo último de verdad fue como si al fin el aire entrara a mi sistema y pudiera seguir respirando.

—¿Tienen más preguntas?

Henry pregunto a todos y siguieron las preguntas, algunas que no rosaban lo personal y por lo mismo no era incomodo hasta que llego una pregunta que incomodo a todos.

—¿Porqué apareció de la nada? ¿el plan tras su regreso es otra boda falsa, para ahora si quedarse con todo lo de sus padres sin clausuras?—Pude ver como Henry y su padre se tensaron al instante. Uno se supone que esa información era confidencial y dos el comentario era de tan mal gusto.

Note que Henry apretaba su mandíbula y hacía sus manos en puños. Era un tema difícil lo sabía, era un misterio la mitad de la vida de Henry Black, pero insinuar que quiso matar a su madre por el control de las empresas de sus padres era demasiado bajo. Hasta a mi me hizo enojar ese comentario y a mi no me agrada Henry. Nunca me agrado si soy sincera.

Henry estaba por contestar y hacer una super esena que claramente era lo que estaban buscando y eso no lo permitiría. Rápidamente pero de forma tranquila me acerque a Henry, tome su hombro a lo que él volteó a ver mi mano en su hombro y marco aún más su entrecejo. Yo lo mire directamente a los ojos, lo quite del micrófono y comencé a hablar.

—Buenos días, y gracias por estar aquí, primero que nada el objetivo de esta rueda de prensa es para hablar asuntos de Black's Company, no sobre la vida personal de los señores Black. Creí que no habían dejado entrar periodistas de farándula. Si alguien más tiene una pregunta sobre las empresas podemos seguir, si no es así damos por termida esta rueda de prensa. Gracias por asistir. —Conteste educada pero cortante, como siempre solía hacerlo volteé a ver a Henry quien se encontraba en shock y después miré a Joseph.

En vista que ningúno de los dos elegantes hombres se movía yo comencé a camniar y con eso ellos detras de mi. Al estar fuera de todo el desastre y llegar a al piso de la ahora oficina de Henry. Giselle se acerco a saludar muy alegre al señor Joseph.

—Señor Black, tenía mucho que no lo veía por aquí, que gusto verlo.

—Hola pequeña, ¿cómo se ha portado la loca intensa de mi niña linda?—Dijo bromeando y mirandome.

—Bien, siempre me porto bien, ¿no es así Smith?

—Vayolet, déjala hablar, es claro que la estás intimidando.

—La verdad es que la señorita Vayolet no miente. —Dijo Smith sonriendo.

Henry seguía en la luna, no había nada de sus coquetas sonrisas o su clásico guiño de ojos cada que veía a una chica.
Caminó adentrándose en la oficina y Joseph me miro triste, es claro que habían tocado una fibra sencible. Henry probablemente muy en el fondo se sentía culpable.
Yo tomé el hombro de Josep y él me sonrió de lado cosa que hacía que se pareciera mucho a su hijo mayor.

—Yo iré, creo, creo que yo puedo con eso.—Le dije y él simplemente movió su cabeza en afirmación.

Caminé a la oficina y toque la puerta al notar que no me abriría me atreví a entar sin recibir consentimiento de su parte. Al entar note que Gisele había hecho su trabajo y todas mis cosas se encontraban en cajas y acomodadas listas para que me cambiará de oficina. Al notar mi presencia, Henry me miro y suspiro.

—Sé que necesitas preguntar sobre donde será tu oficina, para que puedas incorporarte. No te preocupes mañana mismo todo estará en orden como dije.

—No venía a eso, pero gracias.—Me sente a un lado de él, me miro confundido y asintió apretando sus labios.

—El que debería dar las gracias debería de ser yo, no tu.—Ahora yo era la que estaba confundida.

El Mujeriego Es Mi Prometido (editando) Where stories live. Discover now