Capítulo 64

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La princesa Inglesa

Vayolet

Timpo presente...

Me encontraba de camino a un restaurante. Apolo, bueno más bien Zeus me había mandado con Apolo información de como Camille había estado en Londres en Nueva York e incluso en México desde antes.

Algo la apuntaba a ella obviamente y con esto ya no sólo eran ideas mías. Y si a eso le agregamos que Elizabeth confirmó todo esto era real.

Así que decidí buscarla claro que había usado a un ángel para llegar a ella y que no sopechara que seria yo. Me imaguino que Aleck me dejara de hablar un rato, pero Giselle era la única que podría acercarse a Camille sin que ella pensara en algo malo.

—¿Qué se supone que le diré? —decía nerviosa a mi lado. Su rodilla subía y bajaba y no entendía como es que era tan nerviosa.

—Nada, deja que ella hable—miraba mi teléfono esperando la confirmación de que podía pagar por cerrar el restaurante donde se encontraba Camille.

—Y con que escusa me hablara la princesa inglesa. —pregunta un poco torpe y angustiada. Lo bueno de esto es que puedo conocer a una Giselle que yo no conocía y me es intrigante. Ahora entiendo a Aleck.

—Sencillo, vas a mentir—le digo. No es nada solo la tiene que dejar hablar y ya.

—¿Con qué exactamente? Vayolet soy pésima mintiendo, lo sabes, tú siempre lo decías. Incluso me mandaste a un curso carisimo de como aprender a mentir ¿y sabes que? no funcionó.—dice atormentada de forma rápida.

Me rio sin poder evitarlo porque bueno creí que tal vez un curso de esos le ayudaría a tener más seguridad y confianza al hablar frente a las personas.

—No te rías. Estoy hablando muy en serio. Yo no soy como ustedes. —dice y la miro con emoción. Justo por eso le guata a Aleck, es todo lo contrario a nosotros.

—Mentiras y no. Solo hazla creer que sales con Aleck. No es fácil mentir cuando alguien te gusta de verdad—la miró de reojo y se sonroja.

Me preguntó hasta dónde llegaría por cuidar de Aleck y de Tony. Creo saber la respuesta pero aún así estoy curiosa. Es obvio que le gusta mi hermano y no es por ser egolatra pero ¿a quién no le gusta? mi hermano es casi tan perfecto como yo.

—Así que básicamente esperas que desnude mi alma frente a la mujer que se acuesta con Aleck.—dice molesta. Y me rio de nuevo sin poder evitarlo, es tan inocente. Ella me mira mal y hago cara de lo lamento.

—Aleck no se acuesta con ella. Ni con nadie. —le digo lo que es más que obvio. Aleck es un santurron decente. No es como Henry. Mi peli negro hermano es un tipo que aún que no lo demuestre necesita afecto y que lo mimen a diferencia de mi él necesita amor y cursileria más que nada. Aun que literalmente tiene cara de rompecorasones y todo en él grita  mujeriego perfecto que podría romper tu corazón, el pobre es todo lo contrario. Es un osito carosito, bueno no tanto así porque tiene un carácter más que horrible.

—Como sea.—dice como si no le importa en lo absoluto, pero se muy bien que esperaba que yo le dijera eso. Una porque soy hermana de su amado-odiado ogro y dos por que sabe que yo no le mentiria, no a ella.

Cuando decía que la cuidaría era en verdad. Giselle es muy importante para mí. Es mi amiga, mi confidente, es lo más cercano que tengo a la persona que me ha cuidado sin esperar nada cambio de mi. Pará mi es mi ángel guardián uno pequeño y tierno pero es sin duda uno de lso mejores seres humanos que he conocido.

El Mujeriego Es Mi Prometido (editando) Where stories live. Discover now