Capítulo 49

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El compromiso planeado

Vayolet

Hce menosbde 10 años

—Vayolet. Tenemos que hablar de algunas cosas —menciono mi papá cundo me vio llegar.

Yo solo intente no llorar al verlo. Mi papá siempre me defendía, y para ser realista así no pasara la muy probable decepción que tendría de mi, me causaba miedo al desastre que podía causar mi padre y su temperamento.

—Ya voy. —comenté con la voz trnquila, mi padre me sonrió y me dio un beso en la frente como siempre. —Estas feliz gruñón Vlad.

—Las cosas se acomodan mi corazón. La nube negra se irá pronto. —dijo contento.

—Vladimir mueve tu trasero aquí, tenemos que arreglar el porque soy mejor que tú en todo. —Salió un hombre guapo que se veía muy joven para llamar así a mi padre.

—Mi corazón, te presento a Apolo, un joven amigo de toda la vida, no lo conoces porque es un Hipie que viajo por todo el mundo. O tal vez lo conoces pero no lo recuerdas.

—Dios, acepta que desde muy joven fui mejor que tú. —extendio su mano en forma de saludo y yo la tomé de forma normal—Preciosa soy Apolo el mejor amigo y socio de tu padre. La mejor persona que pudo llegar a su vida.

—Un gusto —por mi mente paso que tal vez él sería el hombre del compromiso falso.

—Te queremos presentar a alguien —Dijo mi madre sonriendo.

Mi nana me miro a lo lejos, me sonrió y yo negué discretamente con la cabeza. Ella camino a mi con un sonrisa me tomó de la mano.

—Si me disculpan me llevaré a la señorita Vayolet para arreglarla para la ocacion. —me saco de ahí, fuimos directo mi alcoba.

—¿Me casaran con el ojos bonitos? —le pregunté cuando estábamos en mi cuarto, ella buscaba ropa en mi closset para mi.

—No, claro que no, aún que no es muy grande dudo que te casen con él, tal vez con su hijo sí.

—¿Me casaran con un niño? —pregunté más exaltada. Eso era ilegal.

—Dios mío Vy.

—No me digas Vy ya no. —dije de forma automática odiando sublibemente el apodo

—Bien, olet, su hijo no es un niño tal vez es mas chico que tú por unos dos años o hasta uno.

—No lo creo. — me quede sentada intentando estar tranquila y empecé a llorar.

—Ey mi corazón. ¿Qué pasa?

—Yo, nana hice algo tan feo realmente tan feo. Y ya no puedo estar aquí, no puedo casarme no puedo seguir en un lugar tan feo. Con gente tan fea. Quiero salir de aquí, quiero hacer todo lo que le prometí a Marc que haría. No quiero casarme, no quiero conocer a nadie.

Mi nana me miró e hizo una cara de preocupación y se sento a mi lado.

—Niña linda has lo que te haga feliz, no siempre la vida es como queremos y sé que esto suena trillado y que estas asustada pero hay que afrontar la vida y esperar que la tornenta pase. ahora vamos cámbiate.

Asi que así lo hice. Salí y mire de nuevo al hombre de ojos bonitos, él no me quitaba la mirada de encima y para ser franca también lo hacía yo. Apolo gran nombre para alguien que sí se veia como un dios griego.

Y esa imagen se me quedó grabada por un largo tiempo junto al miedo de volver a encontrar a un tipo como Jean.

—Vayolet, sé que estos años han sido difíciles para ti y por lo mismo nos encantaría que conocieras a quien en algún momento será párate de nuestra familia.

El Mujeriego Es Mi Prometido (editando) Where stories live. Discover now