Capítulo 56

1.7K 97 14
                                    

Glorioso ángel

Vayolet
Tiempo actual...



Respire profundo al verlo. Entre más lo miraba más segura estaba de algunas cosas su madre tenía razón. En casi todo, sí lo amaría, sí nos parecemos y sí él es tipo que no creí encontrar. Es alguien a quien nunca me imagine.

Pero ni Mary, ni nadie sabía cómo reaccionaria a amar a alguien tanto como para dejar hasta tus sueños atrás. Así que llore y volvía llorar pero si pre tenía un plan. El hacer de mi vida un plan que podía manipular a mi conveniencia me hacía sentir menos frágil ante la idea de no tener lo único que realmente me importaba.

-No, me interés nada de eso. Ni tu alma, ni tu amor, ni nada de eso. Solo quédate cerca de Aleck así es menos difícil cuidar de ustedes.

-Pero no te interesó. -Dice en un tono sarcástico.

-No me interesa estar contigo. No te confundas.

-Pero me cuidas y te preocupas. -Su sonrisa es grande. Siempre ha disfrutado de verme acorralada. Le gusta hacerme perder el control.

-Como dije voy a cuidarte hasta de ti mismo porque eres mi amigo.

-Bueno, puedo ser tu amigo y tu esposo al mismo tiempo.

-Henry... -le digo con súplica.

-Si necesitas tiempo. Lo entiendo soy un hombre muy paciente. Mi madre solía de decir que a la mujer que vemos con nosotros el resto de nuestra vida tenemos que darle espacio.

-Tu mamá fue una mujer sabia. Pero en cuanto a ti siempre se equivoco.

-No se equivoco en algo. -Dice en el tono de sabelotodo que suele tener.

-¿en qué no se equivoco?

-En qué te enmorarias de mi.-Sus bonitos ojos me miran nervioso.

-Adiós Henry Black. -Me Alejo de él aún que mi estómago está hecho un desastre y todo me mata por regresar a él. Por que ahí es donde me siento bien.



******

Mi departamento de nuevo estaba habitable. Tenía todo de nuevo en orden solo que, hacer todo sin una asistente me causaba resaca al menos no estaba trabajando lo que me quitaba un gran peso de encima.

La puerta sono sabía quién era y también sabía que una vez más me metía a la boca del lobo.

-Glorioso ángel.-Dijo al verme.

-Apolo. -sólo comenté y él paso.

-La verdad me impresionó tu llamada. Si soy sincero no espere saber más de ti. Digo me rompiste el corazón y luego a mi adorado y único hijo.

-Ya sabes, me aburro.-contesto con sarcasmo.

-Claro. ¿Por qué me llamaste Vayolet?

-Necesito algo de ti. Evidentemente.

-¿Otro favor? ¿Sabes? mandar a mi hijo de niñera yo creo que ya fue favor suficiente.

-A Dom le gustó ella ¿no? Apuesto no le desagrada el que lo mandaras a un nuevo lugar.

-Si no fuera así estaría en Sanpetesburgo con su familia. -Apolo mira todo como siempre curioso. Han pasado los años pero se sigue viendo tan jovial como siempre y sus ojos siguen siendo bonitos y demasiado viejos para mí.

-Sé que peleaste con tu hermano. Pero...

-No voy a conseguir matones para ti. Zeus es inestable. -me interrumpe sabiendo claramente que quiero, por que Apolo piensa muy parecido a mi -No lo quieres pisando tus talones.

El Mujeriego Es Mi Prometido (editando) Where stories live. Discover now