Capítulo 63

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La barbie psicopata.

Vayolet

Estaba en una sala de un departamento que no conocía y mucho menos sabía que existía. Delante de mí se encontraba la rubia del millón. Barbie psicópata como le puso Danille o mejor conocida como Elizabeth.

Zeus me había ayudado a dos cosas una a salir del encierro en el que me había tenido Henry y dos a secuestrar de no sé donde a la rubia frente a mi que estaba sentada de forma elegante mirándome con una furia titanica que fuera de intimidarme me daba risa.

—Tenemos que hablar—le digo y me siento frente a ella.

—No me digas. —dice y rueda los ojos.

—Lamento lo del secuestro y eso, pero como sabes es difícil hablar con su majestad la baibie Psicópata. —digo burlandome y ella me mira, encierra los ojos.—Está bien no me mires así, evidentemente no lamento en lo absoluto todo esto.

—¿Qué quieres? Si esperas que me aleje de todos, ya lo entendí ¿bien? Digo aún creo que los amo. Pero ya entendí que ganaste. Tú siempre ibas a ganar y fui estúpida al creer que si era una copia tuya lo iba a lograr. —dice dando respuestas que espere por años, pero para mí desgracia está vez esas respuestas ya no son suficientes, por que nunca nada es tan sencillo siempre hay más.

—Elizabeth ya sé que no estabas sola deja el teatro. Solo busco la verdad, se que alguien te ayudo en todo esto, solo quiero confirmar quien fue—le digo tranquila pero con una clara advertencia.

—Así que ya lo descubriste. Eres una bruja maldita. —sonríe de forma genuina, no de esa forma falsa que siempre hacía —sabía que sí era muy estúpida lo sabrías. ¿Acaso te pagan por ser perfecta?

—Elizabeth—le digo intentando que me siga el tema. Esto es escalofriante de alguna forma.

—Siempre los ame ambos, a Aleck más que a nada en el mundo. Dios hubiera hecho lo que fuera por tenerlo. Hice todo lo que pidió con tal de poderlo tener conmigo. Él siempre fue mi todo. Yo solo existo por él. Creo que desde que lo vi por primera vez sabía que sólo había venido al mundo a amarlo.—dice ella con los ojos llorosos y aún que no debería siento lástima.

El amor nos hace tan ciegos, tan estúpidos, nos lleva a lugares demasiado obscuros y horribles como ese. Dudo que para ella esto esté mal. Pará ella todo lo hizo por el amor que le tenía a Aleck.

—A Henry también lo amo.—el que solo mencione su nombre me causa un escalofrío que trata de pasar desapercibido—No como a Aleck, a Henry lo amo por como me trato, él me trato como si pudiera ser querida. Él me demostró que él amor no sólo eran migajas que te lanzaban por que eras el remplazo. Entiendo por qué te enamoraste de él. ¿Quién no lo haría? es dulce, es bueno, paciente y te trata como si fueras lo único en el universo.

La miró solamente, no quiero precionarla, quiero que diga lo que tiene que decir. Tal vez así logre entender que diablos pasaba por su cabeza cada que hacía una locura. Ignoro el sentimiento de celos que me da al pensar en Harry y ella porque él la amo tanto que ese fantasma siempre me atormenta.

—Ambos tenían algo en común, al parecer Aleck te amaba más que a nada en el mundo y Henry por un tiempo se había encantado contigo con sólo un beso en una fiesta. Algo tenías tu que no teníamos las demás chicas y yo de verdad quería ser tu.—dice con una sonrisa nostálgica que comprendo. Como envidiarme cuando ella lo tenía todo y nunca lo noto realmente—Todo en tu vida era lindo, tu casa, tus amigos, tus pretendientes, todos hablaban de ti, todos querían estar contigo, pero nadie se atrevía. Eras tan inalcanzable para todos.

El Mujeriego Es Mi Prometido (editando) Où les histoires vivent. Découvrez maintenant